VIII. Aikya; Memorias de «Spicy» Iris México

Dicen que la grandeza se conquista no por cuántas veces ganas las batallas, sino por cuántas veces te levantas después de la derrota. Este espíritu resiliente se encuentra en la protagonista, Iris México. A lo largo de once capítulos, somos testigos de su épica personal y artística contra la censura, la represión directa o indirecta, pero sobre todo, contra la inercia y la apatía. Muchos ciudadanos eligen no involucrarse en los asuntos públicos, debido a lo polémico que puede ser hablar de gobierno, religión, género, etc. “Spicy”, que así llaman cariñosamente a Iris México, apuesta por dejar testimonio de su voz en la esfera pública y artística. Su obra es al mismo tiempo resultado de investigaciones psicosociales, estadísticas, estéticas, y de una intuición poética que parece conducirla a peculiares victorias.


Esta historia de vida de una mujer artista y mexicana nos permite conocer los conflictos y alegrías involucrados con el activismo en el arte, la capacidad destructora, regeneradora y fértil de la cultura, y las estéticas amorosas que dan trasfondo, fortaleza y trascendencia a los discursos.

La memoria de los actores de nuestro tiempo es útil para indicar a los jóvenes que desean seguir las rutas del arte, qué podrían encontrarse; brindarles claridad y contexto. La experiencia de Iris México es polémica, sin embargo cierra esta historia con un mensaje de esperanza para un futuro en que las personas tengan mayor garantía y ejercicio de sus libertades, en paz, justicia, e inclusión. Se mencionan a diversos actores políticos y culturales, sin embargo, la obra se centra en la experiencia de la mujer, en estilo femenino, su actuar líquido, y argumentos certeros. Esperamos que el lector disfrute esta contribución de Iris México a la cultura.

VIII. Aikya es un documento autobiográfico que tiene un hilo conductor de trayectoria artística, crítica, y propuesta al sistema, en defensa de múltiples causas que dan título a los Manifiestos Conceptuales. Entre estas obras visuales de texto podemos mencionar: Manifiesto por la Trascendencia en el Arte, por la Política del Amor Universal, por la Libertad de Crítica, por una Ley de Patrimonio, por la Inclusión de las Mujeres en el Arte, a favor de la Solidaridad Creativa, Manifiesto de la Velocidad de la Tortuga, Manifiesto Kundalini, Manifiesto Libertad a los Artistas que usan los Símbolos Patrios. Este trabajo de una mujer artista, al funcionar a forma de llamado social, es colectivizado, de tal manera, que los Manifiestos funcionan como banderas de utopía, de resiliencia, para ubicar puntos clave a fin de promover la positiva transformación social.

Iris México toma la palabra, y la tribuna pública. Inicia siendo una activista cultural, artística, y después, deviene en una artista chamánica, con cantos y conciencia espiritual y política; ella busca un equilibro estético para incidir de forma pacífica en la psicología social. Protagonista de la historia reciente del arte mexicano, la publicación de VIII.Aikya, memoria personal y profesional, también reivindica su lugar, y lucha en la cultura. En el contexto latinoamericano, encontramos activistas sociales, y actores culturales, algunos trabajan sólo en la escena de lo político, o lo artístico; sin embargo hay quienes como Iris México, combinan ambas esferas sociales desde la concepción de proyectos, y a través de la distribución de su obra, y performance público. Estas acciones de resiliencia creativa son arriesgadas; algunos se pierden en el camino, y otros persisten frente a las adversidades del sistema, y sobreviven a lo largo del tiempo, logrando un diálogo con el poder, la prensa, y las audiencias. Así es que logran modificar constantemente los paradigmas políticos, en defensa de ideas cada vez más incluyentes, y humanitarias; trabajan en acciones de conciencia, que educan a través de estrategias discursivas, y apuestan por la renovación colectiva.

VIII. Aikya, no es una memoria de éxitos, es un relato de tropiezos, fracasos, adversidades, incertidumbres, y también de aprendizaje, amor, servivio, y fortuna; como lo es la vida. Spicy actúa desde una confianza personal que no sabemos desde dónde la abraza, y la impulsa a continuar su actuar poético, y crítico. Ha demostrado que no es fácil derrotarla, ni olvidar el ensueño de creer en un mundo mejor; porque ella se encarga de retomar, reescribir esos discursos de amor universal, de paciencia, de solidaridad, una y otra vez. Iris afirma que -«Todos los seres humanos tenemos la posibilidad de descubrir y cultivar la bondad, que es la más alta conciencia.» Es paradójico que para hacernos llegar este ideal básicamente espiritual, la autora recurre al arte conceptual, un género en que se privilegia la inteligencia y lo pragmático. La ironía radica en que fue debido al predominio de la razón en la historia, que nos fuimos olvidando de los mitos, los arquetipos, y las más altas luces del alma humana. Iris México, «Spicy», a través del testimonio, y la sabiduría de su memoria, nos reta a manifestar una inteligencia de felicidad, de justicia social, de hacer visible la belleza de lo sensible.

Agradecemos si nos escriben y comparten una retroalimentación con sus comentarios y opiniones. Gracias.

Conoce más de Iris México, y su activismo por la Libertad, la Justicia y la Unidad en el libro VIII. Aikya, disponible en Amazon Kindle.

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