Muchos autores encuentran complicaciones a la hora de poner punto final en su obra. En este artículo hablaremos de algunas alternativas para facilitar este proceso. La carpeta de ideas, y la escaleta general, la lluvia o diluvio de ideas, el mind-map o mapa mental y los finales parciales.
- Carpeta de Ideas y Escaleta General
Lo que en mi experiencia me ha funcionado, es iniciar el proyecto, ya sea de ficción o no, con una carpeta de ideas y una escaleta para ordenarlas. Esta técnica la adquirí desde la época estudiando cine. Antes de realizar un guión con el formato convencional, uno inicia con una escaleta: una lista de los momentos importantes. En cine, lo que divide una escena de otra es el tiempo y la locación (lugar). Esta división puede ser útil para escribir los capítulos en libros para niños o breves, pero en obras de mayor extensión, sería mejor dividir las partes de la escaleta centrándonos en los temas que deseamos abordar, incluyendo por supuesto el final. Este guión a grandes rasgos puede variar en el proceso del desarrollo de la obra, pero nos brinda desde un inicio un territorio a recorrer, con inicio y conclusión, lo que simplificará el saber qué tanto avanzamos y visualizar nuestros avances hasta el final.
No se trata realmente de tener una claridad absoluta del contenido del libro, o del desenlace, pero sí de establecer una estructura, una «columna vertebral», de qué temas o estéticas (emocionalidad) serán el contenido, y en qué orden. Al ir creando los detalles, podrán surgir ligeras variaciones, que decidiremos si las incorporamos a este proyecto o a uno futuro, siempre teniendo en mente que es importante lograr concluir en el menor tiempo posible. Ser creativo no implica desatenderse del calendario, sino encontrar la forma de trabajar con los objetivos, las metas, y los tiempos de la forma más eficiente.
Por ejemplo, en «Arte», hago un resumen de los temas que he utilizado para talleres en introducción a la teoría artística. Este libro es parte de la serie Druk, en Educación. La mayoría de los títulos incluye «complementos» que son textos antes y después de los capítulos, que apoyan el contenido. De tal manera encontramos dedicaciones, agradecimientos, prólogo, e introducción; antes de los capítulos. Y un índice onomástico, glosario, acerca de la autora, otros libros escritos por la autora, o cursos que ha creado la autora, al final de la obra. Estos complementos no se agregan en la escaleta, pero es bueno que el escritor tenga en mente que una vez terminado el contenido de los capítulos, dedicará tiempo a estos anexos que facilitan la presentación y el estudio de la obra por el lector. Regresando a la escaleta de «Arte», esta cuenta con 21 capítulos: 1. Qué es Cultura. 2. Diferencia entre Arte, Ciencia y Tecnología. 3. Qué es Arte, o para qué sirve. 5. Qué es Creatividad. 6. El Arte como parte de un Sistema Evolutivo (pensamiento sistémico). 7. Cuáles son los Elementos Artísticos en una Obra. 8. Qué es la Restauración de Arte. 9. Qué es la Historia del Arte. 10. Cuáles son los Elementos Temáticos en una Obra. 11. De qué Manera el Arte afecta nuestra Mente y Conciencia. 12. Qué es la Estética. 13. Cómo las Emociones se encuentran en el Arte. 14. Qué es la Crítica de Arte. 15. La Importancia de los Símbolos en el Arte. 16. Los Valores en la Creatividad. 17. La Memoria a través del Patrimonio Documental. 18. Elementos Básicos de la Propiedad Intelectual. 19. Introducción a la Gestión Cultural. 20. Qué es el Mercado del Arte y la Contracultura. 21. De qué Manera la Meditación Apoya la Educación Artística.
En el proceso de escritura, recurrí a revisar las notas que había empleado para impartir talleres, y también actualicé algunos datos con ayuda de la Internet. Cuando consideré que la misión estaba cumplida, me dediqué a la redacción de los anexos ya mencionados. A fin de realizar un Índice Onomástico, es necesario realizar una relectura de la obra para encontrar los nombres de los personajes mencionados. Esta relectura permite una revisión de posibles errores ortográficos, gramaticales, o de estilo.
En este caso, decidí dejar el contenido a manera de artículos que en su conjunto dan una introducción a la teoría del arte, a manera de resumen o crónica. Debido a que la obra es didáctica, y de no-ficción, hay quienes podrían elegir un tratamiento diferente: por ejemplo, incluir ejercicios, resúmenes, y conclusiones en cada parte, o reunir algunos capítulos en unidades, y agregar auto-evaluaciones o bibliografía en cana una de estas.
En el caso de obras de ficción, lo que el autor generalmente busca al concluir es manifestar el crecimiento del protagonista. Es decir, muchas de las historias de este tipo recurren a la historia del héroe, que inicia en determinada situación, la cual experimenta un cambio, presenta un reto, del cual el personaje debe resurgir transformado. En ocasiones el final, la resolución o el cambio de conciencia del héroe se revela poco a poco, o en los últimos momentos, eso es decisión del autor. En historias complejas, también somos testigos de la transformación del o los antagonistas y/o personajes secundarios. Seguramente el escritor se ha imaginado uno o veinte posibles escenarios para desencadenar las historias, antes de elegir el que presentará al lector.

2. Lluvia o Torrente de Ideas
En caso de bloqueos creativos, además de un descanso, es útil hacer un valiente ejercicio de lluvia de ideas. Esto es así: Se escribe la duda o el bloqueo. A continuación, escribe todo tipo de alternativas de solución, por más descabelladas que parezcan. Y continúa, hasta llenar una, dos, tres, diez páginas. El motivo del ejercicio es recordarle la enorme capacidad creadora que posee, y prácticamente «inundar» de alternativas una encrucijada. Es posible que al terminar el ejercicio ya tenga una que le atraiga, o que al dejar descansar estas ideas por una noche, encuentre que una no es tan descabellada al día siguiente.
3. Mind-Map, Mapa Mental
Si está familiarizado con esta técnica sabrá que es de gran utilidad poder visualizar en síntesis aquello que ocupa su mente. Realice un mapa mental de la historia, de la linea de tiempo, del personaje o los personajes más complejos, de los temas. Observe con atención el sistema que ha creado. La visualización dará paso a reconocer con humildad en qué ha puesto más peso y a qué falta detalle. Crear balance le ayudará a lograr una mejor historia.
4. Sin final o con finales parciales
En caso que esté involucrado en la creación de una saga, de una novela por entregas, de una serie de manuales educativos que son parte de un proyecto mayor, no es necesario una conclusión épica, bastará con una escena de elevado tono emocional, o con las palabras «El Final». Si ha disfrutado mucho escribiendo el libro, si tiene mucho más que decir, puede ser una forma de no «matar su héroe» (o casarlo, y decir que vivió muy feliz por siempre), sino de dar un punto final para este libro, pero no para el proyecto en sí.
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Bendiciones de Amor, Gracia y Trascendencia
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