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El amoroso origen de las pastorelas

@1tm122n22m Atma Unum

Las pastorelas, originarias de Europa, fusionan música y teatro en la época navideña. Relatan las peripecias de la Virgen y San José, y el eterno conflicto entre el bien y el mal. 🎭✨ #Jesús #nacimiento #Pastorelas #Navidad https://wp.me/p3JLEZ-7hB

Las pastorelas, un género rico en tradición y significado, no solo ofrecen un vistazo atractivo al arte teatral y musical de épocas pasadas, sino que también reflejan las complejidades de la cultura y la historia de los pueblos. Desde su origen en Europa hasta su evolución y popularidad en América, las pastorelas son vehículos fundamentales para la transmisión de valores y creencias en épocas navideñas. Al sumergirse en esta historia, el lector descubrirá cómo a través de la sátira, la crítica social y el ingenio, se retratan la lucha eterna entre el bien y el mal, celebrando la fe y la esperanza de comunidades enteras. Te invitamos a explorar la riqueza de este patrimonio cultural y a comprender su influencia en nuestra identidad actual.

El amoroso origen de las pastorelas. Atma Unum
El amoroso origen de las pastorelas. Atma Unum

La pastorela es una forma musical de origen pastoril de ritmo sencillo y alegre. La palabra proviene de la voz francesa «pastourelle».(1)

Las pastorelas comenzaron como un género literario y musical de corte popular, que se hizo bastante conocido durante la baja edad media, periodo de tiempo que comprende los siglos XIV y XV. Se hizo popular en las zonas provenzales, del sureste de Francia, escritas en su mayoría en dialecto occitano, variante regional del francés y de la cual se habla muy poco en nuestros días.

Las pastorelles, también conocidas como: pastorella o pastoritas, cobraron una gran popularidad en Francia, extendiéndose a regiones de España: como composición poética entre la égloga y el idilio, y por su contenido similar a la serranas o serranillas castellanas, aunque anteriores, tuvo especial desarrollo entre los trovadores provenzales en Occitania, Cataluña y Galicia.(2) Llegaron incluso hasta regiones germánicas  conocidas como Lied Schäfer.

Las pastorelas trovadorescas suelen relatar el encuentro en el campo de un caballero con una pastora, a la cual intenta seducir.(3) Se trata de una composición dialogada, en la que se describe con tonos en ocasiones moralizantes y otras picarescos una situación inventada por el trovador. El diálogo suele mostrar las formas de habla respectivas de la aristocracia y de los villanos (habitantes de una villa). El tratamiento que se hace de la figura de la pastora es muy respetuoso, y a menudo ella muestra mayor ingenio que el caballero a la hora de resolver la situación comprometida en que se encuentra. En el desenlace más habitual, la pastora rechaza al caballero mediante su ingenio o, más a menudo, con ayuda familiar. Otras veces el desenlace queda abierto y es menos claro.

I
Entre Lérida y Bellvís,
cerca de un río, entre dos jardines,
vi, con una pastorcilla,
un pastor vestido de terliz;
y yacían entre flores de lirio,
besándose bajo la hierba fresca;
y nunca pastora más bella,
más graciosa y más vivaracha,
no creo que existiera; ni creo haber visto
que a mis ojos fuera tan agradable
ni en Francia ni en Castilla.

II
Contemplé bien su rebaño,
y vi que un sirviente se lo llevaba
el cual a los dos lo había robado;
y empecé alto a gritar:
-¡dejadlo, no podéis marchar!-,
y el sirviente hizo a mi gusto;
y cuando vi que lo hacía
voy tomarlo (el rebaño), que no me placía
irme con él a pelear;
Y fui a un huerto a cerrarlo,
después volví allá de dónde venía.

III
Cuando volví cerca del jardín,
la pastora gritar sentí:
-¡Ay desgraciada!, ¡mal año nací!
todo gozo se convierte en dolor a la larga:
Mientras mi amigo estaba conmigo,
no pensaba que pudiera estar tan preocupada
¡ay! dulzura: rápido me ha pasado,
¡y se ha vuelto grande dolor!
Decidme, señor Cerverí,
si habéis visto ganado en el camino,
que yo me lo temo en desbandada.

IV
-Si el ganado que habéis perdido,
moza, yo os lo hubiera vuelto,
¿cuál recompensa recibiría?
-Señor, de vos haría amante,
y me lo habríais vendido caro:
pero en mal momento se cambia perdiendo.-
Juntos hacemos nuestro camino
allá dónde el ganado apacentaba;
y, cuando por sí sola lo reconoció:
-Señor -dijo ella,- Dios os ayude,
id, que no haré nada.

V
-Moza, no sería correcto
si me rompierais vuestra promesa.
-Señor, es causa corriente:
no os maravilléis si yo os miento,
porque conmigo os han mentido más de cien;
y soy de vos gentilmente escapada:
se debe tomar su sueldo
que le es dado inmediatamente;
porque quien tiene la oportunidad y deja pasar el tiempo,
pierde su tiempo muy neciamente;
y la mujer pronto cambia.

VI
-Moza, disfrutar no me gusta
ni yacer con mujer irritada.
Si tuviera gozo, ¡y vos arrepentimiento…!
-No sería causa digna.
-Pero ahora ¡me debe ser dada!

VII
Señor, la cosa conseguida
a la fuerza es cosa desagradable,
no se tiene que hacer, porque yo me arrepiento
-Pero quiero oír juramento
del Infante, de quien me gusta el mérito.

VIII
A la Vizcondesa amable,
moza, de Cardona me remito,
porque el amor no es provechoso si es forzado.

Pastorela de Cerverí de Gerona

Otros autores consideran algunas pastorelas lograban la consumación del romance entre ambas partes, pero, en las últimas estrofas, se terminaba con el escape del caballero, para evitar responsabilidad alguna, así como problemas con los aldeanos y demás pastores, mientras que la pastora, huía para ocultar su vergüenza, por haber cedido a las propuestas del lisonjero.

En España, se convirtieron en elementos literarios que se fusionaron con la influencia proveniente de la parte central de Europa, al igual que de la parte Galo portuguesa, pasando a convertirse en castellanas, esto último nombrado por influencia de la bastedad de del reino de Castilla en donde se cantaban, así Trovadores entre los que destacan, Marcabrú, Gui d’ Ussiel, Guiraut Riquer y Guillem de Cervera, este último también conocido bajo los nombres de Cerveri de Gerona o Guillermo de Cervera, de origen catalán y allegado a la casa real Aragonesa.

Pastorelas y Serranillas

La pastorela es un género de literatura provenzal, en el que el personaje femenino es una pastora. La serranilla es un género lírico-narrativo de poema breve escrito en verso de arte menor, típico de la literatura española, que cuenta el encuentro amoroso con una mujer de la sierra o serrana (no necesariamente una pastora).

Villancicos

El villancico es una forma musical y poética en castellano y portugués tradicional de España y Portugal, muy popular entre los siglos XV y XVIII. Los villancicos (canciones cantadas en las villas) eran originariamente canciones profanas con estribillo, de origen popular y a varias voces. Posteriormente comenzaron a cantarse en las iglesias y a asociarse específicamente con las pastorelas y la Navidad en una composición integral y completa: literaria, musical y teatral. Compositores notables de villancicos fueron, entre otros, Juan del Encina, Pedro de Escobar, Francisco Guerrero, Gaspar Fernandes, Juan Gutiérrez de Padilla y Roque Jacinto de Chavarría (1688-1719).

En el siglo XX también lograron una gran popularidad y difusión en el idioma inglés dentro de los Estados Unidos con artistas como Bing Crosby, Frank Sinatra y Elvis Presley.

Actualmente, tras el declive de la antigua forma del villancico, el término se conoce más como un género de canción cuya letra hace referencia a la Navidad y que se canta tradicionalmente en esas fechas.

Pastorelas en América

Después de que se consumara la conquista, la misión de los monjes llegados a las nuevas tierras fue el de evangelizar a los habitantes de dicho lugar,  luego de acontecimientos de carácter cruento y violento, las artes y la cultura se convirtieron en herramientas funcionales para divulgar la fe cristiana y los valores que esta representaba, al igual que la conformación de una identidad alterna, que cubriera los valores de la Europeos, tomando elementos positivos de la historia indígena.

Mediante una campaña de culturización a gran escala, los evangelizadores instauraron un sinfín de elementos arquitectónicos funcionales para dicha encomienda, tales como las iglesias de atrios abiertos, también conocidas como capillas abiertas o de indios, pues tenían a bien el dar cabida a una enorme cantidad de indígenas, para poder de esta manera, evangelizar y realizar diversos actos de corte religioso masivos. Los atrios se convirtieron en el marco de las pastorelas, claro ejemplo de esto es la iglesia de San José de los naturales. Donde Fray Pedro de Gante narra lo siguiente:

“que se junten los indios y no estén derramados por los montes sin conocimiento de Dios, porque para acabar de se convertir esta gente, es necesarísimo, y para que los religiosos tengan cuenta con ellos y no anden buscándolos por los montes, pues de estar en los montes, no se sigue sino idolatrías; y de estar juntos y visitallos, se sigue cristiandad y provecho a sus ánimas e cuerpos que no se mueran sin fe e baptismo e sin conocer a Dios.”

La música; la implementación de instrumentos europeos, así como la enseñanza del canto, fue bien acogida por parte de los naturales, quienes según relatos de Fray Pedro de Gante, tuvieron a bien el aceptar elementos literarios y musicales simples entre los que destacan los villancicos y pastorelas.

“[…] la gente común estaba como animales sin razón, indomables, que no los podíamos traer al gremio y congregación de la Iglesia […]. Más por la gracia de Dios empecélos a conocer y entender sus condiciones […] y es que toda su adoración dellos a sus dioses era cantar y bailar delante dellos […] y como yo vi esto y que todos sus cantares eran dedicados a sus dioses, compuse metros muy solemnes sobre la Ley de Dios y de la fe, pastorelas para su interpretación […] y esto dos meses poco más o menos antes de la Natividad de Cristo, y también diles libreas para pintar en sus mantas para bailar con ellas, porque ansí se usaba entre ellos, conforme a los bailes y a los cantares que ellos cantaban así se vestían de alegría o de luto o de vitoria.  ”    

La evangelización procedió con ritos festivos, escenificaciones como Corpus Christi, los autos de Adán y Eva, la asunción de la virgen, y la Natividad Gozosa de Nuestro Salvador, que con el tiempo fue conocida como pastorelas. Dichas celebraciones, en su conjunto son relatadas por personajes como Toribio de Benavente o Fray Bartolomé de las Casas.

La pastorela

Como género dramático religioso, la “pastorela” se desarrolló a partir del siglo XVI como un género dramático religioso, similar a los autos de Navidad. También llamada en Latinoamérica “posada”, tuvo su origen en los autos sacramentales llevados al Nuevo Mundo por los misioneros franciscanos aprovechando algunos aspectos de la dramaturgia de la cultura Náhuatl y otros pueblos indígenas americanos. A lo largo de cuatro siglos, la expansión geográfica y cultural de las pastorelas ha desarrollado un rico tapiz regional.(4​)

Los Actos sacramentales de la natividad, dieron cabida a una nueva festividad, en las que se representa las andanzas de María y José, buscando posada en Belén, y cuyas peripecias sufridas agregaron a aquellos elementos pastoriles complejos, provenientes de un lejano pasado literario, creando una conjunción perfecta.

Entre las más antiguas pastorelas en el México colonial se menciona La Comedia de los Reyes, representada en 1527 en el atrio de la que luego sería Catedral de Cuernavaca; y entre las más famosas, La pastorela de Tepotzotlán, escrita por Jaime Saldivar y Miguel Sabido en 1963, que se pone en escena cada año en la hostería del convento de Tepotzotlán. Como muchas otras tradiciones populares fueron recogidas por el Teatro Campesino incluyendo en sus dramatizaciones aspectos sociales y políticos.

Otras fuentes proponen entre las más rancias representaciones la “pastorela de Zapotlán”, donde todavía se relata en lengua indígena la primera batalla entre San Miguel y Lucifer; y la “pastorela del Altillo” en la Ciudad de México.​

Actualmente, las pastorelas son una tradición muy popular en temporadas decembrinas, y quizá uno de los elementos teatrales y performáticos más populares que dan preámbulo a la celebración de la navidad. Van ligadas a lo ritual, como la corona de adviento.

Argumento

Las pastorelas relatan, en un tono festivo y participativo, las peripecias que viven la Virgen María y San José en su camino a Belén por un lado, y por otro las luchas dialécticas entre los pastores y los demonios que representando los siete pecados capitales, les acosan con trampas, obstáculos y tentaciones para hacerlos desistir. Otras veces es el arcángel san Miguel quien libra batalla con Lucifer, parodiando una vez más la confrontación entre el bien y el mal, y con un final feliz.

La lucha del bien y el mal es la clave, donde las villanas, pastoras, serranas y aldeanos, son reivindicados y pasando a convertirse en ayudantes de la sagrada familia, combatiendo a su manera, mediante el uso de su ingenio, más que por la fuerza, al mal, encarnado por demonios que pretenden que no logre cumplirse el advenimiento del hijo de Dios. O en algunos casos, ayudando a al arcángel Miguel, convirtiéndose en sus escuderos o comparsas, que lo ayudan en su lucha contra el Demonio, para así lograr que este pueda llegar a bien en su viaje desde el cielo  y encontrar a la virgen María, madre de Cristo.

Elementos más, elementos menos, se han ido añadiendo a estas representaciones, pero su esencia de carácter popular sigue siendo la misma, con el pasar de los años, la pastorelas han continuado manteniéndose vigentes hasta nuestros días, donde la sátira y la crítica son las herramientas ideales para exponer problemáticas actuales y el escaparate perfecto para reivindicar causas justas, puesto que el mal, va cambiando de forma con el transcurrir del tiempo, pero la búsqueda de la justicia, la esperanza y la fe siempre seguirá siendo la misma.

Una pastorela mexicana

Cada 24 de diciembre se realiza la representación del nacimiento de Jesucristo en Belén, con la participación de actores, usualmente amateurs, como: la Virgen María, San José, el diablo, los ángeles, los pastores, e incluso representando a la mula y el buey.

En muchos hogares, “se nace el niño” es decir, en la noche se coloca la efigie del niño Dios en el nacimiento, y se prenden velas y entonan villancicos y cantos de las posadas.

Referencias

  1. Gómez García, Manuel (1999). Diccionario Akal de teatro. Akal. pp. 635 y 636. ISBN 978-84-460-0827-9.
  2. Riquer, Martin de (1975). Los trovadores I. Ariel. ISBN 84-344-8363-7.
  3. Jeanroy, Alfred. (1934) La poésie lyrique des troubadours. Toulouse: Privat.
  4. Arellano, Ignacio (2008). El teatro en la Hispanoamérica colonial. Madrid, Iberoamericana. ISBN 978-84-8489-326-4.

Bibliografía 

  • Sahagún, Bernardino de (1829). Carlos María de Bustamante, ed. Historia general de las cosas de Nueva España. Tomo Primero: Libros I – IV. México: Impr. del ciudadano A. Valdés.
  • De Mendieta Gerónimo (1971). Historia eclesiástica indiana. México: Editorial Porrúa: ISBN. 9789700735665
  • Muñoz Camargo, Diego (1591) “Historia de Tlaxcala” (2002) Germán Vázquez Chamorro, Madrid ed. Dastin, ISBN 84-492-0245-0

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