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Descubre el poder del Nombre de Jesús 🙏 Una fuente de paz, amor y bendiciones.🌟📿#NombreDeJesús #Fe #Oración #Bendiciones #PazInterior https://wp.me/p3JLEZ-6sR

Click here to read the english version: The Wonders of the Name of Jesus
El ensayo “Las Maravillas del Nombre de Jesús” es una exploración profunda y enriquecedora sobre el poder y la trascendencia del Santo Nombre de Jesús. A través de estas palabras, descubrirás cómo la invocación y la comprensión consciente de este nombre sagrado pueden traer consuelo, fortaleza y bendiciones tanto temporales como espirituales a nuestras vidas. Sumérgete en esta lectura para comprender la relevancia histórica, espiritual y práctica del Nombre de Jesús, y cómo su invocación puede transformar nuestra relación con lo divino.
Las Maravillas del Nombre de Jesús
Al pronunciar el Divino Nombre de Jesús, abrimos una fuente de tesoros y riquezas, ya que es un manantial de bendiciones: Produce maravillosos resultados en nuestras almas, consuela los corazones, brinda fortaleza y gracias temporales y espirituales. El Santo Nombre de Jesús es en sí mismo una poderosa oración. El mismo Jesucristo nos prometió solemnemente que aquello que pidiéramos al Padre en Su Nombre lo recibiríamos.
Jesús Salvador de los hombres
Iesus Hominum Salvator
IHS
Cuando decimos “Jesús”, pedimos a Dios todo lo que necesitamos con la confianza de ser oídos. Cada vez que decimos “Jesús”, glorificamos a Dios con gozo y gloria infinito porque le ofrecemos los méritos de la Pasión y Muerte de Jesucristo. Al decir “Jesús”, ofrecemos a Dios las misas dichas en el mundo por nuestras intenciones. Decir “Jesús”, es un acto de amor, por el cual ofrecemos a Dios el infinito amor de Jesús. El Santo Nombre de Jesús nos salva de innumerables males, y nos rescata de las tentaciones. El Divino Nombre de Jesús gradualmente llena nuestras almas con paz y gozo.
“Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.”. Col. 3:17
Lo que debemos hacer es comprender la relevancia del Nombre de Jesús, y habituarnos a decirlo devota y frecuentemente, como una invocación, un rezo, un mantra, una fuente de consuelo y gozo. Al encomendar todo lo que hacemos en palabras o acciones en el Nombre de Jesús, nuestro actuar en el mundo es un acto de mérito y amor, y un puente para recibir la gracia divina.
“Al Nombre de Jesús doblan la rodilla todas las criaturas del cielo, tierra e infierno; y toda lengua confiesa que nuestro Señor Jesucristo está en la gloria de Dios”. Filipenses 2, 10-11.
El nombre de Jesús es en sí mismo una oración de invocación y de acción de gracias. La palabra hebrea Yeshua (Jesús) significa “Dios salva”. Incluye el verbo (ישע Ysa) “salvar/ayudar/entregar”. En el Antiguo testamento, Jesús “Yēšūa” se menciona unas 30 veces, mientras la manera completa Yehōšūaʿ aparece cerca de 100. Este nombre llegó al español desde su variante en arameo, Yēšūa (ישוע), a través del griego Iēsoûs (Ιησούς) y del latín Iesus (Iesvs).
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús porque él salvará á su pueblo de sus pecados.
Mateo 1:21
La tradición viva de la “oración del Nombre” se remonta a los primeros siglos. La repetición constante del Nombre de Jesús ha perdurado a lo largo de la historia.
Señor Jesús, Hijo del Dios vivo, ten piedad de mí, un pecador.
Oración del esichia, de la paz del corazón.
Es en el Nombre de Jesús que los católicos son bautizados, es en Su Nombre que se celebran los misterios. En el Apocalipsis se señala que los salvados llevan “el nombre de su Dios” en la frente.
Y miré, y he aquí el Cordero estaba sobre el monte Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tenían el nombre de su Padre escrito en la frente.
Apocalipsis 14:1
Jesús es el Nombre por encima de todo nombre. Jesús significa Dios hecho hombre. Cuando decimos Jesús, reconocemos el infinito amor y los méritos de Jesucristo, y honramos la presencia del amoroso Padre Dios en Él. Dios, el Infinito, el Inmenso, Eterno, Todopoderoso, Creador Omnipotente, quien llena el Cielo con su Majestad y Grandeza, se hace un niñito para ser uno de nosotros y ganar nuestro amor. Todo esto lo hizo Dios no por todos los hombres en general, sino por cada uno de nosotros especialmente. Al decir Jesús agradecemos y veneramos este estupendo acto de amor. Por ello, es recomendable decir “Jesús, Jesús, Jesús”, cada día, para recibir su maravillosa gracia.
Jesús te quiero, te adoro en todas las Hostias consagradas del mundo, y te doy gracias con todo mi corazón por haberte quedado en todos los altares del mundo por amor nuestro. Gracias, Jesús.
Dios viene a cada uno de nosotros como respuesta a nuestro frecuente llamado. Él entra dentro de cada uno tan entero y completamente como está en el Cielo. Él viene con infinito amor por nosotros. No solamente entra en nuestras bocas por nuestras palabras que repiten en Santo Nombre de Jesús, también habita en nuestros corazones, inunda nuestras almas, se une a nuestras almas tan íntimamente que se hace uno con nosotros. Su infinito amor nos arropa cuando lo llamamos cada día, con la frecuencia en que realizamos la devoción al Santo Nombre de Jesús.
Referencias:
- Paul o’Sullivan (1996) Las Maravillas del Santo Nombre. Librería del Congreso. Estados Unidos.
- Jean-Paul Hernández SJ (3 de enero de 2021) Sobre el Nombre de Jesús. Compañía de Jesús.
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