Bibliofilia, amor por los libros

Ra’al Ki Victorieux

La bibliofilia es el amor por los libros; un bibliófilo es un amante o aficionado a las ediciones originales y más correctas de los libros,1​ así como un estudioso y entendido sobre sus libros o el tema sobre el que se basa su colección.2​

La bibliofilia, en el sentido específico que hoy se atribuye a la palabra, de amor al libro como objeto de colección, surge propiamente con el Renacimiento, en los siglos siglo xiv d. C. y xv d. C., época en que los humanistas, reyes, príncipes y grandes señores se dedicaron directamente o por medio de agentes especiales, a recorrer países de Europa en busca de manuscritos, cartas, autógrafos, incunables, y otros tipos de libros raros.1​

El bibliófilo clásico, ejemplificado por Samuel Pepys, es un individuo que ama la lectura, así como el admirar y coleccionar libros, que frecuentemente crea una gran y especializada colección. Sabe, además, distinguirlas e identificarlas ya sea por la pureza de su texto, su tipografía, la calidad del papel y la encuadernación.1​ Los bibliófilos no necesariamente buscan el poseer el libro que aman; como alternativa tienen el admirarlos en antiguas bibliotecas. Sin embargo el bibliófilo es frecuentemente un ávido coleccionista de libros, algunas veces buscando erudición académica sobre la colección, y otras veces poniendo la forma por sobre el contenido con un énfasis en libros caros, antiguos o raros, primeras ediciones, ediciones príncipe, libros con encuadernación inusual o especial, ilustres procedencias y copias autografiadas.

Bibliofilia, amor por los libros. Ra'al Ki Victorieux. Atma Unum
Bibliofilia, amor por los libros. Ra’al Ki Victorieux. Atma Unum

A pesar de los factores culturales que rodeaban a la mayoría de las mujeres, como analfabetismo o falta de recursos económicos, se sabe de la existencia de bibliotecas femeninas, que estaban conformadas por una gran cantidad de libros; sin embargo, existe una problemática para el estudio de estas bibliotecas, porque algunas están ligadas a la herencia masculina. Entre las mujeres que tenían el conocimiento y la capacidad económica para ser coleccionistas de libros, podemos mencionar a la reina Isabel I de Castilla, Margarita de Austria, Isabel de Farnesio3​ o Bárbara de Braganza.4​ Entre las nobles se puede destacar a Mencía de Mendoza,5​ la condesa de Oñate, la duquesa de Aveiro6​ o la condesa de Montijo.

Para muchos, estar rodeados de libros aporta una sensación placentera y reconfortante, da la tranquilidad de tener más conocimientos y entretenimientos a mano. Ernest Hemingway compraba hasta 200 libros al año, a su muerte su biblioteca en Cuba tenía alrededor de 9 mil volúmenes, y tenía más en su hogar de Estados Unidos. Virginia Woolf tenía una biblioteca personal de 4 mil títulos. Umberto Eco, tenía 30 mil libros y catalogaba a quienes los visitaban en a) Aquellos que reaccionaban con un «¿ha leído todos estos libros?, y b) quienes comprendían que su biblioteca era grande debido a su necesidad de aprender siempre más. Edward Newton, coleccionó hasta 10 mil libros, y afirmó:

«Hasta cuando la lectura es imposible, la presencia de libros adquiridos produce tal éxtasis que la compra de más libros de los que uno puede leer es nada menos que el afán del alma de extenderse al infinito».

Los bibliófilos se agrupan con frecuencia en Sociedades como la prestigiosa «Association Internationale de Bibliophilie»,7​ auténtica Academia Internacional en la que anualmente se reúnen los más sabios investigadores y los más acaudalados coleccionistas, y otras de carácter más local como la Sociedad de Bibliófilos Chilenos fundada en 1945.8​ Existen bibliófilos que han tenido un papel relevante en la cultura de sus países como Antonio Cánovas del Castillo,9​ político e historiador español de la segunda mitad del siglo XIX d. C. o Carlos Manuel de Trelles que fue un cubano que amó los libros y creó tradición en su país.

Por otra parte, en nuestros días el coleccionismo de libros antiguos, como en el caso del arte y de otras antigüedades, es un instrumento alternativo de inversión con un mercado internacional que, a pesar de su discreción, ocupa el tercer puesto en la cifra de negocio de las grandes casas de subastas internacionales tras la pintura y la escultura.

Bibliofilia y bibliomanía
El término bibliófilo puede aplicarse algunas veces a una persona que tiene una predilección obsesiva por los libros, tal vez alcanzando un grado de bibliomanía.10​ Esto se observa con frecuencia en acaparadores compulsivos, que se identifican por el hecho de que poseen un número siempre creciente de libros que no han leído, considerando el número de los que poseen y que sí han leído.

Referencias
1. Buonocuore, 1976
2. Pedraza Gracia, Clementes San Román y de los Reyes Gómez, 2003, p. 367.
3. López-Vidriero, María Luisa (2016). Constitución de un universo: Isabel de Farnesio y los libros,. Patrimonio Nacional.
4. Arias de Saavedra Alias, Inmaculada; Franco Rubio, Gloria (2012). «Lecturas de mujeres, lecturas reinas. La biblioteca de Bárbara de Braganza». Vida cotidiana en la España de la ilustración (Universidad de Granada): 505-550. ISBN 978-84-338-5446-9.
5. García Pérez, Noelia (2004). Mencía de Mendoza (1508-1554). Ediciones del Orto. ISBN 84-7923-332-X.
6. Sobral, Luís de Moura (2012). «»De la librería, contemplando al Cielo»: imagens e cultura visual em livros de ciências e técnicas da Biblioteca de D. Maria Guadalupe de Lencastre (1630-1715), Duquesa de Aveiro». Ágora: estudos clássicos em debate (14. 1): 169-202. ISSN 0874-5498. Consultado el 23 de octubre de 2016.
7. «Asociaciones bibliotecarias internacionales». Biblioteca Nacional de España. Consultado el 13 de octubre de 2015.
8. Blanc, Neville. «SOCIEDAD DE BIBLIÓFILOS CHILENOS, fundada en 1945». Santiago de Chile. Consultado el 13 de octubre de 2015.
9. «Diplomáticos y hombres de Estado de los siglos XVI al XVIII». Biblioteca Histórica. Consultado el 13 de octubre de 2015.
10. Ros-Martín, Marcos. «Bibliofilia vs. Bibliomanía». dBiblbiofilia. Archivado desde el original el 7 de diciembre de 2017. Consultado el 12 de marzo de 2012.

Bibliografía

  • Arias de Saavedra Alías, Inmaculada y Gloria A. Franco Rubio, «Lecturas de mujeres, lecturas de reinas: la biblioteca de Bárbara de Braganza». En Arias de Saavedra Alías, Inmaculada (ed.), Vida cotidiana en la España de la Ilustración, Granada, Ediciones Universidad de Granada, 2012, pp. 505-550 ISBN 978-84-338-5446-9
  • Baranda, Nieves (2017). Mujeres bibliófilas en España. Turpin Editores. ISBN 978-84-946911-5-7
  • Buonocuore, Domingo (1976). Diccionario de bibliotecología: términos relativos a la bibliología, bibliografía, bibliofilia, biblioteconomía, archivología, documentología, tipografía y materias afines (2º aumentada edición). Buenos Aires: Marymar. ISBN 9789500030526. OCLC 758147045.
  • Devaux, Yves (1988). L’univers de la bibliophilie. París: Pygmalion. ISBN 978-2857042730.
  • Duxeus Mallol, Mercedes (2001). «Las instituciones públicas ante la oferta de libros y documentos de interés histórico». II Simposium Archivos familiares: valoración y tasación (Santander: Asociación para la defensa del Patrimonio Bibliográfico y Documental de Cantabria).
  • Mendoza Díaz-Maroto, Francisco (2002). La pasión por los libros: un acercamiento a la Bibliofilia. Madrid: Espasa. ISBN 9788467021219.
  • Pedraza Gracia, Manuel José, ed. (2002). Tasación, valoración y comercio del libro antiguo (textos y materiales): Jaca, 2-6 de septiembre de 2002. Zaragoza: Prensas Universitarias de Zaragoza. ISBN 978-8477336013.
  • Pedraza Gracia, Manuel José, ed. (2003). Comercio y tasación del libro antiguo: análisis, identificación y descripción (textos y materiales): Jaca, 1-5 de septiembre de 2003. Zaragoza: Prensas Universitarias de Zaragoza. ISBN 9788477336426.
  • —; Clementes San Román, Yolanda; de los Reyes Gómez, Fermín (2003). El libro antiguo. Biblioteconomía y documentación. Síntesis. ISBN 84-9756-153-8.
  • Pérez Pastor, Cristóbal (2014). Memorias de la Real Academia Española. II. Noticias y documentos relativos a la literatura española. Madrid. Incluye inventarios de la emperatriz María de Hungría y Juana de Austria, hermana e hija de Carlos I respectivamente
  • Sánchez Mariana, Manuel (1993). Bibliófilos españoles: desde los orígenes hasta los albores del siglo XX. Madrid: Biblioteca Nacional. ISBN 978-8478950201.
  • Quentin Bauchart, Ernest, Les Femmes bibliophiles de France (XVIe, XVIIe & XVIIIe siècles), París: Damascène Morgand, 1886.
  • Cabello Martín, Mercedes, «Mujeres en la Biblioteca Histórica: lectoras, coleccionistas de libros, bibliófilas»

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