Remedios Varo; La Relación Amorosa del Hombre y la Naturaleza

Remedios Varo
Remedios Varo. La Creación de las Aves, 1957

Marisol Cecilia León Martínez *

La obra La Creación de las Aves, 1957, de Remedios Varo, un óleo horizontal que juega con espacios de luz y sombra en una luminosidad creada por las acciones que se realizan en la pintura. La maestría técnica define la materia de cada elemento, y el tiempo de la historia que narra. La composición enmarca la acción principal en el punto áureo del lienzo, y los colores de dorada luminosidad reafirman el contenido espiritual. La estética es mágica, cósmica, sublime, sin embargo en una atmósfera de la tranquilidad en lo cotidiano. Se manifiesta claramente el gusto por la creación y la paz. El tema es la creación o co-creación de la naturaleza, en una armónica relación del personaje con el universo. Por estas características, esta obra bien podría ser una metáfora del arcano de El Mundo. Remedios Varo concibe esta obra en un momento social en que lo energético toma fuerza en México y en el mundo, encontrando el gusto de un público, que ayudó a la difusión y aceptación de su obra en galerías y museos.

Dentro de una atmósfera totalmente cósmica, Remedios Varo muestra su estrecha relación con el universo, del cual toma de una forma sutil la energía creadora para potencializarla de una manera consciente y convertirse en una cocreadora de su realidad y mundo. En esta pintura vemos un delgado ser que protagoniza la escena. Sentado sobre un escritorio octagonal, concentrado en su acción, su rostro denota tranquilidad y gusto por la actividad que está realizando. Su aspecto híbrido de ave y humano es armonioso y por su delicadeza se puede decir que es femenino. De su cuello cuelga un instrumento musical a manera de dije y que reposa sobre su corazón. Es una singular guitarra-violín de cuyo centro sale el flexible pincel con el que detalla una pequeña ave que se levanta sobre la hoja de papel extendiendo sus alas, preparándose para salir volando del lugar donde fue creada. La protagonista mujer-ave utiliza también un artefacto triangular que se conecta directamente con la luz del espacio exterior para obtener materias primas; colores y luz para sus creaciones. Las aves, liberadas del papel vuelan tanto al exterior como al interior de la habitación, en donde sin preocupación alguna, comen migas en una clara armonía y paz con lo que les rodea. El espacio interior y el espacio exterior en esta pintura, interactúan todo el tiempo. En el personaje que procesa los colores, en el triángulo-lupa que potencia la energía, en el pincel que a través del instrumento musical nos hace pensar está conectado al interior mismo de esta mujer-ave.

Un elemento simbólico interesante es el agua, que podemos ver saltar de un jarrón a otro en la esquina de la habitación, representando el contínuo movimiento de las emociones. Aunque se encuentran en contenedores específicos, se oxigenan saltando de uno a otro para no estancarse ni derramarse. Otro elemento es el triángulo, símbolo de equilibrio perfecto, de trinidad de espíritu, mente y cuerpo, o de ciencia, arte y religión. Es a través de este triángulo que el personaje se conecta el universo con su creación. La posición con la punta hacia arriba nos habla de protección, de un capelo de luz de energía psíquica cósmica astral, que permite salud y sanación en lo que es dirigido; en la pintura es lo que da vida a las aves dibujadas. El número tres se encuentra presente en esta representación de la creación; 3 rayos de luz, 3 cuerdas en el instrumento musical, 3 colores, 3 conductos de pintura, 3 patas del procesador de colores cósmico. Así mismo; los 8 lados del escritorio simbolizan el movimiento infinito del universo.

Las aves que cobran vida y transitan por la habitación; nos hablan de que lo que creamos tiene acción dentro y fuera de nuestra realidad. En este caso se mantiene la armonía en la interacción con la naturaleza y con el universo, creando con amor. Nuestras creaciones son semejantes a nuestro ser.

*Este texto fue resultado del taller Consciencia Creativa impartido por Ra’al Ki Victorieux (Iris Atma) en Realia, Xalapa Veracruz, México.

Notas: El caso de la colección de Remedios Varo es bastante interesante. En el año 2000, Walter Gruen donó su colección de obras de Remedios Varo al Museo de Arte Moderno de México. La mayoría de estas obras fueron legalmente compradas a coleccionistas privados que a su vez las habían adquirido legalmente en galerías. Fueron declaradas monumento artístico mexicano el 26 de diciembre de 2001.

Por medio de un extraño movimiento judicial, avalado por las jueces María Margarita Gallegos López y Rebeca Pujol Rosas, en ese año la española Beatriz María Varo Jiménez, sobrina y también pintora, es declarada por el Juzgado Décimo Tercero de lo Familiar en el Distrito Federal de México como única y universal albacea de la sucesión de bienes de su tía Remedios Varo.

En marzo de 2005 el Instituto Nacional de Bellas Artes apela el dictamen, el cual se suspende temporalmente en lo que instancias judiciales más competentes revisan el extraño caso.

Cabe señalar que, en vida, la pintora vendió o regaló la mayoría de sus obras, aduciendo que lo que más le importaba era el proceso creativo, no las obras en sí; las cuales, al dejar de pertenecerle, dejaron también, de acuerdo a la ley, de ser parte de su herencia.

Bendiciones de Amor, Gracia y Trascendencia

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Gracias.

Ra’al Ki Victorieux

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