Ra’al Ki Victorieux
Nosotros y Frida Kahlo, excéntricos, concéntricos, creativos, usamos el territorio de nuestra presencia para reinventarnos, resemantizar y reflejar miradas y signos. Esta obra de performance artístico es un homenaje y un juego escénico de moda y arte independiente. Es el 18 agosto del 2007, y nuestra comitiva artística tomó el Palacio de Bellas Artes. Es decir, nos presentamos con nuestra intervención happeningstica frente a la exposición que celebró el centeranio del nacimiento de Frida. El evento contó con la participación de Iris México, Ana Campos, Toño Cedeño, Janet Valverde, Samantha Odensen, Camilo Solis, Glendy Arjona, Fatima Gamboa, Avagod Legor, Fernando Soto, y en el saxofón Oscar Gómez César. La numerosa audiencia, fans del momento, experimentaron una Fridomanía. Danzamos entre los límites de la autoridad federal y de la Ciudad, diversas posturas de las autoridades oficiales, y advertencias de marcharnos, en un intento de los polícias para que su censura se quedara en una advertencia pacífica.

Bitácora
La Alameda es un espacio bajo la vigilancia de distintas autoridades, por lo que había que realizar los trámites necesarios con cada una de ellas: 1. La policía del Palacio de Bellas Artes. 2. La policía de la Alameda. 3. Las autoridades del gobierno de la Ciudad de México. 4. Las autoridades del gobierno federal. El trámite para tener el permiso de las autoridades para presentarnos en la vía pública fue complicado. Si bien existe el derecho a la libre manifestación, es mejor prevenir.
Realicé algunas gestiones con los responsables del Palacio de Bellas Artes, en primer lugar llamé a la oficina de Américo Sánchez Hernández, Subcoordinador Nacional de Artes Plásticas del INBA. Le pregunto por cuál sería el procedimiento pertinente para obtener la autorización, y me remite con Paola Araiza, Subdirectora de Relaciones Pública y Acción Cultural. La busco durante varios días, aunque nunca pasó de su secretaria, Sandra García, quien me brinda un correo electrónico y me sugiere hablar con Silvia Carreño, de la Gerencia del Palacio de Bellas Artes. Me comunico con la Sra. Carreño, de nueva cuenta me dan un correo electrónico y me piden enviar la petición por esa vía. Mando mi solicitud a ambos correos, sin respuesta. El día 16 de agosto me informan que no pueden brindar la autorización, que ha sido presentada con muy poca anticipación, y que en otra ocasión asista personalmente al Palacio de Bellas Artes para que me turnen a la instancia correspondiente. Me advieren que no se puede utilizar la plazuela frente al museo, aunque tenga permiso de la delegación, porque no es territorio bajo la juridiscción del delegado Ebrad, sino un área federal. Me sugieren realizar la actividad en la Alameda.
Acudí a la delegación Cuauhtemoc, ubicada cerca del cruce de Insurgentes y San Cosme, a la altura del Museo del Chopo, un Wallmart y de las oficinas del PRI. En la ventanilla única se nos brindó el formato para «Solicitud de Autorización para la Presentación de Espectáculos en la Vía Pública«, el cual indica los requisitos y documentos necesarios para darle seguimiento. Nos piden, en original y dos copias: el Croquis de ubicación señalando la nomenclatura de las calles que limitan el área, medidas. Datos personales de la persona física con identificación oficial o de la persona moral responsable, con acta constitutiva, en caso de ser extranjero se requiere la autorización de la Secretaría de Gobernación. Datos del espectáculo, nombre, programa, publicidad. Documento firmado en que uno declara que el evento cumple con lo ordenado por la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos en el Distrito Federal y su reglamento, con lo dispuesto por la Ley de Salud del Distrito Federal, y sus disposiciones reglamentarias, la Ley de Protección Civil y su reglamento, el reglamento de construcciones para el Distrito Federal, la normatividad en materia de protección al ambiente y conservación ecológica y las demás disposiciones que resulten aplicables y con las obligaciones y autorizaciones impuestas por la Administración Pública local y Federal, cuando la naturaleza y clase del espectáculo público así lo requiera.
Durante el proceso de los trámites, un taxista me perdió un rato, después me formé en la fila de una oficina equivocada en la delegación, cuando llegué al fin a la ventanilla correcta para la recepción de todos los documentos faltaban 5 minutos para las 14:00 hrs, hora de cierre, así que me pidieron que regresara al día siguiente. El martes 15 de agosto finalmente logré un recibo con el número de folio 00840. Me advierten que mi solicitud es extemporánea, y que no es posible hacer el trámite en 3 días, porque se requieren al menos diez para obtener una respuesta. Entonces busco al responsable de la oficina de espectáculos, para exponer nuestra situación y solicitar su apoyo. Esto permite que al día siguiente, 16 de agosto, me brinden el documento con firma a las 19:30 P.M.
El día 18 de agosto, nos reunimos en mi domicilio para realizar maquillaje y vestuario de los participantes. Después, las Frid@s ataviadas en colores brillantes, cejas grandes y labios rojos, nos trasladamos al Centro Histórico. Cientos de personas hacian fila para ingresar a la exposición. Nuestra aparición resultó un entretenimiento en su espera. Danzamos, jugamos, improvisamos, y posamos para las muchas cámaras que nos sonreían. Recaudamos firmas a favor de la libertad de expresión. Nos encontramos con Víctor Fuenmayor, presidente de la Alliance Francaise, y miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte sección Venezuela, quien nos aseguró:
«El performance que ustedes realizan es muy atinado, ayer yo hice la fila para ver la exposición y hubiera sido mucho más ameno si hubiera existido alguna actividad fuera del museo. Los museos deben prever la atención al público tanto dentro como en el acceso a sus instalaciones, como una introducción o preámbulo a lo que uno va a experimentar»
Entonces… recibimos una advertencia de parte de Hernán González, policía del Palacio de Bellas Artes. Poco más tarde, enviaron a Heriberto Ortuño Orozco, de la Seguridad Pública en la Alameda. Después nos cuestionó Luciano Gayosso, Comandante del 51 agrupamiento de Seguridad Pública. Como notarán, en cada ocasión enviaban un policía de un rango mayor. A cada uno de ellos les mostramos el permiso firmado por la delegación. En algún momento, incluso las autoridades del Palacio de Bellas artes salieron a pedirnos fotografías de nosotros. Antes de que mandaran a la guardia nacional, nos retiramos. Es sorprendente que las autoridades, incluso las del Museo de Bellas Artes, no hayan aún encontrado una simplificación administrativa para que los artistas independientes podamos solicitar su apoyo a fin de incentivar el arte y la cultura en la Ciudad.
El público aplaudío las acciones de música, danza, performance, y también gritaron «¡Libertad!», cuando eramos interpelados por los guardias. Somos afortunados de haber logrado una manifestación creativa, lograr incidir en la experiencia estética de cientos de personas, y documentar el proceso. ¡Salud y Libertad!
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