@masterraalkivictorieux Master Ra’al Ki Victorieux
Meditación para sanar relaciones con bebés no natos. 🕊️👼 Perdón, reconciliación y amor. #Sanación #Meditación #RelacionesFamiliares https://wp.me/p3JLEZ-6Kz
Al verlo Jesús se enfadó y les dijo: ‘Dejad que los niños vengan conmigo, y no se lo impidáis, porque de los que son como ellos es el Reino de Dios. En verdad os digo: quien no reciba el Reino de Dios como un niño no entrará en él’. Y abrazándolos, los bendecía imponiéndoles las manos” Mc 10, 13-16
Esta meditación es una guía para sanar las relaciones de una mamá o papá con en el bebé que ha perdido, ya sea porque haya nacido sin vida o muerto poco después del parto, que haya tenido un aborto natural, espontáneo, o provocado. También, en el caso de las personas con el síntoma de yacente (que han nacido después de un bebé no nato), pueden realizar la meditación pidiendo permiso como hermanos, para representar la familia frente al almita del bebé, y de esta forma contribuir a dar a cada cual su lugar, y dejar de sentirse un “bebé de reemplazo”. Si así lo desean, la madre o padre del bebé puede acompañar a la persona con el símbolo del yacente, para hacer la meditación en conjunto. No importa si el bebé se perdió en fechas recientes o hace décadas, siempre es un buen momento para sanar.

Es una pérdida común
Empecemos por quitar el velo del tabú a la pérdida de un bebé. Cincuenta por ciento de los óvulos fecundados nunca logran implantarse en el útero para convertirse en un niño. Aproximadamente uno de cada cuatro embarazos no llega a término. La mayoría de las pérdidas suceden durante el primer trimestre. La mitad de estas se deben a defectos de los genes o cromosomas. El sangrado vaginal es el síntoma más común de la pérdida de un embarazo. También, hay más de cuatro abortos provocados por cada diez nacimientos normales. En ocasiones, las mujeres deciden practicarse el aborto por haber sido resultado de una violación y/o otras violencias. Además de las medidas estadísticas que pueden causar el aborto de un bebé, también de dos nacidos muertos por cada cien nacidos vivos.
Las secuelas en la salud de los padres, sus hijos posteriores, y su árbol genealógico
En las mujeres, la salud sexual está relacionada con el chakra Yesod, es decir por el chakra sexual. También, es controlado por el chakra ajna, el cual controla el sistema endocrino. El sistema reproductivo también es afectado por el chakra de la garganta, que es el centro de la creatividad superior, y por el chakra básico, que energiza sustancialmente al chakra sexual.
El chakra Yesod en las mujeres, controla y energiza la vulva, el clítoris, la vagina, el útero, las trompas de falopio y los ovarios. El útero es controlado y energizado por el chakra menor del útero, mientras que los ovarios y las trompas de falopio son controlados y energizados por los chakras menores de los ovarios.
En los hombres, el chakra sexual controla y energiza el pene, los testículos y la próstata. Los testículos además son controlados y energizados por los chakras menores de los testículos, mientras que la próstata es controlada y energizada por los chakras menores de la próstata y el perineo.
Cuando un embarazo no llega a buen término, es probable que haya existido una condición latente que lo impidió, por ejemplo, un problema genético del padre, la madre, o de la incompatibilidad entre ambos, o falta de las condiciones adecuadas durante el embarazo. Si la mujer ha sufrido abortos, tendrá afectados sus chakras sexual, de ombligo y básico. En caso de que el aborto haya sido intencional, esto se puede manifestar en repercusiones kármicas negativas para la madre y sus hijos posteriores.
“Después de rezar por sus tres traumáticos abortos, Sandy retornó a casa para encontrar a su hijo de siete años que había sido hiperactivo desde su nacimiento, capaz de dormir por primera vez durante toda la noche y de portarse normalmente en la escuela al día siguiente. Durante las próximas semanas, Sandy se dio cuenta no solamente de que la hiperactividad de su hijo había cesado, sino también de que su incapacidad para aprender, diagnosticada como permanente, había desaparecido. Otro ejemplo es Jan que lloraba incontrolablemente mientras rezaba por el aborto que se provocó su hermana a quien Jan había prometido no dejárselo saber a sus padres. Después de esta oración, Jan pudo concebir nuevamente, aunque durante tres años después del aborto, ella había sufrido un progresivo deterioro de sus órganos reproductivos y se le dijo que nunca más podría concebir.”
Sheila Fabricant Dennis y Mattew Linn. Sanando las relaciones con bebés nacidos muertos y abortados.
Las muertes de bebés en un árbol familiar repercuten en la salud de varios integrantes, no sólo en la madre. Además del ejemplo mencionado por Dennis y Linn de cómo sanar un aborto puede mejorar la salud de un hijo posterior, o de la tía, podemos encontrar el Síndrome del Yacente o Fantasma: Este concepto de la Biodescodificación se aplica cuando una persona “carga”, lleva consigo la herencia emocional, dramas, creencias o misiones de un familiar muerto previo a su concepción. Este Síndrome se basa en la gestión que el árbol genealógico realiza de las muertes no esperadas, no justificadas, o duelos bloqueados, no realizados, por ejemplo en el caso de suicidios, asesinatos, accidentes, muertes de recién nacidos, y abortos. El no realizar un duelo apropiado a los integrantes del árbol, hace que la muerte de un integrante de la familia siga perjudicando la salud y el bienestar de los nuevos miembros. De ahí la importancia de reconocer y aceptar lo sucedido, y liberar las muertes de forma apropiada a través de reconocer y honrar a los muertos con el luto, las oraciones, meditaciones por la ascensión de los difuntos, y trabajar en la sanación de los vivos.
Todos somos seres espirituales que venimos a la Tierra a aprender, a sanar, a evolucionar. Tanto los bebés difuntos como los vivos necesitan sanación… Aunque cada uno de manera diferente.
Los padres (madre y padre) pueden manifestar dolor emocional y físico con la muerte del bebé. El dolor intenso puede incluir culpa, enojo, cansancio, falta de apetito, incapacidad de concentrarse, y enfermedades físicas como dolor de espalda crónico. Algunos problemas psiquiátricos pueden ser depresión crónica, y dolor fantasma (shadow grief): un constante sufrir o apatía emocional en la cual una persona no puede relacionarse completamente al momento presente. Además, la pareja podría afligirse por problemas maritales después de perder un hijo, usualmente por la incapacidad de compartir el dolor. Si desean colaborar juntos, es recomendable la oración y meditación en pareja, no sólo por la sanación de cada uno, sino también para fortalecer el matrimonio.
Si el vínculo matrimonial o de pareja fue disuelto, cada uno de los padres debe buscar la sanación por sí mismo, con la ayuda de sus guías espirituales y médicos profesionales, con paciencia y persistencia, porque es importante dejar ir el dolor y volver a abrazar la vida.
Ya sea que la mujer desee embarazarse después, o no, es importante que se procure la Sanación Sexual en Mujeres (tratar los chakras sexual, de ombligo y básico), el padre también necesita sanación sexual, y ambos un tratamiento emocional, mental y espiritual a través de la recapitulación y liberación, la oración y la meditación en el perdón, la reconciliación y el amor.
Los bebés necesitan nuestras oraciones
Es importante rezar por los bebés fallecidos antes del bautizo, por los bebés abortados, por los llamados “angelitos”. En México, El día 1 de noviembre se celebra la fiesta de los difuntitos dedicada a los muertos niños, que si mueren bautizados van directamente al cielo, en donde se convierten en “angelitos”. El día siguiente, 2 de noviembre, se dedica a los muertos que fallecieron adultos.
Lo que impide a un bebé fallecido el dar y recibir amor son las heridas no sanadas que experimentó en el vientre materno. Los fetos en el vientre materno pueden ver, oír, saborear, sentir pena, soñar y llorar. También pueden recordar, incluso desde el momento de la concepción. En 1948 David Spelt comprobó que un feto podía aprender una respuesta condicionada a un ruido elevado y recordarlo por varias semanas. La teoría de Karl Pribram es que la memoria depende de las moléculas de proteína en una sola célula más que de complejas conexiones nerviosas, y la teoría de Lyall Watson es que la memoria está almacenada en el cuerpo espiritual que acompaña a nuestro cuerpo físico. El feto recuerda las experiencias de su madre mientras estuvo en su vientre. Esta relación psicológica se basa en transferencias químicas y hormonales a través de la placenta. Si la embarazada sufrió miedo, rabia, alegría, paz, entre otras emociones, por los cambios en la física sanguínea, compartió esta experiencia con el feto también.
Esta importancia del tiempo de gestación se manifiesta por ejemplo en la costumbre de Corea del Sur de considerar que al nacer un bebé, este ya tiene un año de edad. Este sistema de conteo tradicional chino, originado hace cientos de años, fue eliminado por razones administrativas en el 2023, y ahora, sólo permanece en Taiwán. Otro ejemplo de la relevancia del embarazo, lo encontramos en el proyecto sentido: un concepto desarrollado por el psicólogo francés Marc Fréchet que se utiliza en la biodescodificación Rizoma. Este concepto consiste en reflexionar sobre los programas inconscientes que un bebé recibe de sus padres y otros adultos “maternantes” desde la concepción hasta los primeros años de vida. Una de las causas que causan mayor estrés es la relación matrimonial.
El psicoterapeuta Dr. Andrew Feldmar tenía tres pacientes que trataron de suicidarse en la misma fecha cada año. Resultó que ese día era el aniversario del segundo o tercer mes de su vida en el vientre materno. Los intentos de suicidio coincidían con la fecha en que la madre de cada uno había intentado tener un aborto. El paciente a quien su madre había tratado de abortar con una aguja zurcidora, trató de suicidarse con una navaja para rasurarse. El paciente que sobrevivió a un intento de aborto con productos químicos, trató de suicidarse con una sobredosis de droga. Sus ideas suicidas eran recuerdos de los intentos de sus madres de matarles. Al reconocer esto y poderlo liberar, quedaron libres de la compulsion anual de cometer suicidio.
Los difuntitos bebés requieren estar reconocidos en el árbol, honrados en nuestra memoria, y que recemos por ellos para que Jesús y María le reciban con amor, para que el bebé pueda dar y recibir amor plenamente en el cielo.
Meditación para sanar las relaciones con bebés no natos
Invocación
Solicitamos la intervención de Padre Madre Dios, de los ángeles, de los maestros espirituales, para esta sanación. Respiramos profundamente. Recuerda un momento en que te sentiste especialmente amado, cuando pudiste experimentar el amor de Dios a través de tu experiencia humana. Respira profundamente y experimenta dentro de ti ese amor nuevamente.
Contacto
Piensa en el bebé que has perdido, ya sea porque haya nacido sin vida o muerto poco después del parto, que hayas tenido un aborto natural, espontáneo, o provocado. Si le has puesto un nombre, llámalo por su nombre. Ponte en contacto con tus sentimientos a ese bebé, date permiso de experimentar el amor, la tristeza, el deseo de ser madre o padre, el dolor o la culpa por la pérdida, o cualquier emoción que experimentes en esta relación.
Comparte el amor que experimentaste al inicio de esta meditación con el bebé. Visualiza que Jesús y María están delante de ti. Observa como ellos tienen a tu bebé en brazos y te lo ofrecen. Abre tus brazos y recíbelo. Dile al bebé todo lo que has guardado en tu corazón hacia él. Escucha su respuesta, pon atención a lo que él ha guardado en su corazón para ti. Durante unos minutos, habla con el bebé, dile todo lo que quieras. Pide la intervención de los ángeles, de Jesús y de María, para que logren perdón mutuo y reconciliación. Te puede ser de ayuda recordar y recitar el mantra del Hoponopono: “Lo siento, perdón, te amo, gracias”.
Con el apoyo de estos seres de luz, perdona a cualquier persona que pudo haber lastimado al bebé, ya sean parientes, parejas, médicos, o amigos. Cualquiera que, con o sin conocimiento de ello, no cuido de esta nueva vida. ¿Tal vez tú, tu pareja, o algún familiar o persona cercana aún sienten rabia con el destino, o con Dios por haber enviado al bebé en lo que consideraban no era la época deseada?, ¿o por no brindar las condiciones propicias para el nacimiento, por “quitártelo”? En este caso, pide nuevamente la ayuda y el amor de Jesús, María y los ángeles, para que todos los implicados puedan aceptar lo sucedido, y encontrar perdón en su corazón, no sólo para todas las personas implicadas, sino también hacia Dios.
Si aún no le has dado un nombre, bautízalo. Observa si es niño o niña, pregúntale ¿qué nombre quieres? Con las bendiciones de Jesús, María y los ángeles, bautízalo con ese nombre, pidiendo que el bebé sea purificado de cualquier dolor u oscuridad. Haz el signo de la cruz en la frente del niño, y dí con Jesús: —”Yo te bautizo (el nombre del niño) en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” Ahora, vierte agua bautismal sobre su frentecita. Siente cómo el agua lo limpia y lo renueva.
Si el bebé ya tiene un nombre, haz el ritual para que reciba las bendiciones de Jesús, María y los ángeles, llámalo con su nombre, pidiendo que el bebé sea purificado de cualquier dolor u oscuridad. Haz el signo de la cruz en la frente del niño, y dí con Jesús: —”Yo te bendigo (el nombre del niño) en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” Ahora, vierte agua bendita sobre su frentecita. Siente cómo el agua lo limpia y lo renueva.
Cuando estés listo, entrega el bebé a los brazos de Jesús y María, pidiéndoles que te muestren cómo tú y el bebé pueden continuar amándose mutuamente a través de Jesús. ¿Cómo quieres que el bebé ore por ti y tu familia?, ¿cómo quiere tu bebé que tú ores por él?, ¿cómo pueden amarse pacíficamente, y ser felices? Pide a los seres de luz que ayuden a que el bebé logre la ascensión acompañado de tus difuntos familiares, que lo guíen y lo acompañen al cielo. También, invítalos a que entren en la luz de tu corazón. Guarda una memoria, un recuerdo amoroso, y conserva la luz del amor de Jesús y María en tu corazón. Observa cómo ellos hacen su casa dentro de tu amoroso corazón. Siente el gran amor que hay en tu corazón y permite que recorra todo tu cuerpo.
Agradecimiento
Damos las gracias a Jesús, a María y a los ángeles por su intervención para sanar tu relación con el bebé. Pedimos que nos iluminen con sus sagrados corazones, para mantener nuestros corazones amorosos y saludables.
Amén, así sea.
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