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Los grupos y la mala puntería

Los grupos y la mala puntería. Atma Unum

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Descubre la historia de los grupos de artistas mexicanos de los 70s en «Los grupos y la mala puntería» de #IrisMéxico 🎨🇲🇽 #ArteMexicano #GeneraciónU #Cultura #AtmaUnum 💫 https://wp.me/p3JLEZ-5Oc

Reproducimos la siguiente publicación realizada por Master Ra’al Ki Victorieux (Iris México) en Escáner Cultural. Esto forma parte del proceso de digitalización del acervo de Atma Unum. 

Los grupos y la mala puntería. Atma Unum
Los grupos y la mala puntería. Atma Unum

Los grupos y la mala puntería

Tener buena puntería.

Es el problema, en todos los ámbitos de la creación y del acercamiento al verdadero pueblo: tener buena puntería.

Esto es lo que podría llamarse un terrorismo blanco, un terrorismo sano, posible solamente cuando se entienden los problemas de un grupo determinado de países y, con mayor ambición, los de todo el mundo.

Sin duda alguna, la poderosa burguesía criolla, los grupos de las capitales más insolentes y desafiantes, cerrará las ventanas de sus mansiones.

Pero este grupo, felizmente llamado Frente Mexicano de Grupos de Trabajadores de la Cultura, no circunscribe su tarea a un país, sino a todo un Continente: América.

Efraín Huerta, texto para el catálogo de América en la Mira. Muestra de gráfica internacional, Frente Mexicano de Grupos de Trabajadores de la Cultura, 1978.

La versión «no oficial» del arte de los años setenta es lo que se ha dado en llamar «los grupos». En este movimiento encontramos en su mayoría (no generalizo ya que había posturas heterogéneas) a artistas quienes actualmente dicen que en su momento fueron antiburgueses, anticapitalistas, politizados o politizadísimos . Menciono algunos de los grupos: Tepito Arte Acá; A Nivel Informativo, después llamado Proceso Pentágono; Taller de Arte e Ideología (TAI); Polvo de Gallina Negra; La Perra Brava, vinculado al Sindicato de Trabajadores de la UNAM; Taller de Arte y Comunicación (TACO); Suma; Caligrama (Monterrey); Taller de Investigación Plástica (Morelia); Cuadernos Filosóficos y Sabe Usted Leer (sic) (Facultad de Filosofía y Letras, UNAM); Centro Regional de Ejercicios Culturales (Xico, Veracruz); Mira; Octubre (grupo de cine); Germinal (grupo de La Esmeralda); El No Grupo; La Rolloteca; Asco; Los Four (chicanos), entre otros.

Los grupos presuntamente realizaban propuestas artísticas divergentes con respecto al status quo y, por lo tanto, distribuían su trabajo fuera del sistema de galerías y de las mafias integradas por los «nombres pesados» del arte. Generaron redes fuera del circuito oficial o de mercado con obras, muchas veces, conceptuales, que en su momento fueron alternativas en el contexto nacional. Actualmente el arte conceptual es una prioridad en el mundo aunque en México muchas veces se le siga llamando alternativo, cuando ya no presenta ninguna disyuntiva con lo establecido. Con sarcasmo, muchos han dicho que si los protagonistas de los grupos deseaban estar fuera del sistema y hacer obra efímera, ¡les salió muy bien!, ya que actualmente existe poca memoria de su actividad pasada. Por supuesto que no era eso precisamente lo que querían; cualquier artista, es más, cualquier persona, desea reconocimiento. En el arte es vital el registro del trabajo artístico: fondos documentales de obra y exposiciones, reseñas, etcétera. Juan José Díaz Infante llega a afirmar que: «una exposición sin catálogo, no existe». Es en esta generación donde empieza con gravedad lo que llamo «la laguna límbica» (de limbo, lugar donde las almas no han ido ni al cielo ni al infierno) del arte mexicano. Me refiero a la pasmosa ausencia de archivo y memoria de esta parte de nuestra historia. Tengo entendido que existen pocos textos publicados sobre los grupos, entre ellos: La perra brava, de Araceli Zúñiga y César Espinosa,1 y De los grupos a los individuos. Artistas plásticos de los grupos metropolitanos, de Dominique Liquois;2 también hay un video en el que participa Kenji Ikenaga, producido por Editorial Clío Libros y Video.

Los creadores activos entre 1950 y 1980 eran politizados, creían en la utopía, suponían que el arte era el camino para lograr algo. ¿Era vivir o morir por la causa?, como Tina Modotti, quien decidió dejar la fotografía por su lucha política. Los grandes muralistas estuvieron involucrados en asesinatos políticos. Los grupos de los años setenta se multiplicaban en organizaciones como Los abajo firmantes, La comisión por la verdad, etcétera. Una de las diferencias es que los protagonistas de los años cincuenta, en su mayoría, siempre mantuvieron firmes sus convicciones, mientras que muchos de los integrantes de los grupos han cambiado sus inquietudes de antaño por camisetas institucionales; parece ser que se han aislado en una burbuja conformista después de muerto John Lennon y derribado el Muro de Berlín.

Para hablar de los grupos cito un fragmento del texto que publiqué en Generación. El día que se presentó la revista, Maris Bustamante y Lourdes Grobet se levantaron y salieron del lugar, ofendidas por el contenido del mismo:

(…) la generación hasta ahora más irrelevante de este siglo en el arte mexicano,3 una generación auto-destructiva. Entre ellos algunas grandes mentes que renunciaron al sistema por creer en utopías políticas, algunos desaparecieron misteriosamente o tras la desintegración de las izquierdas se sumieron en una depresión de revolucionario sin empleo. Otros le apostaron al arte efímero y fuera del sistema y lo lograron muy bien, como ha dicho Raquel Tibol, pocos se acuerdan de ellos. Algunos, como Melquiades, se autoinmolaron a través de las drogas o el alcohol. ¿Qué fue de esa generación hippie mexicana, políticamente incorrecta, que se sumó a los 60 diez años después? Las feministas históricas perviven con dogmas represores vecinos de Provida y el catolicismo. Y entre nuestros «artistas» contemporáneos sobrevivientes, encontramos los menos relevantes de esa generación, de instintos aburridos, gustos de burócrata, adaptados al sistema; son ahora ex-izquierdistas de cuasi ex-trema-derecha. México merece algo mejor. Al recuperar lo que podamos de las ruinas del espíritu rebelde heredero de los sesenta, ayudamos a la siguiente generación a conquistar malicia y estrategia.4

«Nobody is perfect. what did you expect? I’m doing my best… Mmm mmm yeeah!.»5 Carlos Martínez Rentaría, quien dirige Generación, desde entonces, cuando me ve, justifica su impulso suicida, alcohólico-diabético, con el argumento de «que suicidarse es un acto de inteligencia».

Los integrantes de los grupos de la década de 1970, pese a fomentar el trabajo gremial, vivían desarticulados, eran la generación U.6 Muchos de ellos niegan como «gato panza arriba» ser parte de una generación; estaban hermanados al movimiento internacional de los años sesenta, irreverente y beligerante que se manifestaba, decidido al cambio y militante, por la libertad de expresión. Lo repugnante es que la mayoría de los sobrevivientes de esa generación son los defensores de la corrección política y han convencido a sus estudiantes y los medios de que son los merititos y auténticos radicales de los años setenta. ¡Absurdo! Es obvio que son hormiguitas trabajadoras que han ascendido en las instituciones o empresas culturales, pero nunca desafiaron o amenazaron el status quo, y exactamente por eso han sido escogidos para relevar a la vieja guardia conservadora. La expresión fascista y las regulaciones sexuales puritanas son una burla de los valores de aquel tiempo. Este párrafo está vivo y lo mando dedicado a muchos de los actuales «nombres» de la cultura mexicana: habitan las aulas, las columnas de cultura de los diarios y los cargos en la burocracia cultural.

La solución es que los liberales académicos denuncien la podredumbre dentro de su profesión. Hoy día hay demasiada reforma educativa en manos de los neoconservadores. La alternativa es que los estudiantes de las escuelas y universidades de arte y cualquiera que se preocupe por el futuro del arte en México se sientan repelidos por esa mojigatería llamada «corrección política». Si quieren, pueden exigir la calidad en la enseñanza, hacer de la biblioteca su profesora, insistir en el pensamiento y en la libre expresión. Tenemos el derecho democrático a ofender.

Recordemos los tres momentos que, de acuerdo con Régis Debray, se reencuentran en cada ciclo artístico: presencia (fusión), representación (calca), simulación (ornamento y decoración burguesa). Para Juan Acha este proceso es el de institucionalización de las obras, que pasan de ser emergentes (renovadoras, innovadoras) a ser hegemónicas (institucionales, apoyadas por las estructuras de poder), siempre y cuando no sean residuales (sin valor artístico). ¿Es que toda propuesta artística por más radical que sea está condenada a volverse souvenir? Algunos teóricos consideran que a mayor radicalidad en las propuestas, más prolongado será el tiempo en que la sociedad las pueda absorber.

Los nacionalismos son la presencia de una identidad, se vuelven copia de sí mismos y han terminado siendo «Mexican style fashion». La Ruptura, compuesta por abstracciones informalistas y nuevas figuraciones, así como por los consecuentes abstraccionismos geométricos, es la presencia de lenguajes de avanzada en el panorama nacional; se vuelve copia de sí misma y ha terminado por manifestarse en comerciales de pinturas Comex (Cuevas) o American Express (Sebastián) y por institucionalizar sus apariciones en festivales y museos. Los grupos de «resistencia, amor libre, alcohol y drogas», desaforados reductos de los años sesenta estadounidenses en los años setenta latinoamericanos, ¿fueron resistencia política y denuncia o covers en serie ? Podríamos buscar una relación entre los artistas contemporáneos, los de la Ruptura y los grupos; ¿la encontraríamos o terminaríamos por no ver ninguna? Hay más diferencias que similitudes, aunque las primeras pueden ser un tipo de relación. Por ejemplo: los artistas contemporáneos pueden llegar a la internacionalización sin un canal oficial y algunos lo están haciendo muy bien. Los de los grupos «renunciaron» a esa posibilidad y no han llegado a la internacionalización. La Ruptura y el nacionalismo fueron movimientos cuya internacionalización fue impulsada con grandes apoyos oficiales.

En «Cinco momias feministas: Chellet, Doler, Bustamante, Mayer y Zúñiga» escribí:

Los nacidos en los 50, que empezaron su carrera en los 70 en México son un eco de lo que pasó con la generación activa en los sesenta en Estados Unidos. Sí, diez años después reproducimos el fenómeno. Por lo general, los radicales genuinos, los creadores como Melquiades, Enrique Guzmán, quienes expresaban su tiempo, se mantenían al margen del sistema; las drogas, el alcohol han ocasionado su trágica pérdida. ¿Quiénes se presentan ahora falsamente como sus herederos?: Los esclavos y sumisos al sistema de prebendas, universidades, academias, instituciones, cuyas reglas idiotizantes y contrarias al avance han permanecido inmutables durante décadas. Los que sobreviven son trepadores de poco talento, de iniciativas aburridas que hacen creer a la gente que son «izquierdistas peligrosos». Los que conocen a las personas correctas y tienen las opiniones correctas. Cualquier parecido con el amiguismo, el favoritismo, el proteccionismo y la conveniencia es pura verdad. No son nada radicales, son políticamente correctos, «multiculturalistas» con pocos conocimientos de las artes que amable y conformistamente buscan ser amables, no ofender, y por lo tanto fingen no notar las diferencias ni las distinciones entre las personas. Y si alguien es diferente lo boicotean, como me han intentado boicotear a mí. El discurso racional no es posible en una atmósfera de histeria de masas. Maris Bustamante es maestra en la UAM y junto con Mónica Mayer gozan de una institucionalización que les permite dar conferencias y cursos por la República. Araceli Zúñiga es maestra en una Universidad en Cuernavaca, en el Instituto de Mercadotecnia y Publicidad del DF y ha portado la camiseta de la UNAM por décadas. Maria Eugenia Chellet es maestra de la UNAM. (.) Han causado serios daños a la calidad de la educación, no tienen valores profundos porque no arriesgan nada, son gatos gordos y mimados (coincidencia o desorden neurótico alimenticio: cuatro de cinco tienen sobrepeso y la quinta es extremadamente delgada), no tienen experiencias fuera de la vida de la clase media trabajadora. Su política es sensiblera, melodramática y sin base real. Y hablando de la enseñanza del arte, recientemente le pregunté a Arturo Rodríguez Döring qué había aprendido como director de La Esmeralda y me contestó ingenuamente: que es una escuela muy conservadora. Entre risas le dije: «¿Y tuviste que ser director para darte cuenta? Ja ja ja.» Si bien Döring realizó una labor muy interesante en la ENPEG y promete hacer «desmadre» ahora en Arte Alameda, su comentario fue muy semejante al que Jaurena, actual director de Ex -Teresa, hiciera en el Congreso de Contracultura: «soy contracultural gracias a la institución». ¿Hasta dónde ha permeado la inocencia o la hipocresía el medio cultural mexicano? 7

En el texto » God save the queen o tu himno puede ser tu peor amenaza» señalé:

La gran muralla rodea nuestro corazón ¿lo protege o lo avejenta? Es la montaña circular Lokaloka, la muralla del cosmos en cuyo centro se eleva el monte Meru. Montaña de victoria (Jayagiri) sobre el Anticristo y las influencias satánicas. ¡Ja!, el himno contra Satán se vuelve contra Cristo y la muralla es derruida por sus protegidos. Pero no, el dolor se impone, la libertad es demasiado peligrosa y los ancianos de la aldea de nuestro amor deciden poner un segundo piso a la montaña muralla, fortaleza de piedra y sangre, de sudor y tierra, Mur des Lamentations, de innombrables doblemente soledades, Mur blanc, pasiva frontera conservadora como abuela en vestido rosa pálido tomando el té de las cinco, que preludia muertes color exilio matizadas con deserciones, herencias que dividen razas, indocumentados que mueren en la raya, status quo que se reproducen en voluntarios capullos de inconsciente inocencia, 8 familias con raíz como una llaga en tierra quemada, ojos sin fe de todos los días, un yo y un tú con una soledad de millares de soldados, una cárcel tan habitada: matriz con siete infantes. Nuestra área de confort es placentera prisión que nos aleja de la danza de enjoyados ombligos y labios de luminoso carmín. 9

Hoy «está de moda» hablar de género, pero no con la tendenciosidad, ignorancia y mediocridad que muestran las actitudes del feminismo histórico ante el arte y la belleza. Como sostiene Camille Paglia: «Dejar el sexo a las feministas es como dejar a tu perro de vacaciones con el taxidermista.»

El feminismo histórico fue un invento de la posguerra con el doble propósito de reducir a la mujer a sujeto-mujer-objeto trabajadora y consumista, así como convencerla de renunciar e incluso burlarse de su propia fuerza: la feminidad y la seducción. ¡Y las mujeres compraron la idea!: quemaron brassieres, se enfundaron en looks andróginos, renegaron de la seducción y se volvieron histéricas. Un travesti 10 era más femenino y además ¡sin celulitis! ¡Qué envidia! Ja ja ja. Entre las feministas históricas mexicanas encontramos a Maris Bustamante y Mónica Mayer del grupo Polvo de Gallina Negra. En su juventud fueron señoras prematuras, apegadas a un feminismo de lamentaciones intimistas, vueltas públicas, cero o poco maquillaje, resentimientos contra los hombres, plantones en contra de los concursos de belleza, en contra del porno y, ¡por supuesto!, en tácita defensa de las «lonjas» y las «estrías» de la «mujer real». Este feminismo ante una mirada contemporánea aparece deslucido, conservador y de represión caucásica «clasemediera», a la usanza del Opus Dei aliado con Gobernación.

Hoy aparecen los nuevos teóricos del feminismo. Camille Paglia, en su célebre libro Vamps & Tramps, propone un feminismo «revampirizado», renovado, femenino, que retoma la fuerza de la vampiresa y de la Drag Queen. ¡Olé! Es el momento para un feminismo pro-sexo, proporno, proarte, probelleza, proseducción, proamor, que dé la bienvenida a los hombres, gays, lesbianas y transgéneros.

«Hay que redibujar la teoría del arte y de la sexualidad. ¡Sustituyamos a Beckett y Foucault por Presley y Madonna! 11 Actualmente existe en la escena artística mexicana un gran anhelo de emociones y de sentir el desafío de algo nuevo. Sospecho que hay un rechazo a la hipócrita corrección política que está minando el desarrollo cultural.

1 Araceli Zúñiga y César Espinosa, La perra brava, Sindicato de Trabajadores de la UNAM, 2002.
2 Dominique Liquois, De los grupos a los individuos. Artistas plásticos de los grupos metropolitanos, México, Museo Carrillo Gil/INBA, 1985.
3 Iris México, «Melquíades Herrera, kitsch fuera de control»
4 Después del éxito apabullante del Muralismo y de la posterior presencia de la Ruptura, los grupos y no grupos de la generación de la que Melquíades Herrera fue parte son tema conocido principalmente sólo por los integrantes del gueto-sistema del arte nacional. Síntoma de su poca relevancia actual para la sociedad mexicana.
Nobody’s perfect, Madonna.
6 Tabla generacional del arte mexicano es una simplificación/abstracción como mera herramienta de referencia por décadas. No pretende englobar a todos los protagonistas, ya que la afiliación a un movimiento no la da el año de nacimiento ni el momento de actividad a los veinte años de edad, sino las inclinaciones personales y, sobre todo, el desarrollo profesional constatado en la obra y trayectoria.

Generación:Nacidos en:Artísticamente activos en:Movimiento:
R0020-40Nacionalismo
S3050La Ruptura. Figuración no ortodoxa.
T4060Abstraccionismo informalista. Nueva figuración.
U5070Abstracción geométrica. Los Grupos.
V6080Neomodernidad
X7090Posmodernidad
Y8000Hipermodernidad

7 Iris México, «Cinco momias feministas: Chellet, Dower, Bustamante, Mayer y Zúñiga», Cariátide, México, enero 2004. Publicado en lapalabra.com y en lengua lengua. Boletín-e de Arte y más, México, enero 2004. 
8 De acuerdo con Althusser: la ideología la crea el Estado, que genera instituciones para crear y reproducir ideología, convenciendo a los individuos de que la obtienen de forma voluntaria; por lo tanto, el Estado es un monstruo que para reproducirse come personas convenciéndolos de que se metan en su boca.
9 Iris México, » God save the queen o tu himno puede ser tu peor amenaza«, publicado en lapalabra.com
10 Travestis México .org
11 «A pesar de sus infladas reputaciones, ninguno de los teóricos franceses, incluido Foucault, es competente para especular sobre historia o sexualidad. Los que afirman lo contrario simplemente no saben de qué están hablando». Camille Paglia, Vamps & Tramp. Más allá del feminismo, Madrid, Valdemar, 2001, p. 199.

Crédito de imágenes cortesía de Arte y más
Camille Paglia http://www.mediamatic.net/article-200.5848.html

Referencia: 

México, Iris. (Julio 2005) Los grupos y la mala puntería. Columna Armería. Las palabras son las mejores balas. Escáner Cultural. Revista Virtual. Año 7. Número 74. Santiago de Chile. http://www.escaner.cl/escaner74/iris.html Consultado en mayo 2024.

Comentarios por Master Ra’al Ki Victorieux:

Ante el extenso texto proporcionado, el lector puede formular diversas preguntas para comprender mejor el contenido. Algunas preguntas que podrían surgir incluyen:

  1. ¿Cuál es el propósito del texto?
    El texto pretende ser una crítica a la generación de los grupos, que si bien en su momento de mayor auge propusieron una renovación del sistema artístico, gran parte de sus protagonistas devinieron o autodestructivos por adicciones, o conformistas Godínez culturales, algunos de ellos profesores de educación artística. La autora se dirige a los artistas jóvenes invitándoles a ser críticos, hacer de la biblioteca su profesora, y ver más allá de lo que les inculquen en las aulas. Iris también apuesta por un feminismo que lejos de ser histérico-conservador, WASP (blanco, anglosajón, protestante), sea lúdico e inclusivo con la diversidad sexual.
  2. ¿Cuál es la relevancia de los grupos de artistas en el movimiento artístico de esa época en México?
    Los grupos permitieron que el arte manifestara la voz de los jóvenes en un México marcado por acontecimientos de violencia política, como el asesinato de estudiantes en Tlatelolco durante el 68, y la matanza del Jueves de Corpus en 1971. También fue un espacio de experimentación con los entonces nuevos géneros del arte conceptual y de las nuevas tecnologías. Son relevantes por sus aportaciones artísticas y sociales.
  3. ¿Cuáles fueron los principales desafíos y obstáculos que enfrentaron los artistas y grupos de esa generación?
    Es entendible que muchos de quienes en su momento fueron artistas jóvenes, innovadores y rebeldes, debido a presiones económicas y sociales, terminen siendo Godínez en el aparato de las instituciones artísticas, culturales y educativas. Esta situación la hace evidente Iris México, para señalar que además de ser algo que tiene tonos paradójicos, también es previsible, incluso responde a lo que Regis Debray señala en los ciclos artísticos.
    Es importante reconocer la diferencia entre la obra de arte o propuesta cultural, la cual aunque pase el tiempo conserva su «identidad» fija, y las personas, que usualmente se encuentran en constante transformación. Al hablar de los artistas, de forma individual, podemos observar si existe una relación entre su discurso artístico y el «discurso» que da con su biografía. No todas las personas mantienen congruencia entre vida y obra. La frase de Gandhi «mi mensaje es mi vida», es algo que sólo pueden afirmar quienes logran una alta integridad.
    Muchos creadores pasan por diversas etapas a lo largo de su vida, lo que nos deja un legado de diversos estilos de obra, por ejemplo: Picasso pasó una época azul entre 1901 y 1904, en la que se ocupó de temas plenos de melancolía, dolor, pobreza y soledad, pero dejó ese estilo detrás, para lograr el reconocimiento internacional cuando fue pionero del cubismo.
  4. ¿Cómo ha evolucionado la percepción del arte conceptual y alternativo desde esa época hasta la actualidad en el contexto mexicano?
    Aunque cada vez existe mayor reconocimiento del arte conceptual y alternativo en México, esto permea sólo en un breve porcentaje de la población. El país sigue siendo en su gran mayoría tradicional y fuertemente influenciado por los medios de comunicación, por lo que las grandes audiencias siguen prefiriendo obras de hace más de 50 años, como el cine de la época de oro, las pinturas nacionalistas o figurativas, los boleros, el reggaetón, y otros géneros musicales populares.

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