Atma Unum

Revalorización de las ovejas negras

La revalorización de las ovejas negras. Raal Ki Victorieux. Atma Unum

@raalkivictorieux, Master Ra’al Ki Victorieux

Conoce la revaloración de las «ovejas negras» en la familia y su significado en la sociedad moderna. Descubre cómo superar el maltrato emocional. https://wp.me/p3JLEZ-4MM

En el contexto familiar y social, la noción de la «oveja negra», el «chivo expiatorio» y el «patito feo» conlleva connotaciones de marginación y culpa, asociadas con la asignación injusta de responsabilidades, críticas severas y falta de reconocimiento. Este fenómeno, proveniente de la psicología, la sociología e incluso la biodescodificación, impacta profundamente a aquellos individuos que se perciben o son percibidos como diferentes. Sin embargo, a través de la reconstrucción personal y el apoyo profesional, las «ovejas negras» tienen el potencial de convertir estas experiencias en catalizadores de bienestar y crecimiento, transformándose en agentes de cambio y liberación tanto para su ámbito familiar como para la sociedad en su conjunto.

La expresión «chivo expiatorio», «oveja negra», o «cabeza de turco» se emplea para denominar a una persona o grupo de personas a quienes se quiere hacer culpables de algo con independencia de su inocencia, sirviendo así de excusa a los fines del inculpador. De manera más específica, este apelativo se emplea para calificar a aquellos sobre quienes se aplica injustamente una acusación o condena para impedir que los auténticos responsables sean juzgados o para satisfacer la necesidad de condena ante la falta de culpables.

La revalorización de las ovejas negras. Raal Ki Victorieux. Atma Unum.jpg
La revalorización de las ovejas negras. Ra’al Ki Victorieux. Atma Unum

Chivo expiatorio, patito feo u oveja negra en la familia

Es la persona que desde la infancia recibe invalidación y culpa por parte de sus padres y otros parientes. Debido a la cantidad de luz de gas, invalidación, culpa, que ha recibido durante sus años formativos, esta persona está acostumbrada a «caminar sobre cáscaras de huevo», con el fin de llamar poco la atención y así disminuir el abuso. Los familiares suelen ignorar sus necesidades, y/o demostrar una crítica severa antes sus esfuerzos y sueños. Es probable que no sólo se hayan sentido como «un metafórico saco de boxeo» en la familia, sino también recibido acoso escolar.

¿Consideras que eres la oveja negra en tu familia? Checa cuántos de los siguientes puntos aplican a tu situación:

  • Tienes actitudes, creencias, pensamientos y comportamientos diferentes a lo que espera tu familia de ti.
  • Te tratan como un metafórico saco de boxeo. Te culpan por cosas que no te corresponden, te gritan aunque no tengas que ver con los problemas.
  • Estableces límites claros y saludables a tu familia.
  • Eres firme con respecto a los valores que rigen tu vida, indiferentemente de lo que piensen tus padres, o familiares.
  • Expones tus puntos de vista sin miedo, sin intentar manipular a nadie en tu sistema.
  • No te invitan a algunas reuniones familiares o bien cuando llegas todos se callan. Te ignoran, te tratan como si no existieras.
  • Tus familiares proyectan sus miedos, debilidades o errores en ti.
  • Tu familia suele aparentar estar preocupada por ti.
  • Tienes rivalidad con tus hermanos, a cada uno se le dan diferentes etiquetas. Es muy probable que si tú eres la oveja netra, otro sea «el hijo dorado», y más parecido a tus padres.
  • Eres diferente a tus padres o hermanos, ya sea porque eres más inteligente o menos aplicado en tus estudios.
  • Minimizan tus logros. No has sido suficientemente valorado.
  • Tu familia te coloca motes o apodos desagradables.
  • Hablan mal de ti a otras personas, o incluso enfrente de ti. Dicen peyorativamente que eres «especial», tienes «particularidades», eres «raro», «diferente», «el loc@ de la familia», etc.

Las causas del maltrato podrían ser varias, por ejemplo, que los padres tengan sus propias inseguridades, alguna condición mental, o tendencias discriminatorias. Sin embargo, el maltrato verbal, emocional o mental a un niño no hace que el niño o niña merezca esas violencias, o que lo que se diga del infante sea cierto. En la edad adulta, la persona debe aprender a desapegarse de esas malas experiencias, ganar claridad y cultivar su autoestima y bienestar psicológico.

En la adultez, es común que una persona que ha recibido este tipo de maltrato emocional y psicológico por quienes se supone debían amarle y apoyarle, manifieste: ansiedad, falta de autoestima, sentimientos de no ser suficiente, falta de arraigo a la familia, carencia de un grupo de personas que le apoyen, sensación de vacío y horfandad, síntomas de estrés postraumático complejo, y mecanismos de sobrevivencia negativos como pueden ser adicción a sustancias, y/o al trabajo. También es común que muestren problemas en sus relaciones. En ocasiones están «atrapados» en la familia de origen, usualmente al servicio de sus padres, ya que no han logrado liberarse de la culpa proyectada, se sienten responsables de los demás, y no se atreven a liberarse de la toxicidad.

Usualmente son empáticos, aunque algunas veces se tornan narcisistas encubiertos. Es más factible que busquen ayuda profesional cuando son empáticos. Es muy raro que un narcisista reconozca que requiere terapia.

La herida es por donde entra la luz.

Rumi

Cuando buscan ayuda profesional con el afán de superar el trauma, se enfrentan a un proceso de reparentificación para sanar al niño y la niña interior, así como para «construir» un padre y madre interior saludables (voz o crítico interior) que le apoyen en la concreción de sus metas. Un profesional, psicólogo o terapeuta, les apoya al recordarles constantemente que: «-No es tu culpa, tú merecías algo mejor». Cuando la terapia avanza, suelen tener el valor suficiente para enfrentar el trauma de origen, y decidir minimizar o terminar el contato con la familia de origen. Se convierten en buenos detectores de banderas rojas en las relaciones interpersonales. En ocasiones se convierten en defensores de personas que han sufrido abuso, porque su experiencia les permite comprender el dolor de los demás.

Revaloración de las ovejas negras, los chivos expiatorios, las notas en la y sí mayor

En el uso moderno, debido a los avances en la psicología y sociología, e incluso en el área de la biodescodificación, la expresión ha perdido parte de sus connotaciones negativas. El término se le otorga usualmente al miembro de un grupo que posee características diferentes a sus compañeros, y en ocasiones se hace para reconocer la valentía de mostrarse libres, creativos y resilientes.

Las llamadas ‘Ovejas Negras’ de la familia son, en realidad, buscadores natos de caminos de liberación para el árbol genealógico. Aquellos miembros del árbol que no se adaptan a las normas o tradiciones del Sistema Familia.

Bert Hellinger

El autor Bert Hellinger, alemán, es conocido por ser el creador de las constelaciones familiares, un procedimiento que ofrece una imagen simbólica o arquetípica de las fuerzas imperantes en una familia o empresa, para leer la dinámica de las relaciones. Hellinger considera que las ovejas negras desde pequeños buscan constantemente revolucionar las creencias, yendo en contravía de los caminos marcados por las tradiciones familiares. A pesar de la crítica, los juicios severos, e incluso el rechazo, se abren camino para liberar al árbol de historias repetitivas que han frustrado a generaciones enteras. Son los que no se adaptan, los que gritan rebeldía, reparan, desintoxican y crean una nueva y florecida rama. A través de su innovación, de su libertad, pueden fluir por fin incontables deseos reprimidos, sueños no realizados, talentos frustrados de nuestros ancestros. Su realización es la flor más preciada del árbol, es el sueño realizado de sus antepasados.

Una «oveja negra», es el contexto de una familia de notas planas, que suenan como un do repetitivo, encarna un sí mayor, una nota disidente, pero brillante, que ilumina todo el árbol genealógico con su radiante poder.

El chivo expiatorio en sociología

El término se emplea para designar a una persona o grupo al cual los más afectados por la frustración redirigen su agresión.

Origen del término chivo expiatiorio

Los judíos, en los tiempos del Antiguo Testamento, sacrificaban un chivo (joven macho de la cabra) de acuerdo con el mandato de Dios, a fin de purificar las culpas por medio del sacrificio.​ La expresión proviene del latín expiatorius, y significa literalmente «antes de venerar».

16 Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y murieron. 2 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio. 3 Con esto entrará Aarón en el santuario: con un becerro para expiación, y un carnero para holocausto. 4 Se vestirá la túnica santa de lino, y sobre su cuerpo tendrá calzoncillos de lino, y se ceñirá el cinto de lino, y con la mitra de lino se cubrirá. Son las santas vestiduras; con ellas se ha de vestir después de lavar su cuerpo con agua. 5 Y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos para expiación, y un carnero para holocausto.

Levítico 16. El día de la expiación

La expresión se menciona en la Biblia,​ en el ritual llevado a cabo en la festividad más importante del año del calendario hebreo, en Israel, el Día de la expiación, en el cual se purificaba del pecado el tabernáculo, el santuario móvil construido por los israelitas. En dicho ritual, se echaban suertes sobre dos machos cabríos: uno era sacrificado por el Sumo Sacerdote, para la expiación de los pecados de los israelitas; el otro era cargado con todas las culpas del pueblo judío «para enviarlo a Azazel al desierto». Este último era conocido como chivo expiatorio.

En la actualidad, se utiliza la expresión para denominar a aquella persona que ha pagado las culpas de otra o de un grupo, librando a estos de represalias. También es posible que la persona víctima de este fenómeno termine mintiendo su efectiva responsabilidad para aliviar la situación, pidiendo una especie de perdón o porque recibió una amenaza coactiva, lo que a veces la empeora y hace difícil encontrar la verdad, confundiéndose a la víctima con el victimario.

Origen del término cabeza de turco

Un chivo expiatorio también se conoce como cabeza de turco.​ El origen de esta expresión se halla en las Cruzadas. La animadversión existente de las fuerzas cristianas hacia los turcos hacía que fuese muy valorado el lograr matar a uno de ellos. Si se conseguía matar a uno, se le cortaba la cabeza para ser puesta en cualquier palo, fierro o cosa alargada, a modo de trofeo. Así, se le invocaban todos los males acaecidos a los cristianos, no solo en el campo de batalla, sino también aquellos ajenos a su voluntad.

Origen del término oveja negra

Oveja negra es un modismo que describe a un miembro diferente, considerado poco respetable y despreciable de un grupo, especialmente dentro de una familia. El término se relaciona generalmente con aspectos supuestamente negativos, como por ejemplo rebeldía, alta sensibilidad, dotes creativas, diferencia identitaria, y/o neurodivergencia.​

El término tiene su origen de las ovejas negras que nacen ocasionalmente en una familia de ovejas blancas, debido a un proceso genético de genes recesivos. Las ovejas negras no eran bien cotizadas en el mercado, de ahí que estas ovejas se empezaran a considerar indeseables. En Inglaterra durante los siglos XVIII y XIX, el color negro de las ovejas era visto por los pueblerinos supersticiosos como una marca del diablo.

En el caso de las ovejas, ser blancas no es por albinismo sino por el gen dominante, que determina el color del individuo. Como resultado, en las ovejas negras predomina el gen recesivo, y si una oveja blanca y un carnero blanco son padres de un cordero negro, ambos deben ser heterocigotos con respecto al negro, por lo que hay un 25% de posibilidades de que la cría sea negra. Un estudio reciente realizado por la Universidad de Agricultura de Noruega y por la Universidad de Oregón ha determinado que el color negro se genera por un alelo ED presente al momento de la concepción.

Origen del término patito feo

El término nace del cuento de Hans Chrisian Andersen, titulado «El patito feo». Un patito era particularmente más grande, torpe y feo que sus hermanitos, los cuales le molestaban por lo feo que era. Sin embargo, al crecer, se convierte en un bello cisne que, por un reflejo de agua se da cuenta de que se convirtió en ese maravilloso animal. El cuento fue publicado por primera vez el 11 de noviembre de 1843, con otros tres cuentos y logró gran éxito.

El cuento ha tenido diversas adaptaciones y versiones para ópera, musical y películas animadas. El argumento es propio de Andersen, sin referencias a otros cuentos de hadas, tradiciones o folclore; en este cuento sintetiza los periodos principales de su vida. Cuando el crítico Georg Brandes preguntó a Andersen si escribiría su autobiografía, el poeta aseguró que ya la había escrito con «El patito feo».

«El patito feo» se ha convertido en una expresión que se aplica a cualquier situación o persona, que de principio es rechazada o mal vista, y después sorprendentemente se convierte en algo inesperado y mucho mejor.

Bruno Bettelheim en su libro Psicoanálisis de los cuentos de hadas (‘The Uses of Enchantment: The Meaning and Importance of Fairy Tales’) observa que en ·»El patito feo» el protagonista no se enfrenta a tareas, retos o pruebas típicas de los cuentos de hadas.​ En la misma línea que Bettelheim, Maria Tatar apunta en ‘The Annotated Hans Christian Andersen’ que Andersen en El patito feo está sugiriendo que la superioridad del personaje reside en que, de hecho, es otra especie diferente de las que se crían en un corral; y que la dignidad y el valor, la superioridad moral y estética están determinados por la naturaleza más que por los logros personales.

Este cuento puede interpretarse como una parodia de la autoestima; se considera una alegoría de la experiencia de la incómoda etapa en el crecimiento de un infante. Como cuento de hadas, puede ser utilizado para hacer que los niños se sientan menos avergonzados sobre sus diferencias. La clave del cuento se resume en esta frase: «¡Qué importa haber nacido en un corral de patos, cuando se ha salido de un huevo de cisne!». Un ejemplo de la vida real podría ser para un niño que actúe diferente a los demás y no se sienta aceptado, provocándole tristeza. El cuento trae la esperanza de que esas diferencias, en lugar de ser defectos, pueden ser cualidades especiales que el futuro premiará.

Cuando llega la primavera, es capaz de salir volando hasta un precioso jardín donde una bandada de cisnes aparece. El patito feo se acerca a ellos, temiendo que lo maten a picotazos. Pero éstos nadan a su alrededor y lo acarician con sus picos. De pronto se mira en el agua, ve su imagen reflejada y se da cuenta de que también él es un precioso cisne. Recuerda tantos trabajos pero ahora se siente muy, pero muy feliz. Jamás soñó que podría haber tanta felicidad, cuando era sólo un patito feo.

Conclusión

En el ámbito familiar y en la sociedad en general, es común etiquetar a las personas sensibles y diferentes con apodos despectivos como «oveja negra», «chivo expiatorio» o «patito feo». No obstante, con la orientación y el respaldo adecuados, estas personas tienen la capacidad de potenciar sus talentos y destacar. De esta manera, no solo iluminan su propio árbol genealógico, sino que también dejan una huella brillante en el mundo con su legado.

Continúa tu lectura:

Su atención significa mucho para nosotros, le agradecemos dar me gusta, comentar y compartir sus pensamientos. Para más contenido con relación al desarrollo personal y espiritual, visite: https://atmaunum.com/category/spirit/ ❤ Si le ha gustado este artículo, considere impulsar nuestro trabajo explorando nuestros libros en Amazon Kindle. ¡Su apoyo es muy apreciado! ❤ Gracias, bendiciones. 

Deja un comentario