Cuando abordamos el tema de la sexualidad en el arte, es posible tanto llamar la atención de una forma positiva, como generar algo de alboroto. La película hispanomexicana del 2000, «Sexo por Compasión«, dirigida por la catalana Laura Mañá, obtuvo el reconocimiento a mejor ópera prima en la 45 edición de los Premios Sant Jordi de Cinematografía, así como el título a mejor película y premio de la audiencia en el Festival de Málaga. Esta obra trastoca los valores católicos, con aceptación tácita o explicita de los espectadores. A diferencia de «El Crimen del Padre Amaro», película que suscitó gran expectativa debido a la censura de que fue objeto por ventilar cuestiones de sexo e iglesia, «Sexo por Compasión» logró un exitoso paso por las carteleras, mientras cuestiona añejas concepciones de la sexualidad. En términos generales, la sociedad aún ostenta una doble moral, porque mientras en público se habla de que todos somos virtuosos, las noticias de violencia doméstica revelan otra realidad mucho más compleja y lastimera. Es necesario una mayor educación sexual, tanto por la vía formal, educativa institucional, como por la vía artística y cultural, a fin de sanar nuestras sociedades. Mientras este momento de formación en la psicología social llega, películas como esta permiten una visión lúdica que cuestiona los roles de «puta» y «santa».
La protagonista es Dolores, una mujer gruesa de alrededor de cincuenta años, es fiel a su esposo y a la Iglesia. Ella vive en Sanctorum, un pueblo en blanco y negro. La razón de que el lugar perdiera el color, así como los habitantes la posibilidad de tener hijos, entre otras cosas, ocurrió el día en que una persona se suicidó en el «Monte del Olivo». Manolo, su esposo, la abandona harto de su bondad y pureza. El cura le niega la confesión «hasta que tenga pecado». Dolores desespera, y con el fin de recobrar la confesión y su marido, encuentra el «sexo por compasión», brinda un poco de alivio a los hombres del lugar, y logra que el color y la felicidad vuelvan al pueblo. También se vuelve cómplice de las madres de familia, quienes escuchan su historia y la visitan de lugares lejanos para aprender de sus artes benefactoras. Su esposo regresa, y se enfurece de la situación, por lo que la vida nuevamente se torna gris. La comunidad interviene entonces para -a través del pecado- recuperar los colores. Dolores, que es toda bondad y compasión afectuosa, adopta el nombre de «Lolita». Esta farsa pone en dilemas a los personajes e invita al espectador a reflexionar entre los límites entre santa y puta, entre con o sin colores, entre esterilidad y alegría, entre pecado y libertad, entre muchas otras cuestiones que tal vez no tienen una respuesta simple.

Como si nos quisieran decir que gran parte de la represión sexual viene por influencia religiosa, la película tiene muchas alusiones simbólicas relacionadas con el catolicismo, por ejemplo menciono tres: 1. El «suicida» en el Monte del Olivo», no se requiere ser teólogo para reconocer aquí la referencia a Jesucristo y su crucifixión. 2. Las casas abandonadas y el temor a la sexualidad femenina. 3. La mención en la energía renovadora de la pasión cuando se reúne el sexo con el corazón, lo sensible y lo espiritual. Si bien podemos reconocer que ciertas personas encuentran que la Iglesia les ha creado alguna patología o represión sexual, también es cierto que no todas las interpretaciones espirituales apuntan a la represión. Muchas escuelas espirituales abogan por una sexualidad sana, sagrada, y han dejado una serie de documentos en relación a cómo cultivarla. En la gran mayoría de las enseñanzas se aboga por una relación basada en el amor, y se hace hincapié en que para poder amar a otra persona es necesario conocerle, escucharle, comprometerse. Esto lo encontramos con un estudio profundo de las escrituras, en el que podamos incluir no sólo los libros autorizados, sino también los evangelios apócrifos, o incluso fuentes de escuelas espirituales del oriente.
La directora, Laura Mañá, relata que adaptó al cine un cuento de su autoría. La filmación fue realizada en una calle de Tlaxcala. Entre sus estrategias cinematográficas encontramos que resume al pueblo en una calle, y que pone gran énfasis en los estados emocionales. Al hablar de melancolía o resignación utiliza blanco y negro, y para retratar la felicidad y la alegría hace uso de una policromía brillante. También señala las emociones con el manejo de cámara, por ejemplo, utiliza el plano holandés -de dramáticas diagonales- para enfatizar la desolación en una escena en la que observamos caminar a Lolita. Sin embargo, las actuaciones no son siempre convincentes, y en algunos casos los diálogos parecen recitados. Al terminar la filmación, el equipo quiso gastarle una broma a Élisabeth Margon (la actrixxx), y se pusieron en fila dando a entender que esperaban que ella se acostase con ellos. La actriz lloró y afirmó que la película había cambiado su vida.
Probablemente, debido al tema de la sexualidad, las autoridades presionaron a la producción para que se utilizaran referencias a la prevención en los carteles, y en algún momento se publicitó la obra con un retrato de Dolores con un condón a manera de aureola angelical. Lo cierto es que la película no se habla de anticonceptivos, ni precauciones ante posibles enfermedades venéreas. Otra cuestión que llama la atención, es que la locación, Tlaxcala, es un lugar conocido en México por numerosas denuncias de trata de blancas, tráfico sexual, violación, y demás delitos que siguen siendo una purulenta herida que grita por atención y sanación en esta patria. Se conoce a Tlaxcala como la cuna de la trata de personas, actualmente la Unidad de Inteligencia Financiera, UIF, cuenta con mayores recursos para la investigación, y está realizando acciones para detener a los delincuentes.
Como hemos mencionado, esta obra es una comedia, una sátira, una farsa, que a partir del tema sexual, presenta una historia con fines de entretenimiento. No es una obra de sanación, prevención, o educación sexual. Es lógico que no le podemos pedir todo a una obra, aunque la necesidad sea mucha. Sin embargo, podemos hacer la petición al gremio cultural para que cada vez más, aborden temas importantes como la sanación sexual en sus obras, a fin de incidir en la positiva transmutación social.
Gracias. Bendiciones de Amor, Gracia y Trascendencia
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