Javier Huerta @eshuertajavier
La Vivienda es un Derecho, no una Mercancía
La conformación de la lucha por la vivienda es a nivel internacional, porque representa un derecho humano que trasciende las fronteras. América Latina cuenta con uno de los grandes ejemplos a seguir en cuanto a organizaciones de carácter popular, que han logrado trascender como un referente: el Movimiento de Inquilinas e Inquilinos en Venezuela. Su proceso político-social y dinamismo han dado pasos constantes y firmes. A continuación les compartimos el manifiesto, y la historia de esta organización, los interesados en más información pueden consultar su página de Internet: http://movimientodeinquilinos.blogspot.com/

Manifiesto por la Revolución Urbana
Caracas, noviembre, 2010.
Las grandes mayorías excluidas por el Capitalismo Rentista y Especulativo habitamos en la ciudad, que en Venezuela implica el 90% de la población. Desde principios del siglo XX, y financiados con el enorme ingreso que implicó la renta petrolera, el negocio inmobiliario y de la construcción ha tenido en la ciudad un espacio permanente de reproducción especulativa de capital y transferencia de la riqueza a los sectores concentrados de la economía, mercantilizando el espacio urbano, y negando a los sectores populares y la clase trabajadora de la posibilidad de acceder a un lugar donde vivir con dignidad. Hoy en nuestro país, el negocio inmobiliario, financiero y de la construcción, es el sector económico más poderoso, con una incidencia en la economía mayor que la propia actividad petrolera o la recaudación tributaria. Estos sectores son los verdaderos enemigos históricos de las clases populares, y están representados por la gran propiedad inmobiliaria (Cámara Inmobiliaria de Venezuela), los capitalistas de la construcción (Cámara de la Construcción), y los banqueros especuladores (Asociación Bancaria). Además, históricamente estos sectores han contado con el apoyo y financiamiento de las clases políticas dominantes y la burocracia gubernamental para promover el negocio de la ciudad, quizás el más grande de la historia de Venezuela. El drama de la vivienda que sufre nuestro pueblo, es consecuencia directa de las relaciones sociales capitalista de producción de la ciudad. La grandes mayorías que habitamos en ésta (nosotros estimamos que un 80% de sus habitantes), no podemos acceder al mercado capitalista de vivienda, viéndonos forzados a resolver nuestra necesidad por nuestros propios medios y donde se pueda, a aguantar condiciones de explotación por inquilinato y otras formas de alojamiento, o simplemente a buscar una vivienda cada ves mas lejos de nuestros lugares originarios de trabajo y vida. La expresión histórica más importante de esta realidad la expresan nuestros barrios, que representamos el 60% de los habitantes de la ciudad, pero también nos encontramos en la misma situación inquilinos, arrimados, sin techo y ocupantes. Todos estos sectores sociales hemos venido organizándonos y articulándonos desde la llegada del Comandante Chávez y la Revolución al poder, para dar la gran batalla contra el Capitalismo. Hoy nos declaramos públicamente en guerra y movilización permanente contra los latifundistas urbanos, los especuladores inmobiliarios, los capitalistas de la construcción, los banqueros, y la burocracia enquistada en las estructuras institucionales de la Revolución que los apoyan. Somos el mismo pueblo de Zamora, que hace 160 años se declaró en insurrección popular para dar la batalla contra la oligarquía dueña de la tierra rural, los mismos excluidos de siempre, ahora en la ciudad, unificados en torno al liderazgo de nuestro Comandante Hugo Chávez y el Proyecto Socialista. Convocamos a todas las organizaciones populares que luchan por la condiciones justas de vida en la ciudad, el socialización del suelo urbano, el rescate de espacios ociosos, la transformación de nuestros barrios, el derecho a una vivienda y hábitat dignos, la producción social y autogestionaria del hábitat, contra los desalojos arbitrarios, la regulación del mercado de la vivienda, en fin a los excluidos y explotados por el capitalismo, a unificar fuerzas y conformar el sujeto histórico para esta batalla; los convocamos a avanzar en la constitución un gran movimiento popular que sea capaz, junto a nuestro Comandante de Presidente, de hacer la REVOLUCIÓN URBANA. Exigimos a nuestro Comandante la conformación de una instancia permanente de articulación política con las organizaciones populares, coordinada por el Ejecutivo Nacional y con la presencia de la Dirección Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela, para presentar nuestras propuestas y concretar una agenda popular y revolucionaria para la TRANSFORMACIÓN SOCIALISTA DE NUESTRAS CIUDADES CAPITALISTAS. Desde hace varios años creemos, como lo ha afirmado ahora nuestro Comandante, que en Caracas cabe otra Caracas, lo cual también se puede afirmar para el resto de los centros urbanos de nuestro país. Nuestras ciudades son, potencialmente, territorios con gran riqueza y diversidad económica, política y cultural. Una CIUDAD SOCIALISTA solo será posible con políticas revolucionarias que combatan las relaciones de producción y propiedad que mantiene el capitalismo, y la conformación de un sujeto histórico popular que asuma la lucha junto a nuestro líder. La tierra urbana no debe ser privada, es de naturaleza social y nos pertenece a todos y todas las habitantes de la ciudad, para que el pueblo deje de ser esclavo de los latifundistas, y así poder materializar una verdadera Revolución Urbana. CON CHAVEZ, UNIDAD POPULAR POR LA REVOLUCIÓN URBANA Y EL SOCIALISMO!
Ocupantes de Edificios Organizados. Campamentos de Pioneros-Nuevas Comunidades Socialistas. Comités de Tierra Urbana. Red Metropolitana de Inquilinos. Conserjes Unidos por Venezuela.
¡POR LA DESCRIMINALIZACIÓN DEL PUEBLO! ¡POR EL RESCATE DE INMUEBLES OCIOSOS! ¡POR LA SOCIALIZACIÓN Y ACCESO AL SUELO URBANO! ¡POR LA PRODUCCIÓN SOCIAL Y AUTOGESTIONARIA DEL HÁBITAT! ¡POR LA TRANSFORMACIÓN INTEGRAL DE NUESTROS BARRIOS! POR UNA VENEZUELA LIBRE DE DESALOJOS! POR LA REGULACIÓN DEL MERCADO INMOBILIARIO! ¡POR EL ACCESO AMPLIO A CRÉDITOS PARA VIVIENDA.
Día Mundial del Hábitat: A diez años del Manifiesto de la Revolución Urbana, ¡Vivienda, Autogestión y Comuna!
Venezuela, octubre, 2021
Hace diez años iniciamos junto al Comandante Chávez, en un diálogo público en parque Ezequiel Zamora (El Calvario), un proceso de Revolución Urbana que ha permitido al pueblo venezolano rescatar terrenos que antes estaban abandonados o subutilizados, donde hoy hay millones de vivienda construidas, miles de ellas producidas por el poder popular incluso por autogestión, también se ha protegido el derecho a la vivienda de las familias trabajadoras que antes eran arrojadas a la calle por el capital con la complicidad del Estado.
Esos avances más que logros son semillas cuyos frutos son parte del escudo que nos ha permitido resistir frente al bloqueo imperialista que ha reducido nuestro ingreso petrolero al 1% afectando la capacidad de inversión de la Gran Misión Vivienda Venezuela y su capacidad de garantizar insumos y maquinarias, poniendo en riesgo el derecho al suelo y la vivienda digna de millones de familias venezolanas.
Después de siete años de asedio y guerra híbrida la lucha de clases en Venezuela se ha agudizado entre el capital gringo y europeo que requiere el petróleo venezolano para mantener su control, la burguesía nacional que quiere reconstruir el rentismo a punta de desigualdad y el pueblo que lucha por la vida con la convicción de que no podemos volver atrás.
Hoy 4 de octubre, recordando al Comandante Chávez en la avenida Bolívar al 2012 en aquel cierre histórico de campaña: convocamos un nuevo ciclo de movilización unitaria del pueblo organizado que durante los últimos veinte y dos años ha construido socialismo en los territorios y gracias a ello ha logrado combatir y resistir al bloqueo. Nos levantamos para decirle al imperialismo que no nos rendirán nunca, respaldamos al Presidente y líder de la Revolución Bolivariana Nicolás Maduro Moros y también le decimos a los sectores del capital que no permitiremos que pretendan imponer una agenda de retroceso a los suelos ociosos, a los desalojos forzosos, a las estafas inmobiliarias, a la privatización de la ciudad.
Por eso desde comunas, consejos comunales, AVV y la diversidad de organizaciones de pobladores y pobladoras de nuestros barrios levantamos las banderas comunes de lucha:
– Por la defensa de las tierras y los inmuebles ociosos recuperados del capital por la Revolución Bolivariana. Exigimos que no se devuelvan ninguno a la burguesía, porque realmente le pertenecen al pueblo y para proteger su soberanía pedimos la transferencia de la propiedad colectiva a las organizaciones que hemos recuperado la tierra para la vida.
– Proponemos la creación de una ley de producción autogestionaria de vivienda que garantice propiedad colectiva y un fondo autogestionario para que las organizaciones populares de vivienda podamos producir nuevas comunidades para las familias necesitadas, porque las empresas privadas solo velan por la acumulación de capital y no por el derecho a la vivienda de las familias pobres.
– Exigimos al Estado la despenalización de la recuperación y ocupación popular de tierras e inmuebles, para ello detener la criminalización, es necesario dejar de llamar invasores a las familias que rescatan inmuebles desocupados, así llamaban a los pobladores de los barrios antes de Chávez, los únicos que invaden son los imperialistas. El pueblo ocupa y por eso demandamos que se elimine el artículo 471-A del código penal, que es uno de los únicos de Latinoamérica que categoriza como crimen penal algo que es una acción civil incluso en los países donde gobierna la derecha.
– Basta de desalojos forzados en nuestras ciudades porque la revolución debe garantizar seguridad habitacional para todas las familias trabajadoras. A pesar de existir una legislación en contra y el decreto de emergencia en el marco de la pandemia aún las mafias inmobiliarias con la complicidad de tribunales y cuerpos de seguridad siguen desalojando a las familias trabajadoras.
– Necesitamos la comunalización de la ciudad como socialización de los medios de producción para que las comunidades organizadas garanticemos las condiciones materiales de vida: vivienda, agua, transporte, salud, educación, gas, electricidad, seguridad, etc. El capital privado debe ser la opción para el 1% más rico pero para los territorios populares la privatización solo trae exclusión y desigualdad, por eso los modos de gestión popular, la propiedad social y el autogobierno debe ser la vía para que el poder popular pueda efectivamente resistir al bloqueo al tiempo que construimos el socialismo comunal que es la única alternativa para preservar la vida en un planeta donde tan como planteaba el Comandante Chávez: «La vida está en riesgo por el modelo civilizatorio del capital y el imperialismo yanqui.«
¡TIERRAS, HOMBRES Y MUJERES LIBRES!
¡LA VIVIENDA ES UN DERECHO NO UNA MERCANCÍA!
¡ABAJO EL 471-A QUE CRIMINALIZA AL PUEBLO!
¡LA VÍA AL SOCIALISMO ES LA AUTOGESTIÓN!
¡COMUNA O NADA!
MOVIMIENTO DE POBLADORAS Y POBLADORES
Reseña Histórica
En Venezuela, cerca de 800 mil familias viven en situación de alquiler, la mayoría arrendando durante décadas en inmuebles en mal estado, muchas de éstas construidas desde la década de los 50s y en su gran mayoría por extranjeros italianos y españoles. En ciudades como Caracas, las viviendas de alquiler se concentran en manos de grandes empresas inmobiliarias, que han obtenido por vías dudosas los derechos sobre los inmuebles. La situación de inequidad de miles de inquilinos ante los propietarios, en las décadas de los 70s y 80s, condujo al gobierno de turno a formular decretos y reglamentos para tratar de solapar tal situación. En la décadas de los 90s surgieron en la ciudad de Caracas expresiones de organizaciones de inquilinos en defensa de sus derechos. Luego de un letargo, los inquilinos comienzan a organizarse a finales del 2005, cuando la vigencia de una ley arrendaticia en el año 99, con un marcado talante neoliberal y que desconocía derechos y garantías de los inquilinos, supuso una oleada de desalojos, poniendo en la calle a miles de familias. Para denunciar esta situación, luchar contra los desalojos, contra la especulación inmobiliaria y buscar alternativas para regularizar la situación de estas familias, nacen diversas organizaciones de arrendatarias y arrendatarios. Entre estas, el Movimiento de Inquilinas e Inquilinos en Venezuela, se articula y organiza a nivel parroquial, como lo fue en nuestros inicios en la OCV San Pedro, que agrupaba a inquilinas e inquilinos de la mencionada parroquia de Caracas, pero paralelamente se fueron encontrando con expresiones similares en parroquias como San José y el Recreo hasta unirse a nivel de la zona metropolitana de Caracas.
Se definen como un movimiento social que agrupa a cientos de inquilinas e inquilinos de Venezuela quienes luchan por transformar el sistema explotador que representa el arrendamiento, y a través de la organización y la lucha consciente, desean construir uno en donde la vivienda sea un derecho y no una mercancía. Su programa político apunta a transformar el sistema de arrendamiento, pues representa un sistema explotador en donde se vive de la necesidad de cientos de miles de familias que aún no consiguen tener el derecho pleno a la vivienda, al hábitat y la ciudad. Luchan por acabar con la práctica de los desalojos, poniendo en práctica una red antidesalojo que evita la concreción de medidas judiciales de entrega del inmueble de las familias que no poseen una vivienda donde vivir, pero también viene desarrollando experiencias de avance jurídico como lo es la aprobación del Decreto Nº31 que declara la Ciudad de Caracas libre de Desalojos Arbitrarios, garantizando así lo previsto por el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
De igual forma promueven un nuevo marco legislativo que garantice equidad y seguridad a la tenencia de la vivienda, donde uno de los ejes medulares es la lucha contra la especulación inmobiliaria, para lo cual plantean la regulación y control del mercado inmobiliario, a través de un valor de los inmuebles mas apegado a la realidad de los mismos y no a las presiones del mercado, así como también el desarrollo de propuestas que permitan regularizar a las familias arrendatarias de inmuebles de vieja data, un ejemplo de ello es el proyecto de adquisición de los inmuebles para que sean comprados por los inquilinos a un precio justo.
El Movimiento de Inquilinos en su gran mayoría – al igual que otras organizaciones inquilinas del país – agrupa a familias de los sectores de capas medias de la población que habitan en inmuebles de viaja data, pero en los últimos años se vienen sumando inquilinos que habitan en sectores populares de las ciudades, así como también los que viven en pensiones, casas y habitaciones, lo que obliga a seguir profundizando en planteamientos políticos y les coloca en un horizonte promisorio para seguir luchando por propuestas transformadoras.