Alice A. Bailey es conocida por sus obras, dictadas por el Maestro Tibetano Djwhal Khul. En este texto presentamos el libro «Los Trabajos de Hércules», una interpretación astrológica del mito grecorromano. A través de la figura y la experiencia del héroe, se nos muestra un mapa cósmico que nos orienta en el cómo superar las pruebas de la vida para lograr la victoria espiritual. Es un libro para discípulos del alma superior, para toda la humanidad que desea colaborar en un mundo mejor.
La historia de este hijo de Dios y del hombre, Hércules o Herakles, nos da una visión sintética del viaje del alma desde la ignorancia hasta la sabiduría, desde el deseo material a la realización y trascendencia. El relato Los Doce Trabajos de Hércules, combinados con una interpretación del zodiaco, nos muestran luces en los laberintos que la humanidad recorre en su camino a la liberación. De tal forma, el ser humano errante, con sinceridad y devoción a la obra a realizar, cultiva su conciencia y se convierte en un Salvador.
Se nos dice que, a medida que Hércules crecía, se puso mucho cuidado en su educación.
Se le entrenó en todas las posibles realizaciones, y cada facultad que tenía fue desarrollada y organizada. ¿Qué lección debe aprender de esto? La necesidad de comprender que cada discípulo, si merece realmente ese nombre, debe ser necesariamente un miembro altamente desarrollado de la familia humana.
Las tres partes de su naturaleza deben ser desarrolladas; su mente estar bien provista y funcionando, y saber cómo usarla; su sensible naturaleza emocional ser bien obediente a todo tipo de contacto; su cuerpo físico ser un medio adecuado de expresión para el alma que mora en él, y debe estar equipado para emprender las tareas a las cuales el hombre mismo se ha comprometido.

Cada una de las pruebas o trabajos del héroe se relacionan con una casa zodiacal, un elemento, cualidad, polo opuesto, regentes, y palabras claves. Así, Hércules tiene que confrontar diversos retos y encontrar soluciones, mientras recorre las energías de las estrellas…
- Aries, el Carnero; «Surjo, y desde el plano de la mente, rijo». La captura de las Yeguas de Diomedes; devoradoras de hombres.
- Tauro, el Toro; «Veo, y cuando el Ojo está abierto, todo se ilumina». La captura del Toro de Creta.
- Géminis, los Gemelos; Reconozco a mi otro yo y en la declinación de ese yo, crezco y resplandezco». Robar las manzanas doradas del Jardín de las Hespérides.
- Cáncer, el Cangrejo; «Que rija el aislamiento, y no obstante la multitud exista. Desde el punto de vista del alma, construyo una casa iluminada y moro en ella». Capturar la Cierva de Cerinea.
- Leo, el León; «Yo Soy Ese y Ese Soy Yo». Matar al León de Nemea.
- Virgo, la Virgen; «Soy la Madre y el Niño. Soy Dios. Soy la materia». Robar el cinturón de Hipólita, Reina de las Amazonas.
- Libra, la Balanza; «Elijo el camino que conduce entre las dos grandes líneas de la fuerza». Capturar al Jabalí de Erimanto.
- Escorpio, el Escorpión; «Soy el guerrero y surjo victorioso de la batalla con Maya y el engaño». Matar a la hidra de Lerna.
- Sagitario, el Arquero; Yo veo la meta, alcanzo esa meta y entonces veo otra». Matar las Aves del Estínfalo, devoradoras de hombres.
- Capricornio, la Cabra; «Estoy perdido en la luz suprema, aún así, vuelvo la espalda a esa luz». Raptar al perro del inframundo, Cerbero, y enseñárselo a su hermano rey.
- Acuario, el Aguador; «Soy el Agua de Vida vertida para los hombres sedientos». Limpiar los establos de Augías en un sólo día.
- Piscis, los Peces; «Abandono el Hogar de Padre y al regresar, salvo». Robar el ganado Colorado de Gerión, y llevarlo al Templo.
«La ayuda tiene que venir de una fuente que no sea esta existencia limitada pero esta fuente no debe ser algo completamente fuera de nosotros, en el sentido que no tenga comprensión de nuestras limitaciones, y en consecuencia, que sea en alguna forma benévola con nosotros. La fuente de la ayuda debe tener el mismo corazón que el nuestro para que haya una corriente de compasión pasando entre los dos. La fuente de poder debe estar dentro de nosotros y no obstante estar fuera. Si no estuviera fuera, estaría sujeta a las
D. T. Suzuki
mismas condiciones. Este es un eterno problema, estar y no estar, estar dentro y sin embargo estar fuera, ser finito y con todo, pronto a servir al infinito».
La palabra Zodíaco deriva del griego zodion, un pequeño animal, y del griego Zodiakon, la que no procede de «zoon» (vivir), sino de una primitiva raíz, a través del hebreo «sodi«, que en sánscrito significa «un camino». Es la expresión para referirnos al círculo celeste de doce animales; una faja imaginaria en el cielo, formada por dos círculos equidistantes desde la eclíptica y cerca de dieciocho grados apartada de ella, la que señala el sendero del sol: en su revolución anual cuando las doce divisiones indican la sucesión de los meses del año, o en su curso diario, cuando las divisiones marcan las horas del día y de la noche.
«El cristianismo no ha fracasado: nunca ha sido ensayado». ¿Estamos ahora,
Astrología Esotérica
después de dos mil años, realmente empezando a ensayarlo individualmente y en formación grupal?
Estudiar los trabajos de Hércules en combinación con las enseñanzas del zodiaco y de Jesús el Cristo, nos da información que nos permite comprender mejor el misterio del noviciado, discipulado y la realización espiritual. Así como el mapa celeste puede ser una herramienta útil para viajeros de mar, aire y tierra; el análisis de los doce trabajos brinda una síntesis de la obra que un discípulo dispuesto debe realizar. Es un trabajo más allá del tiempo, podría implicar varias vidas, se realiza a menudo en ciega ignorancia de las fuerzas liberadas y de los resultados que se lograrán. Es un sendero de autoconocimiento, y transmutación para la trascendente revelación del alma superior.
Bendiciones de Amor, Gracia y Trascendencia
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