Atma Unum

@raalkivictorieux Master Ra’al Ki Victorieux

Descubre el significado y la tradición de la Asunción de María en la fe católica. Una festividad llena de misterio, devoción y esperanza. #AsunciónDeMaría #FeCatólica

Misterio, dogma y tradición en la fe católica

Encontramos un motivo de celebración en el día de la Asunción de María, porque consideramos importante lo que representa: una divina madre amorosa quien escucha nuestras plegarias, y nos brinda esperanza y amor incondicional. La Asunción, también llamada Assumptio Beatae Mariae Virginis, significa que después de cumplir el curso de su vida terrenal, María, madre de Jesús, fue llevada en cuerpo y alma al Cielo.

La Asunción de María
La Asunción de María. Ra’al Ki Victorieux. Atma Unum

Ciclo Litúrgico de María

Las festividades relacionadas con la Virgen constan de: su Inmaculada Concepción el 8 de diciembre, su Natividad el 8 de septiembre. La Purificación de la Bienaventurada Virgen, el 2 de febrero, con una procesión de cirios, de ahí el nombre de la Candelaria. La Anunciación, el 25 de marzo, y la Asunción, el 15 de agosto.

Historia de la Asunción

En el contexto de la religión, se establecen fechas conmemorativas a través de consensos entre las autoridades. Son las iglesias católica, ortodoxa, ortodoxa oriental, anglicana, quienes celebran la Asunción. Esta fiesta era celebrada desde el siglo VI en Oriente, en el Imperio Bizantino, con el nombre de «El Recuerdo de María«, o «La Dormición de María«, para conmemorar la asunción y entrada al Cielo de la Virgen. En Oriente, después del tercer concilio ecuménico de Éfeso, en el año 431 e.c., se le declaro a María «Theotokos«, que significa «portadora de Dios«. En esa fecha inicia la Mariología, el estudio de la Bienaventurada Virgen. En el siglo VII en Roma, hacia el 630 e.c., se nombra la fecha como «la Asunción de María«. De acuerdo con una leyenda popular, en el momento del tránsito de María una nube transportó su cuerpo hasta Jerusalén, y mientras los apóstoles eran testigos, el arcángel Gabriel se llevó su alma al cielo.

Durante la festividad de la Asunción, mientras se rezaban los Padrenuestros y los Avemarías del Rosario, el fiel católico romano debía meditar en los grandes misterios a través de los 150 Salmos del Antiguo Testamento. Poco a poco, en el rezo del Rosario se incorporaron como cuentas en la devoción los quince misterios cristianos, divididos en Misterios Gozosos, Dolorosos, y Gloriosos. Se considera que la Asunción es uno de los misterios gloriosos del cristianismo, junto con la Resurrección de Cristo, su Ascensión a los Cielos, Pentecostés, y la Coronación de María como Reina del Cielo. El 1 de noviembre de 1950, el papa Pío XII, establece la Asunción como dogma de fe: verdad de la que no puede dudarse. Es notable el paralelismo entre la Asunción de María y la Ascención de Jesús el Cristo. Al igual que la gloriosa Resurrección de Cristo, como el Nuevo Adán fue una victoria sobre el pecado y la muerte, así también María, como la Nueva Eva, comparte esa victoria sobre el pecado y la muerte. Su victoria sobre el pecado se simboliza en parte en la Inmaculada Concepción, y su victoria sobre la muerte se expresa en el dogma de su Asunción en cuerpo y alma al Cielo. En la tradición cristiana, se habla de la ascensión de Cristo, porque él asciende al cielo como hijo de Dios. En el caso de la Virgen María, se hace referencia a la asunción, porque ella asciende por la gracia divina, y la intervención de su hijo Jesús

¿Por qué la Iglesia católica se tomo varios siglos para reconocer como dogma la asunción de María? La fecha y las circunstancias que envolvieron el fallecimiento de María resultaban desconocidas. No se sabía con seguridad dónde había vivido el resto de su vida, tras la crucifixión de Cristo. Se rumoreaba que había vivido con Juan, el hijo de Zebedeo, en Jerusalén, y que murió allí. No se había encontrado su tumba, aunque algunos aseguran que tuvo una sepultura en Jerusalén. Tampoco existía relato de testigos con relación a la asunción corporal de María. Ni referencia a ello en el Nuevo Testamento. En el mejor de los casos, había una tradición de pinturas que representaban «la dormición», ese amable «quedarse dormida» para pasar de esta vida a la otra. Algunos afirmaban que esto había tenido lugar en la antigua ciudad jónica de Éfeso.

Pronunciamos, declaramos y definimos como dogma divinamente revelado: que la Inmaculada Madre de Dios, la siempre Virgen María, habiendo llegado al término de su vida terrenal, fue asumida en cuerpo y alma a la gloria celestial.

Pío XII, Munificentissimus Deus

Las palabras claves en la declaración de la Asunción como dogma de fe son «divinamente revelado», ya que la revelación divina no se puede dudar, porque es la base de todas las religiones. Pío XII también recurre a la tradición, ya que los cristianos habían celebrado por siglos la Asunción de María, durante el reinado del emperador Mauricio Flavio en el siglo VI, la celebración ya era observada el 15 de agosto, en el siglo VIII, siendo pontífice San Adrián I, se puso a la fiesta el nombre de Asunción o Elevación. Además, afirmó que la elevación de María a los Cielos, como el humo, se insinuaba en la Biblia.

El padre Frederick Jelly, mariólogo dominico, afirma que aunque no exista una referencia explícita a la gloriosa Asunción en la Biblia, eso no significa que no haya base bíblica para ello, porque se insinúa a través de la guía del Espíritu Santo.

¿Qué es eso que sube del desierto cual columna de humo?

Cantar de los Cantares 3:6

En la descripción de un rey recibiendo a una princesa en su palacio:

Con vestidos de oro recamados; con sus brocados es llevada ante el rey. Vírgenes tras ella, compañeras suyas, donde él son introducidas.

Salmo 45:10-16

En los Salmos, bajo el argumento de que el arca simboliza a la Virgen:

¡Levántate, Yahveh, hacia tu reposo, tú y el arca de tu fuerza!

Salmo 132:8

También, la imagen de María como la «Nueva Eva», como la «mujer» del Génesis 3:15 y como la «Mujer vestida de sol» del Apocalipsis. Así como en las enseñanzas de San Pablo, concretamente en:

Y cuando este ser corruptible se revista de incorruptibilidad y este ser mortal se revista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: La muerte ha sido devorada en la victoria.

1 Cor. 15:54

Relato Griego de la Asunción

A mediados del siglo V salió a la luz una historia de la muerte de María, tan convincente que fue traducido al latín, siriaco, árabe, copto, y etíope. He aquí la historia:

María pasó sus últimos días en Jerusalén. Solía rezar en la tumba de su hijo pidiendo reunirse con él, hasta que un día se le apareció un ángel en aquel mismo lugar y le anunció que se le había concedido su deseo. María rogó entonces que se le permitiera ver a los apóstoles de su hijo por última vez antes de morir. Éstos estaban dispersos por todo el mundo. Juan en Éfeso, Pedro en Roma, Tomás en la India. Sin embargo, el Espíritu Santo los hizo cabalgar sobre nubes y los llevó hasta Jerusalén. Entre ellos estaba Pablo. María, ya débil y en su lecho de muerte, se despertó y conversó con sus invitados. Aparecieron ángeles alrededor de la casa, y los enfermos de la ciudad se curaron milagrosamente. El mismo Cristo se presentó para llamar a su madre. El alma de la Virgen pasó a manos de su hijo, que estaba junto a la cama, mientras su cuerpo desfallecía. Los apóstoles llevaron el cuerpo sin vida de María hasta su sepultura, mientras los judíos amenazaban la procesión del funeral. Les escupían insultos, pero las piedras arrojadas a los dolientes se veían milagrosamente repelidas. Al ver esto, muchos judíos se convirtieron. El cuerpo de María fue depositado en la tumba, la cripta fue sellada. Poco después, los apóstoles fueron a echar un vistazo a la sepultura de la Virgen y descubrieron la puerta abierta y a Cristo, de pie, dentro del sepulcro. Estaba reinfundiendo el alma de María en su cuerpo. Y luego, ambos -Cristo y su Madre- ascendieron a los Cielos.

La tradición de la Ascensión

En muchas tradiciones espirituales se habla de la ascensión, aunque con diferencias entre culturas, se considera que este fenómeno se logra a través de un desarrollo personal, mental, espiritual, evolutivo o de iluminación. Gracias a un cierto nivel de sabiduría, conocimiento de sí mismo, y desarrollo de un carácter con virtudes, los humanos logran «subir» a un plano de energía superior. Los grandes maestros espirituales, como la Virgen, el Cristo, y los Budas, femeninos o masculinos, han logrados la ascensión. Debido a su gran bondad, desde un plano superior, siguen brindando bendiciones y guía a los seres humanos.

Referencias:

Panati, Charles. 2002. Los orígenes sagrados de las cosas profundas. Lo que hay detrás de los ritos y los rituales de las religiones del mundo. Obelisco. Barcelona.

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