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Antahkarana

@raalkivictorieux, Master Ra’al Ki Victorieux

Descubre el poder del Antahkarana, el puente espiritual que construimos con disciplina y meditación. Conoce su significado, construcción y relevancia. #Antahkarana #Espiritualidad https://wp.me/p3JLEZ-3TD

El “Antahkarana” es un término sánscrito que representa el puente espiritual entre el ser inferior y superior. Se menciona en la teosofía como una evolución entre distintos niveles de conciencia y el resultado de sucesivas iniciaciones. La construcción del Antahkarana se relaciona con la meditación, el desarrollo de virtudes, el servicio y la disciplina de la mente. También se considera un símbolo multidimensional con propiedades sanadoras. La visualización del símbolo, en diversas prácticas como el Reiki y la meditación tibetana, tiene efectos positivos en el aura y los chakras. Se hace referencia a obras de Alice Bailey, Annie Besant y Monier Williams que amplían la comprensión de este tema.

Anthahkarana. Atma Unum
Anthahkarana. Atma Unum

Es una palabra sánscrita, que proviene de Antar: medio o interior y Karana: causa, instrumento. La etimología de antara-karana se relaciona con el órgano interno, el corazón, que los hinduistas creen que es la sede del alma, la mente y la inteligencia.

Antahkarana, es la escritura en el sistema AITS, alfabeto internacional para la transliteración del sánscrito. En sánscrito se encuentra como antájkaraRa, en varios idiomas modernos de la india -bengalí, hindí, maratí, y palí- es antarkarán.

El religioso hinduista Shankar Acharia (788-820), considera que antarkarana significa entendimiento.

Construcción del Antahkarana, puente

En la teosofía, el antahkarana se describe como un puente espiritual entre el ser inferior (manas inferior) y el ser superior (manas superior); asociado al concepto de hilo de Plata. Ambas representaciones del ser formarían parte del manas (o ser supremo). El ser superior y el ser inferior son distintos estados de consciencia del ser humano.

La presencia del velo de maia (ilusión) que el ser humano se impone a sí mismo como mecanismo de defensa impide la visión del antahkarana como parte del ser.

Los teósofos consideran que el antahkarana forma el tejido del triple hilo del alma:

  • El hilo de la vida, que viene directamente del espíritu y está introducido en el corazón durante la existencia.
  • El hilo de la conciencia, que viene del alma y está introducido en el cerebro.
  • El hilo de la creatividad, que lo inicia y lo construye el ser humano mismo y está introducido en la garganta.

De acuerdo con los escritos teosóficos es necesario construir un puente entre los «tres niveles mentales», y para ello se requiere de la meditación, del desarrollo de las virtudes, del servicio, del desarrollo de la intuición, del entrenamiento de la inteligencia, la disciplina de la mente, a fin de que pueda “sostenerse a sí misma en la luz”, de tal forma que el conocimiento intuitivo adquirido pueda investirse en las correctas formas de pensamiento.

En primer lugar, la construcción del anthankarana sólo inicia en aquellos interesados en la mente, y que poseen una inteligencia que funciona de forma consciente. La persona, en este estado, debe iniciar a tener una idea que lo lleve a distinguir entre quien piensa, y el pensamiento en sí. Es decir, en reconocerse, humildemente, como un receptor de ideas, y al hacerlo, en cultivar la facultad para crear de forma consciente formas de pensamiento. Esto implica una actitud mental con la fortaleza necesaria para reorientar la mente, trabajar en el espacio mental, y entrenarse en los poderes y el uso del pensamiento, en lograr avanzar en la dirección del mundo humano, y del mundo de la actividad del alma. Cuando el alma superior encuentra un camino de energía para proyectarse en el mundo átmico, entonces el discípulo puede proyectarse a sí mismo en los mundos superiores.

“El alma humana (en contradicción con el alma y sus funciones en su propio reino, libre de las limitaciones de la vida humana) está presa y sujeta al control de las energías inferiores la mayor parte de su experiencia. Entonces, a través del Camino de Probación, la energía dual del alma comienza a estar cada vez más activa, y el hombre busca conscientemente utilizar su mente, para expresar amor-sabiduría en el plano físico. Camino de Probación, la energía dual del alma comienza a estar cada vez más activa, y el hombre busca conscientemente utilizar su mente, para expresar amor-sabiduría en el plano físico. Esta es una simple declaración del objetivo de todos los aspirantes. Cuando las cinco energías comienzan a usarse consciente y sabiamente en el servicio, se establece el ritmo entre la personalidad y el alma. Es como si entonces se estableciera un campo magnético, y esas dos unidades, o energías agrupadas, vibrantes y magnéticas, comenzaran a oscilar dentro del campo de influencia de la otra. En las primeras etapas, esto ocurre sólo de vez en cuando y en raras ocasiones. Más tarde ocurre más constantemente y así se establece un camino de contacto que eventualmente se convierte en la línea de menor resistencia, “el camino del acercamiento familiar”, como a veces se le llama esotéricamente. Así se construye la primera mitad del “puente”, el antakarana. Cuando se recibe la tercera iniciación, este camino se completa y el iniciado puede “pasar a mundos superiores a voluntad, dejando muy atrás los mundos inferiores; o puede regresar y seguir el camino que conduce de la oscuridad a la luz, de la luz a la oscuridad, y de los mundos inferiores a los reinos de la luz”.

Bailey, Alce. Esoteric Psychology. Volume II A treatise on the seven rays.

La primer iniciación implica dejar la esclavitud a las fuerzas inferiores humanas, y empezar a establecer un ritmo de conexión, un puente con el alma superior, el antahkarana. Eliminar las faltas y cultivar las virtudes. La segunda iniciación combina las energías del cuerpo físico, de la vida inteligente del átomo, los estados emocionales sensibles y la mente inteligente, con las energías del alma, y se transmutan en ellas. El espíritu, el alma superior, transmite iluminación, la naturaleza intuitiva, que confiere percepción espiritual y vivacidad divina. Es la voluntad, la práctica impulsada por la vocación espiritual, lo que permite esta segunda iniciación. En la tercer iniciación, “el puente iluminado”, el antahnkarana, se completa, y el iniciado ha establecido una relación entre su alma superior y su alma inferior, humana. Los tres mundos del alma y los tres mundos de la personalidad se convierten en un mundo, en el cual el iniciado trabaja y funciona, sin ver distinciones, apreciando el mundo como inspiración (cuerpo etérico subjetivo) y servicio (cuerpo físico que actúa en el plano externo), uniendo ambos mundos en un escenario de acción.

Cada individuo que construye este puente, el antahnkarana, se convierte en parte de una comunidad etérica de “constructores de puentes”, servidores del mundo, que unen los abismos y cruzan las aguas. La persona que tiende un puente sobre el abismo o brecha que existe entre el yo inferior personal y el yo superior, puede motivar y guiar a otros a hacerlo. Esto debe ser realizado antes de que pueda tener lugar la Alineación: “Antes de que una persona conozca el camino, debe convertirse en el camino.” Mientras más seres humanos construyan este puente de luz, antahnkarana, entre los más altos y bajos aspectos de la naturaleza humana, será más posible la salvación del mundo. El trabajo debe desarrollarse con paciencia y persistencia, con esperanza.

El símbolo Antahkarana en sanación

La filosofía Tibetana enseñan que este símbolo ha sido usado desde hace miles de años en el Tíbet y China para sanación y meditación.

Este símbolo tiene un poder energético muy grande, ya que al estar en su presencia, crea un efecto positivo sobre los chakras y el aura porque concentra y profundiza todas las energías de sanación.

El antahkarana es parte de la anatomía espiritual, es la conexión entre el cerebro físico y el Yo Superior. Esta conexión es la que debe sanar y desarrollar para poder crecer espiritualmente. El símbolo activa esta conexión cada vez que nos hallamos en su presencia.

En meditación, concentrándose en la imagen, se activa lo que los taoístas llaman la órbita microcósmica, donde las energías físicas, que normalmente entran por el chakra coronario, entran por los pies ante la presencia de este símbolo y suben por la parte posterior del cuerpo hasta la parte superior de la cabeza, bajando por la frente nuevamente hasta los pies realizando un círculo lumínico. De esta manera, se crea un flujo continuo de energía a través de los chakras.

Entre las propiedades de este símbolo están la neutralización de energía negativa que se haya acumulado en objetos tales como cristales, joyas, etc. Simplemente colocando el objeto entre dos símbolos.

Este símbolo tiene efectos positivos tanto en Reiki como en meditaciones, ya que produce un notable cambio de flujo energético en el aura y los chakras.

Durante la meditación es aconsejable colocarlo bajo las plantas de los pies y ponerlo en la parrilla de Reiki, bajo el cristal central. La meditación con este símbolo se realiza mirando constantemente al centro del mismo, y produce un cambio positivo energético.

También se puede colocar debajo del colchón de la cama en la que dormimos, colgado de una pared para armonizar el lugar, en la entrada de tu hogar para protegerlo, detrás de un cuadro, incluso exponerlo sobre alguna dolencia.

La meditación tibetana con estos símbolos era realizada en una habitación iluminada con velas. En el medio había una vasija de barro en forma de óvalo simbolizando el huevo cósmico del universo. Esta vasija se llenaba con agua y enfrente había un pequeño taburete con el símbolo antahkarana realizado en plata donde se sentaba la persona que iba a meditar. Había también una pared cubierta con cobre, pulido como un espejo y en la pared opuesta, unos tapices que mostraban símbolos. El lama tibetano se sentaba en el banquito y miraba fijamente la imagen del símbolo que se reflejaba en el espejo de cobre. Esta meditación es una meditación yantra que crea agudeza en la mente, haciendo un puente energético entre la conciencia y las energías trascendentales del símbolo. A su vez, el otro símbolo Antahkarana en el banquito enfoca las energías generadas que hacen fluir las energías equilibradas por todos los chakras hacia la tierra.

El Antahkarana es un símbolo multidimensional, constituido por tres sietes sobre una superficie plana y desde una perspectiva parece bidimensional. Los tres sietes representan los siete chakras, los siete colores y los siete tonos musicales. Desde otra perspectiva aparece como un cubo tridimensional.

Su energía se mueve desde dos a tres dimensiones visibles, continuando hacia arriba por vías energéticas imperceptibles para el ojo humano yendo hacia la dimensión del YO SUPERIOR.

Este maravilloso símbolo es muy especial y tiene su propia conciencia. Trabaja directamente sobre el aura y los chakras. Los efectos de sanación varían de acuerdo a las necesidades de la persona que lo usa, al estar dirigido por el YO superior tiene un efecto benéfico.

Referencias:

Bailey, Alice (1988) La educación en la nueva era. Sirio. Barcelona.

Bailey, Alce. Esoteric Psychology. Volume II A treatise on the seven rays. Lucis. New York.

Williams, Monier (1846) el Sanskrit-English Dictionary del sanscritólogo británico. The Oxford Centre for Hindu Studies

Besant, Annie. (1894) The Building of the Kosmos and Other Lectures: Delivered at the Eighteenth. Kessinger Publishing Co.

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