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📚 🦄 Sumérgete en un mundo donde hadas y sirenas son reales. Descubre la magia de la naturaleza y expande tu percepción. 🍄🌟 ¡Lee ahora y transforma tu mente! 🧜‍♀️ 🧜‍♂️ ✨ #Literatura #hadas #Naturaleza 🌈🧚‍♀️ 🧚‍♂️🦋 https://wp.me/p3JLEZ-83p

En esta ocasión les comparto un artículo que publiqué en el 2006, en el boletín electrónico y blog de arT&+, Arte y Más, organización cultural que fundé y dirigí circa 2000 – 2006. Este trabajo es parte de la digitalización del acervo de Atma Unum.

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Espíritus de la Naturaleza

¿Es un mundo de gnomos, elfos, hadas y ángeles un mundo de fantasías infantiles, o realmente de iniciados que han abierto puertas místicas en su sensibilidad y percepción? Charles Webster Leadbeater en el libro “Espíritus de la Naturaleza” asegura que hadas, duendes, elfos, sílfides u ondinas, son tan reales como nosotros mismos, aunque su esencia vibratoria es más alta que la nuestra, por lo que sólo los niños y las personas con una espiritualidad elevada pueden verlos y contactar con ellos. Sostiene que no estamos solos en el mundo, y que los recursos naturales del mismo no nos pertenecen sólo a nosotros; la humanidad es únicamente un elemento del universo, y al cuidar de éste, en realidad estamos cuidando de nosotros mismos

Hadas, sirenas, pegasos y ángeles, han tenido un enorme marketing en los últimos tiempos. Por ejemplo, las colecciones “Fairytopia” y “Mermaidia” de Barbie. También, la cinta Argentina “Pequeños milagros” en la que Rosalía, una cajera de Buenos Aires, descubre a través de sueños y visiones; que es un hada. Asimismo, encontramos un sin fin de títulos bibliográficos en Sanborns que tratan de: ¿Cómo hablar con ángeles?, diccionario de ángeles, etcétera. Y por supuesto, la colección de hadas y duendes en cerámica que habitan en vitrinas de regalos en dicha tienda y en otros comercios departamentales tipo Fábricas de Francia (también llamado Liverpool), Palacio y por supuesto en tianguis tipo Coyoacán o toda clase de lugares esotéricos, que abundan en la Roma y otras colonias. Principalmente en abril, mes de los niños, y en fiestas decembrinas, espíritus mágicos invaden la publicidad y los comercios. A pesar de las suspicacias y preocupaciones de las “buenas conciencias” preocupadas de la “perniciosa” influencia de la magia (o brujería) en sus criaturitas. Para ilustrar, les cuento que ayer en la librería del Palacio de Bellas artes ví un libro que trata de “la influencia de Harry Potter en nuestros hijos” que por supuesto incluye un capítulo de “Cómo usar a Harry para predicar el evangelio”. Sin embargo, la dimensión mágica, romántica en ocasiones y otras veces oscura, parece haber llegado para quedarse en el consumismo actual, con numerosas versiones kitsch y hollywoodenses.

Leadbeater es uno de los más importantes síquicos y ocultistas de la historia, nacido en 1867, conoció a Madame Blavatsky, fundadora de la Sociedad Teosófica a la que se unió, y fue iniciado en la India, desarrolló dotes de clarividencia, exploró sus poderes mentales, escribió libros y fundó, junto con James Ingall Wedgwood, la Iglesia Católica Liberal, de la cual fue obispo.

En “Una evolución aparte”, primer capitulo del libro que nos ocupa, Leadbeater asegura que los espíritus de la naturaleza constituyen una evolución aparte de la humana. Nos habla de los tres reinos elementales hasta llegar al mineral, del que asciende por el vegetal y el animal para alcanzar la individualidad en nivel humano. También afirma que, desde este punto, el humano puede avanzar por las etapas del Sendero y en progresión ascendente al Adepto y a un más allá. Advierte que hay que ser conscientes que nuestra línea no es la única, ni la más importante, recordando que la humanidad en su manifestación física ocupa una pequeña parte de la tierra, mientras que otras entidades pueblan no sólo la tierra sino también el mar y el aire. Al profundizar en la línea de evolución de los espíritus de la naturaleza, aclara que algunos tipos inferiores de espíritus no tienen nada de estéticos, su aspecto y gustos groseros están en correspondencia con su etapa de evolución. Ubica en un nivel inferior a seres como los gnomos, quienes si bien habitan en el seno de las rocas, se acercan a la superficie de la tierra e incluso se pueden mostrar al aire. También, a formas etéreas que tienen su morada en las profundidades del mar. En otro nivel de evolución, habla de las hadas, quienes habitan en la tierra, y tal como nosotros, hay diferencias físicas entre los grupos según el lugar que habitan. Así como también nos cuenta de espíritus acuáticos que pueblan el océano en aguas luminosas. Un nivel más avanzado en la evolución lo conforman espíritus aéreos; el reino de los devas o ángeles, el cual se halla por encima del reino humano, tal como el reino humano está por encima del animal. De la misma forma en que el animal doméstico logra individualidad al entrar en el reino humano, un hada, espíritu de la naturaleza, para lograr la individualización ha de ponerse en contacto con el ángel, servirle de ayudante y trabajar con él hasta aprender a trabajar como los ángeles. Así, el hombre entra al reino de los ángeles como iniciado, ya que la entrada a ese reino es una de las siete puertas que se abren ante los pasos del adepto. Esto queda ordenado en un diagrama de la evolución de la vida, que inicia en la vida elemental, y culmina en los espíritus solares.

Entre los espíritus no desarrollados, se encuentran: Masas irregulares, con enormes y rojas fauces que viven en las nauseabundas emanaciones etéreas de la sangre y del pescado podrido. Entidades rojinegras, semejantes a crustáceos rapaces, que planean voraces sobre congales y puteros. Pulpos que gustan regodearse en los vapores alcohólicos de orgías y borracheras. Estos y otros seres disfrutan bañándose en vibraciones levantadas por la cólera, avaricia, crueldad, envidia, celos y odio.

La imagen mediática más clara que recuerdo al leer este párrafo es la de los enormes pulpos que amenazan la nave de los protagonistas en la famosa película “Matrix”. Y ciertamente he de asegurar que así como cuando uno encuentra personas que irradian su propia luz, también hay individuos que aunque saluden detrás de sus anteojos y vayan acicalados después de haberse dado un baño, su vibra es muy semejante a algo pastoso y hambriento, cizañoso y purulento ¡fuchi! Sin embargo, no hay historia sin conflicto, así que en la mayoría de las series de dibujos animados el villano aparece con fastuosos diseños de modas inspirados en bestias y moluscos, sino, pregúntenle al Dr. Octopus.

Las hadas, tienen colores propios que distinguen unas especies de otras, así como se distinguen las aves por el plumaje, cada raza mora en distinto país y a veces en diferentes comarcas de un mismo país, como sucede con los hombres de una nación. Las hadas de más vivos y brillantes colores moran en los trópicos. En Inglaterra es común la variedad verde esmeralda, que también mora en los bosques de Francia y Bélgica, en el estado estadounidense de Massachussets y en las orillas del Niágara. La especie más común de Austria es de un admirable y luminoso azul celeste. La de Nueva Zelanda es de azul intenso con motas de plata. En la Isla de Java existen dos simpáticas variedades; una es añil, con débiles reflejos metálicos, y otra en que aparece toda la gama del amarillo. California tiene una variedad muy linda, blanca y oro, que parece ser única. En la India hallamos diversas especies, unas entremezcladas de soberbios colores casi chillones por su intensidad, moran en las llanuras, y otras de color rosado y verde pálido o azul claro y amarillo verdoso en las montañas. En algunas partes una variedad negro y oro, que es más común en los desiertos africanos, y también otra cuyos individuos parecen estatuas pequeñas de refulgente metal carmesí, semejante al latón de los atlantes.

Leadbeater subió a la montaña sagrada de Irlanda; Slievenamon. En sus llanuras habita una variedad de hadas roja y negra, maligna y activa. A las faldas, se encuentra un apacible tipo azul que rinde vasallaje al Tuatha de Danaan. En el espacio aledaño a la cumbre se encuentran poderosos devas, gigantescos, de un verde de hojas primaverales, con indescriptible suavidad, refulgencia y brillo. La leyenda y la tradición irlandesa cuenta, que quien duerme una noche en la cima de la montaña sagrada, al amanecer, despertará poeta o loco. Poeta; si logra responder a la exaltación de todo su ser, ocasionada por el tremendo magnetismo que influyó en él mientras dormía. Loco; si no tuvo fuerzas suficientes para soportar el estremecimiento.

Por alguna Californication razón, nos han vendido la idea de que los nuevos super héroes van al oriente como parte de su entrenamiento. Sí, Estados Unidos le declara la guerra a Vietnam y a Irak, pero manda a las protagonistas de Kill Bill y Tomb Raider a entrenarse, cargar su energía o pedir una llamada telefónica, en tierras lejanas. Irlanda es la tierra rebelde de Inglaterra. Reino Unido es un país aliado de Bush en su guerra por petróleo, tal vez por eso las secuelas cinematográficas evitan ensalzar las virtudes de San Patricio y de la montaña Slievenamon. Hay quien asegura que los monjes tibetanos, se han domesticado y vendido al marketing internacional por el Nobel y a fin de continuar su millonario peregrinar, ya son inofensivos y por tanto útiles a las historias apadrinadas por el capitalismo de la bandera con rayas y estrellas.

¿Qué dirán de todo esto las hadas? Leadbeater asegura que tienen muchas razones para evitarnos: El hombre devasta y destruye las criaturas de la naturaleza que a ellas les gusta cuidar. La humanidad tala, siega, arranca, invade la naturaleza con cemento y metal, manipulaciones químicas, humo, petróleo. Por lo que es lógico que las hadas nos ven con horror y se apartan de nosotros como de un reptil venenoso. ¿Seremos para las hadas como los pulpos para Matrix?

Entre los placeres de los espíritus de la naturaleza se encuentra el producir formas mentales de varias clases, ellos no conocen el miedo, pues son espíritus de Dios, quien es amor, y el perfecto amor desvanece todo temor. Leadbeater concluye en que este reino es un interesantísimo campo de estudio, no sólo por la influencia que en nosotros ejercen, sino porque al comprender una línea de evolución tan distinta de la humana, se extiende nuestra mente y reconocemos que el mundo no existe para nosotros solos, y que nuestro punto de vista no es el único ni el más importante.

 Los viajes por países extranjeros producen el mismo efecto, aunque en menor grado, porque enseñan al hombre libre de prejuicios que razas en todos los aspectos tan valiosas como la suya puede diferir notablemente de ella en multitud de características. En el estudio de los espíritus de la naturaleza hallamos la misma idea aún más ampliada. Es un reino diferente, sin sexo, exento de temor, sin lucha por la existencia, y, sin embargo, la meta final de su evolución es en todo y por todo análoga a la que se alcanza por la línea de la evolución humana. Al aprender esto, podremos descubrir algo más de los múltiples aspectos del Logos, y aprenderemos a tener modestia, caridad y respeto a la pluralidad. A mi juicio, esto que propone desde una perspectiva mística Leadbeater, se parece mucho a un crecimiento humano a fin de que cuando digamos la palabra democracia, sea algo más que la suma de diez letras.

Publicación original:

Iris México. (12 de Agosto de 2006) Espíritus de la naturaleza. lengua lengua, boletín electrónico y blog en arte contemporáneo de arT&+.

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