
“La forma en que se enseñan las artes visuales en la actualidad, ha venido condicionada por las creencias y los valores relacionados con el arte de aquellos que promovieron su enseñanza en el pasado” Arthur D. Efland
La elaboración de la historia de la educación es una labor compleja, para realizar el siguiente resumen, -contextualizado en los Estados Unidos- me documento principalmente en Efland. Además de su labor como profesor de artes, definió las directrices del programa de educación artística para primaria y secundaria en Ohio, por lo que en 1982 recibió el premio de la National Art Education Association, y publica con regularidad en torno a estudios de la educación artística. (Arthur D. Efland. Una historia de la educación del arte. Tendencias intelectuales y sociales de la enseñanza de las artes visuales.)
El estudio del arte en Norte América inicia de forma escolarizada a finales del siglo XIX, la materia “El arte de la vida diaria” incluía una atención estética con fines de embellecer la escuela, casa, comunidad. La idea era transmitir cultura a los niños para transformar a los padres. La pedagogía progresista del s. XIX se consideraba adecuada para las clases privilegiadas, pero no para los pobres. Este movimiento termina a finales de los años 20, debido a que se popularizaron nuevas ideas. John Dewey fue un educador influyente en los Estados Unidos durante finales del siglo XIX e inicios del XX.
En los años 30 tiene lugar el movimiento de la educación Progresista, que apelaban a “salud física, mental y emocional. / preparación para el futuro. / importancia de satisfacciones y logros personales. / énfasis en logros activos y creativos”. Sin embargo, esta postura recibió grandes críticas de la derecha por ligarla con los comunistas. Arthur Bestor en 1952 critica esta postura ya que para él la formación debería trasmitirse a través de métodos sistemáticos. Sin embargo, no había defensores de las clases autoritarias de la década de 1890, aunque sí a la idea de basar la reforma educativa en las disciplinas.
La Gran Depresión se prolongó durante la década anterior a la Segunda Guerra Mundial. En general comienza alrededor de 1929 y termina a finales de los 30, principios de los 40. Las preocupaciones sociales tienen prioridad en la educación artística. El arte se ve como una forma de reforzar la comunidad y mejorar la vida de las personas por medio de la aplicación del diseño al urbanismo, los interiores y la ropa.
En la guerra, la educación artística es parte del esfuerzo bélico, y es vista como medio para preservar y defender la democracia, y la civilización occidental. La Segunda Guerra Mundial es un parteaguas, el mundo anterior a la guerra desapareció para siempre. Estados Unidos y la Unión Sovietica se convierten en superpotencias, con Nueva York como el centro del arte contemporáneo. Debido a las tragedias de la guerra -incluyendo la bomba atómica- termina la creencia de un futuro mejor, de la humanidad en evolución a niveles superiores de civilización.
Through art education, students develop enhanced skills for understanding the meaning making of others. Through quality art education, youth develop the capacity to attend to nuances of meaning. Most significantly, engagement with the arts teaches youth to perceive complexity as pleasure and possibility, not as irritating uncertainty. Heightened self-awareness is extended to heightened awareness of others . . . The vividness of art experiences blurs the boundaries between self experience and the experiences of another. Through artworks, students absorb the perceptions of others— situated in other times and places, embodied in other races, genders, ages, classes, and abilities. Through art, the self becomes vitally interested in other selves, sensing the possibilities and problems of those selves within oneself. A democracy cannot long function as the tyranny of uncaring majorities over various minorities of interest, nor can it long function when powerful minorities disregard the interests and needs of the majority. Democracy requires that difference be perceived not as an assault on selfhood, but as an invitation to be a fuller, more open self who incorporates the sensations and experiences of others into one’s own perceptions of the world and into one’s contributions to collective decision making. Oliva Gude, the 2009 recipient of the prestigious National Art Education Association’s Lowenfeld Lecture Scholarship.
Herbert Read (Inglaterra), y Viktor Lowenfeld (Austria), destacan en la época de de la Segunda Guerra y después, por su actitud visionaria, en la que las artes tienen un papel importante para el desarrollo de la paz, la inclusión y la armonía individual y social. “El objetivo de la educación artística no es el arte en sí mismo, o el resultado estético, o la experiencia estética, sino más bien que el niño crezca de una forma más creativa y sensible y que aplique su experiencia con las artes a todas las circunstancias de la vida en las que ésta sea aplicable”. Lowenfeld.
“La investigación artística no carece de articulación, aunque proceda de modo analógico y metafórico, y no se base en la estructura formal de conocimiento ni contribuya a ella” Barkan.
Observaremos que los enfoques y por lo tanto la institucionalización de la educación artística ha cambiado constantemente durante la segunda mitad del siglo XX.
I came to win, to fight, to conquer, to thrive
I came to win, to survive, to prosper, to rise
To fly
Micki Minaj – Fly – Pink Friday
Independientemente de la labor de educadores, artistas, teóricos en torno a la educación artística, lo que se institucionaliza en el currículo depende en mayor porcentaje de las decisiones de estado. La educación en este sentido es una forma de control social, y aunque el control es necesario para algunos objetivos humanos, su ejercicio es invariablemente conservador. Las corrientes educativas varían en respuesta al clima social dominante, las circunstancias sociales, los grupos de poder, y la fuerza del gobierno. En Norte América esto pasa por organizaciones como el Consejo Político sobre Teoría Social en la Educación Artística, y la Asociación Nacional para la Educación Artística, NAEA, fundada en 1947.
Entiendo el interés de quienes han tratado de enmarcar la educación artística en moldes más propios para el conocimiento científico, llámese la educación basada en las disciplinas, o en resultados. Sin embargo, aún cuando todas las áreas de la cultura están relacionadas (ciencia, tecnología, arte), es claro que las artes demandan un escenario más creativo y flexible -incluyente, interdisciplinario, multidisciplinario, humanista, social-; que incluya las singularidades de la diversidad idiosincrásica, cultural. Creo que es importante confiar en que la libertad intelectual del alumno puede producir resultados sociales valiosos.
Estoy segura de que debemos valorar, atesorar la conciencia que ganamos como humanidad después de momentos trágicos de la historia, como las guerras. Es decir, que las artes y la cultura siga siendo un recurso comprometido con la vida, la paz, la armonía individual y social, el entendimiento cultural internacional, el amor universal. El arte es un maravilloso territorio para fomentar la educación de individuos independientes, libres, creativos y conscientes.
Reconozco la obra de educadores como Lowenfeld, Herbert Read, Trever Thomas y Edwin Ziegfeld, quienes fomentaron en la posguerra un movimiento de paz en el arte. Así mismo, es positivo que estos temas se debaten en una búsqueda de desarrollo y consenso cultural internacional en espacios como la UNESCO.
“El objetivo general es el desarrollo de una disposición a apreciar la excelencia en el arte: la capacidad que poseen las obras de intensificar y ampliar la experiencia humana y las cualidades del arte de las que se desprende tal capacidad.” Smith, 1987.
Comulgo en términos generales con las propuestas -en los 70- del grupo de los reconceptualistas: -Philip Phenix, Maxine Greene, James Macdonald, Herbert Kliebard, Ross Mooney, Paul Klohr-: Mantienen concepciones holísticas u orgánicas de las personas y de su relación con la naturaleza. Ven a los individuos como agentes que participan en la construcción del conocimiento. Valoran, confían en gran medida en el conocimiento personal. Citan una amplia gama de fuentes del campo de las humanidades. Valoran la libertad personal y los niveles superiores de conciencia, así como la diversidad y el pluralismo.
Me parece muy interesante la Educación Artística Basada en las Disciplinas, DBAE, ya que me parece importante combinar el dominio teórico (historia, crítica, estética), de forma paralela al oficio (técnica / taller) necesario para las artes.
“Es importante que los niños -incluyendo los marginados- conozcan las grandes obras y los artistas que forman parte de nuestra cultura común. Las grandes obras de arte constituyen un registro incomparable del pasado, de la evolución de nuestra sociedad, son un vehículo destacado para la transmisión de nuestros valores más queridos de generación en generación, el arte es un reto para el intelecto y puede inspirar en nosotros el mérito e incluso la grandeza. El arte es uno de los mejores productos de la civilización. William Bennet, en una de las conferencias Getty en Los Ángeles, 1987.
La educación en arte promueve valores que permiten a los educandos practicar la inclusión y la democracia en su entorno inmediato, así como fomentar el entusiasmo por descubrirse a sí mismo y a los otros en su diversidad.
Bendiciones de Amor, Gracia y Trascendencia
Espero que te haya gustado este artículo. Te agradezco un like, comentario, o compartir. También te invito a adquirir mis libros en Amazon Kindle.
Gracias.