@raalkivictorieux Master Ra’al Ki Victorieux
Descubre cómo encontrar lo que realmente importa y cultivar una vida libre de adicciones y la carrera de la rata. Acepta tus emociones y rechaza lo que no agrega valor. Éxito es proporcional a cuántas veces has fracasado. #Bienestar #Felicidad https://wp.me/p3JLEZ-5aG
Es fundamental encontrar lo que realmente nos importa, aceptar responsabilidad por nuestras emociones y rechazar lo que no agrega valor a nuestra vida.
En el complejo entramado de la vida moderna, nos vemos sumergidos en la constante búsqueda de “más”, ya sea en lo material, lo emocional o lo profesional. En este contexto, comprender cómo encontrar lo que verdaderamente importa, aceptar nuestras emociones y rechazar lo que no añade valor a nuestra existencia se convierte en una necesidad imperante. Este texto te invita a explorar estrategias para cultivar una vida libre de adicciones y la presión por alcanzar metas irreales, así como a entender el papel fundamental que juegan el fracaso y la aceptación en el camino hacia la felicidad y el éxito. Si anhelas encontrar un equilibrio más significativo y liberador en medio de la vorágine del mundo actual, estas páginas contienen las claves que estás buscando.

La sociedad de “cada vez más”
Elige vivir libre de adicciones, máscaras y de la carrera de la rata
En la época contemporánea convivimos con paradigmas consumistas que enfatizan “lo que nos falta”; usualmente con un enfoque económico. La carrera de la rata consiste en perseguir metas financieras excesivas, normalmente establecidas por la sociedad, que acaban en un círculo de autodestrucción del que sólo se puede salir gracias a la educación financiera. Pero la tendencia de “cada vez más” abarca no sólo el dinero, sino también la compulsión por tener cada vez más en todos los aspectos: belleza física (ergo la popularidad de las cirugías plásticas), placeres solitarios (ergo adicciones con objetos (sustancias en exceso como alcohol, drogas, comida, apuestas, pornografía), donde no existe separación entre el sujeto y el objeto, y el goce es inmediato. Incluso la búsqueda de ser “cada vez más” feliz, a base de una actitud positiva superficial y falsa, sin una verdadera toma de conciencia y transmutación identitaria.
Vivir felizmente no consiste en preocuparnos por todo, se trata de saber elegir y cultivar aquello que realmente nos importa.
Establecer curso
Encuentra lo que verdaderamente te importa, y conversa con tus emociones
Muchas personas reprimen sus emociones negativas, porque así fueron educados, o consideran que eso es lo apropiado. Son “juzgadores” de sus sentimientos. Si por ejemplo, te preocupas demasiado por muchas cosas que no importan, y en consecuencia te recriminas y sientes mal contigo mismo, estás en un “bucle negativo”. NO deberías juzgar tus emociones, es inútil porque eso no te ayuda a conocerte o comprenderte. Al recriminarte por sentir, resultas atascado en la negatividad, en vez de encontrar formas de superar el proceso.
La solución tiene varios pasos a seguir:
- Que no te importen un carajo tus experiencias negativas. Rompe el ciclo de la autocondena (ansiedad, ira, miedo, culpa, etc.) y la autocompasión (victimismo). Está bien tener sentimientos negativos (lo que se experimenta, fluye, se transforma), lo que hay que evitar es castigarnos, reprimirnos, bloquearnos, por tener esos sentimientos.
- Aprende a estar tranquilo ante la adversidad. Cultiva herramientas de contención emocional, como ejercicios de respiración, meditación.
- Elimina las causas NO importantes de preocupación. Reflexiona en tus intereses, has una lista, elimina todo lo innecesario. Sé muy selectivo. Hasta lograr una pequeña lista de las cosas que verdaderamente te importan. La madurez consiste en saber cuáles son los propósitos esenciales en los que invertirás tu vida.
- Cultiva tu alfabetización emocional, sé un científico, un detective de tus sentimientos y emociones.
Quienes se permiten escuchar, explorar, conversar con sus sentimientos y emociones, encuentran en las respuestas un compás de vida. Ser un detective de nuestra sensibilidad, sin juicio, en una actitud de autoestima, autocompasión y aceptación plena, es la única forma de conocerse a uno mismo.
Acepta tus problemas
Siente y acepta tu “yo negativo”
Aunque desearíamos ser “cada vez más” felices, todos los segundos, de todos los minutos, de todos los días… la realidad humana es una cotidianidad de problemas, que no se resuelven en su totalidad por resolver los problemas de un día. El siguiente día traerá sus propios retos. Así que evítate la pena de sentir vergüenza o culpa porque existan problemas en tu vida. Todos tenemos problemas, aunque en las redes sociales sólo se publiquen los momentos “felices y envidiables”.
Lo que podemos adquirir para equiparnos mejor para la vida son:
- Capacidades para reconocer los problemas que verdaderamente deseamos resolver.
- Habilidades para resolver los conflictos.
Recibe felicidad con responsabilidad
Acepta y enfréntate a tus problemas
La felicidad no es una ecuación a resolver, tampoco es un don. Es una actividad. ¿Cómo estar, como ser felices? Por muy enamorados que estemos de la felicidad, también experimentaremos tristeza, melancolía, y otras emociones a lo largo de los días. ¿Cómo cultivar una felicidad más consistente, más presente?
Superar obstáculos nos hace felices. Negar la negatividad lleva a perpetuar los problemas. El punto no es huir de los inconvenientes. Escapar de los problemas no los resuelve, usualmente se hacen más grandes. Acepta tus problemas y enfréntate a ellos. Incluso, trata de encontrar el problema que disfrutes resolver. Escucha los mensajes de tus emociones negativas, el dolor emocional te permite saber qué requieres atender, transformar, y/o soltar. En lugar de preguntarte -¿Cómo puedo dejar de sufrir? considera -¿Por qué estoy sufriendo?, ¿con qué propósito?
La conciencia de uno mismo es como una cebolla, tiene muchas capas. Por ejemplo:
- La emoción. ¿cómo me siento?, sé lo más específico posible, utiliza una lista de emociones y al menos encuentra seis que describan tu estado actual.
- Llega a la causa raíz de esos sentimientos ¿por qué siento eso?
- Valores ¿veo esto fracaso, éxito o no?, ¿me estoy juzgando?
Hazte responsable de tu vida. Independientemente de las circunstancias, tú eres responsable de ¿cómo las percibes y qué haces en consecuencia? ¿De qué manera vas a actuar para darle forma al futuro que deseas?
Encuentra fortaleza en tus debilidades, por ejemplo:
- Aceptar la incertidumbre, nos empuja a evaluar oportunidades y valores para lograr el progreso.
- Aceptar que no sabemos algo, nos da espacio para oportunidades de aprendizaje y crecimiento.
La felicidad requiere que sepas escuchar tus necesidades, atender tus problemas, y darte tiempo para celebrar las victorias cotidianas. Es un equilibrio entre muchas emociones, sé un buen escucha y un buen padre o madre para ti mismo, cuídate, elimina los hábitos negativos y atiende tus verdaderas necesidades con responsabilidad. La felicidad es un trabajo en progreso constante.
La paradoja del éxito
El éxito es proporcional al número de veces que has fracasado.
La mejora viene de una serie de pequeños reveses. El talento está sobrevalorado, es indispensable tener persistencia en el objetivo y aprender de los contratiempos. El éxito tiene menos que ver con las condiciones previas y más con el trabajo que se invierte en algo. Sólo podemos tener éxito cuando estamos dispuestos a fracasar para aprender y crecer.
Cuando un niño aprende a caminar, se cae muchas veces en el proceso, pero no se da por vencido. A veces desarrollamos una tendencia a evitar el fracaso, limitando nuestra acción a aquello en lo que somos buenos. Pero evitar contratiempos en lo que nos importa, equivale a renunciar al éxito.
Haz algo
- Establece metas y objetivos orientados al proceso.
- Actúa. No le des demasiadas vueltas al asunto.
- Una vez que inicias la acción, obtendrás más ideas y retroalimentación. La motivación y la inspiración suele venir de la acción. No necesariamente la antecede. Por tanto, si alguna vez necesitas más inspiración para hacer algo, simplemente pon manos a la obra.
- Observa el resultado de tus acciones, y cosecha sus frutos.
Rechaza lo que no agrega valor a tu vida
¿Qué problemas te alegra tener y resolver?
Evita invertir tu preciado tiempo en causas inútiles. Elige sabiamente tus obstáculos, céntrate en lo importante. Acepta la duda y la incertidumbre, mientras ejerces tu responsabilidad y la acción que consideres más eficiente para resolver tus problemas. Si es necesario, busca asesoría y/o ayuda.
Memento Mori
La muerte da sentido a nuestra vida. Pensar en lo breve que es nuestra vida, nos puede ayudar a poner nuestros problemas en contexto y apreciar la vida. Si aceptas tu vida como un grano pasajero en la intemporalidad del universo, entonces podrás centrarte en una causa que te sobrevivirá. Empieza decir no a lo que no añade valor a tu vida, eso liberará tiempo para lo que aprecias. Se implacable con esto.
La neurosis posee tres aspectos independientes. En primer lugar, se refiere a las personas que tienen problemas para aceptar la verdad de la existencia; en este sentido es universal porque todo el mundo tiene algún problema para vivir con la verdad de la vida y paga algún rescate vital a esa verdad. En segundo lugar, la neurosis es algo personal porque cada persona da a la vida la forma de su propia reacción estilística. Al final, más allá de ambos quizás se encuentre el único regalo de la obra de Rank: que, en gran medida, la neurosis es, también, histórica por todas las ideologías tradicionales que la han disfrazado y absorbido, se han derrumbado, y las ideologías modernas sencillamente son demasiado limitadas para contenerla.
Ernest Baker. (2000) La negación a la muerte
El rechazo es una habilidad esencial para la vida. Dejar ir lo inútil y trivial te permite concentrarte en lo que verdaderamente te importa, lo más significativo. El coste de oportunidad es que al comprometernos con algo básicamente estamos diciendo “no” a otra cosa. Una vida más sana y feliz se logra al darle importancia sólo a lo relevante, y nada más. La madurez consiste en prestar atención sólo a lo esencial, y que nos importe un caraj*o lo demás. Tratar de hacer demasiado sólo genera estrés y dolor. Concéntrate en lo que realmente quieres preocuparte y desarrolla un enfoque más constructivo en el amor, el trabajo y la vida misma.
Conclusión
La vida contemporánea nos sumerge en la búsqueda constante de “cada vez más”, desde metas financieras hasta la obsesión por tener cada vez más en todos los aspectos. La felicidad no radica en preocuparse por todo, sino en elegir y cultivar lo que realmente nos importa. Es crucial aceptar y conversar con nuestras emociones, sin reprimir ni juzgar nuestros sentimientos negativos. La habilidad para rechazar lo que no agrega valor a nuestra vida nos libera para concentrarnos en lo esencial, cultivando un enfoque más constructivo en el amor, el trabajo y la vida misma. El éxito se relaciona directamente con la disposición a fracasar, aprender y crecer, más que con las condiciones iniciales. En última instancia, la madurez consiste en prestar atención sólo a lo esencial, y que nos importe un caraj*o lo demás.
Referencias:
- Mark Manson. El sutil arte de que te importe un caraj*o
- Ernest Baker. (2000) La negación a la muerte
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