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El Aloe vera, planta milenaria, es conocida por sus propiedades curativas y uso en cosmética. 🌱✨ Ideal para promover la salud. #AloeVera #Salud #Naturaleza 🌿💚 https://wp.me/p3JLEZ-7f0
El Aloe vera, conocido por sus múltiples propiedades curativas y su versatilidad en el ámbito de la cosmética, no es solo una planta ornamental, sino un auténtico tesoro de la naturaleza que merece ser descubierto. Su riqueza en nutrientes, vitaminas y minerales, junto con su larga tradición de uso medicinal a lo largo de los siglos, la convierten en un elemento esencial en el cuidado de la salud y el bienestar. En este artículo, exploraremos su historia, beneficios, métodos de cultivo y aplicaciones prácticas, brindándote una visión completa y convincente que hará que desees incluir el Aloe vera en tu vida diaria. No solo aprenderás sobre sus propiedades curativas, sino que también descubrirás cómo esta extraordinaria planta puede transformar tu enfoque hacia la salud y el bienestar energético. ¡Adéntrate en el fascinante mundo del Aloe vera y déjate sorprender por todo lo que tiene para ofrecerte!

Aloe vera, también llamada sábila, es una especie suculenta de la familia Asphodelaceae. Con unas quinientas (500) especies, el aloe está ampliamente distribuido y se considera una especie invasora en muchas regiones del mundo.
Es una planta de hoja perenne, probablemente se originó en la península arábiga, pero crece de forma silvestre en climas tropicales, semitropicales y áridos de todo el mundo. Se cultiva para productos comerciales, principalmente como tratamiento tópico utilizado durante siglos. La especie es atractiva con fines decorativos y tiene éxito en interiores como planta de maceta.
Se utiliza en muchos productos de consumo, incluidas bebidas, lociones para la piel, cosméticos, ungüentos o en forma de gel para quemaduras menores y quemaduras solares. Hay poca evidencia clínica de la efectividad o seguridad del extracto de Aloe vera como fármaco cosmético o tópico.
Se debe colocar en el exterior donde le dé la luz del sol.
Etimología y nombre común
El nombre botánico deriva del latín, aloe, del griego άλς, άλός (als, alós), ‘sal’ (dando άλόη, ης, ή —aloe, aloes, aloé—, que designaba tanto a la planta como a su jugo), debido a su sabor, que recuerda al agua del mar. De allí habría pasado al latín ălŏē, ēs con la misma acepción, y que, en sentido figurado, significaba también ‘amargo’. La palabra griega proviene del Hebreo אֲהָלִים (ʾăhālîm) o ohel (אֹהֶל), frecuentemente citado en textos bíblicos. La palabra hebrea probablemente deriva del Tamil அகில் (akil). Por su parte, la palabra vera (“verdadero”) proviene del latín. Hasta el siglo XIX, su nombre más popular era acíbar (gomorresina), también se le conoce como áloe, alovera, alóe vera, azabila, babosa, gamonita, pita perfoliada, pita zabila, pitazabila, pitazábila, sabila, yerba babosa, zabida, zabila, zabin, zabira, zadiba, zadiva, zambana, zavida, áloes (gomorresina).
Descripción
Arbusto acaule o con tallo corto de hasta 30 cm, erecto, sin rebrotes laterales. Las hojas, que pueden medir hasta 40-50 cm de largo por 10-15 cm de ancho en ejemplares adultos, se disponen en forma de roseta basal. Son estrechamente triangular-lanceoladas, canaliculadas, rectas, erecto-patentes, herbáceas, de un verde-grisáceo, glaucas, ligeramente recubiertas de pruina y sin manchas —excepto unas motas alargadas y claras en los hijuelos y en la base de algunas hojas más viejas—, dentadas solo en el margen, con dientes de unos 2 mm, gruesos, duros, retrorsos, de un color más claro que el del limbo.
La planta tiene hojas carnosas triangulares con bordes dentados, flores tubulares amarillas y frutos que contienen numerosas semillas. Cada hoja está compuesta por tres capas: 1) Un gel interior transparente que contiene un 99% de agua y el resto está compuesto por glucomanana, aminoácidos, lípidos, esteroles y vitaminas. 2) La capa intermedia de látex que es la savia amarilla amarga y contiene antraquinonas y glucósidos. 3) La capa gruesa exterior de 15 a 20 células llamada corteza que tiene una función protectora y sintetiza carbohidratos y proteínas. Dentro de la corteza hay haces vasculares responsables del transporte de sustancias como el agua (xilema) y el almidón (floema).
La inflorescencia, de unos 70-100 cm de altura, termina en un racimo simple de unos 30-50 por 5-6 cm, compacto en la antesis y en la fructificación. Las brácteas florales —ya presentes esparcidas y escasas en el tallo floral por debajo de la inflorescencia— tienen 8-11 por 5-6 mm y son triangulares, acuminadas, membranáceas y con ligeras crestas pardas paralelas. Las flores son sub-erectas en la preantesis, patentes en la antesis y luego péndulas al madurar y en la fructificación; los pedúnculos tienen 4-5 mm, son algo acrescentes y llegan hasta 7 mm en la fructificación. El perianto, de 25-30 mm, es tubuloso, levemente estrechado en la base, y de color amarillo; los tépalos externos están soldados en la mitad inferior de su longitud. Los estambres, exertos, miden 30-35 mm.
La floración no se produce hasta los tres o cuatro años de edad. El fruto es una cápsula de 20-25 por 6-8 mm, con semillas de unos 5 mm, sin contar las alas. Estas plantas presentan polinización cruzada y ornitofilia en su hábitat natural, siendo muy propensas a la hibridación; motivo por el cual, se eliminan las flores en cultivos con fines comerciales.
Taxonomía
El nombre botánico del Aloe vera es Aloe vera (L.) Burm.f. y pertenece a la familia Asphodelaceae (Liliaceae). La especie tiene varios sinónimos : A. barbadensis Mill., Aloe indica Royle, Aloe perfoliata L. var. vera y A. vulgaris Lam. La forma manchada de Aloe vera puede ser conespecífica con A. massawana. La especie fue descrita por Carlos Linneo en 1753 y luego por Nicolaas Laurens Burman y publicado en Flora Indica . . . nec non Prodromus Florae Capensis, 83, en 1768 y por Philip Miller como Aloe barbadensis unos diez días después de Burman en el Gardener’s Dictionary.
Las técnicas basadas en la comparación de ADN sugieren que Aloe vera está relativamente relacionado con Aloe perryi, una especie endémica de Yemen. Técnicas similares, que utilizan comparación de secuencias de ADN de cloroplastos y perfiles ISSR también han sugerido que está estrechamente relacionado con Aloe forbesii, Aloe inermis, Aloe scobinifolia, Aloe sinkatana y Aloe striata. Con la excepción de la especie sudafricana A. striata, estas especies de Aloe son nativas de Socotra (Yemen), Somalia y Sudán. La falta de poblaciones naturales obvias de la especie ha llevado a algunos autores a sugerir que el Aloe vera puede ser de origen híbrido.
Distribución y hábitat
Probablemente es originaria de Arabia y fue naturalizada en regiones subtropicales y templadas de ambos hemisferios, incluido el Mediterráneo. Se ha cultivado ampliamente en todo el mundo y se ha naturalizado en el norte de África, así como en Sudán y los países vecinos, junto con las Islas Canarias, Cabo Verde y las Islas Madeira.
La especie se introdujo en China y en varias partes del sur de Europa en el siglo XVII. Está ampliamente naturalizado en otros lugares, apareciendo en regiones áridas, templadas y tropicales de continentes templados. El aloe vera se puede encontrar en arenales y roquedos costeros, alterados y nitrificados desde el nivel del mar hasta 200 m s. n. m.
Cultivo
El aloe vera ha sido ampliamente cultivado como planta ornamental y es popular entre los jardineros modernos como planta medicinal tópica, y por sus interesantes flores, forma y suculencia, esta suculencia permite que la especie sobreviva en áreas de poca precipitación natural, lo que la hace ideal para rocallas y otros jardines de bajo consumo de agua. La especie es relativamente resistente a la mayoría de las plagas de insectos, aunque los ácaros , las cochinillas y las especies de áfidos pueden causar una disminución en la salud de las plantas.
Debido a que Aloe vera procede de sitios calurosos y desérticos, su cultivo requiere que las temperaturas mínimas no desciendan de 0 °C.3031 Heladas intensas o heladas débiles pero repetidas causan daños, ya que no es tolerante al frío; tampoco tolera la humedad, ni en el suelo ni sobre la planta. Se puede ubicar a pleno sol o en semisombra.
El cultivo de estas plantas en maceta y como planta decorativa se ha extendido enormemente en los últimos años. Las macetas de terracota son preferibles a cualquier otro material, ya que son porosas, con lo cual se evita el exceso de humedad. Un sustrato también poroso, como el que se emplea para cactus y suculentas es el adecuado, es conveniente dejarlo secar completamente antes de volver a regar.
Cuando las plantas se llenan de los hijuelos que surgen alrededor de la “planta madre”, se deben dividir para posibilitar un mayor crecimiento de la planta principal y ayudar a prevenir infestaciones de plagas, como ácaros, cochinillas y especies de áfidos. Durante el invierno, esta especie puede entrar en estado de latencia, por lo que se deben suspender los riegos, sobre todo si está en el exterior. En zonas demasiado frías es mejor mantenerla en el interior o en invernaderos con calefacción.
Esta especie se cultiva a gran escala en Australia, Bangladés, Cuba, República Dominicana, China, México, India, Jamaica, Colombia , Venezuela, Kenia, Perú, Tanzania y Sudáfrica, junto con los Estados Unidos para abastecer a la industria cosmética. En España su cultivo es cada vez más común, siendo Córdoba la principal área productora, encontrando en Canarias un cultivo totalmente salvaje.
Usos
El Aloe vera se cultiva como planta decorativa, para usos medicinales, en cosmética e incluso para la alimentación en algunos países. Dos sustancias del Aloe vera, un gel transparente y su látex amarillo, se utilizan para fabricar productos comerciales.4 El gel de aloe se usa típicamente para hacer medicamentos tópicos para afecciones de la piel, como quemaduras, heridas, congelación, erupciones cutáneas, psoriasis, herpes labial o piel seca. El látex de aloe se usa individualmente o se fabrica como un producto con otros ingredientes que se ingiere para aliviar el estreñimiento.
El uso clínico del aloe vera está respaldado principalmente por datos anecdóticos. Los usos basados en evidencia científica han sido probados en humanos o animales y la seguridad y eficacia no siempre se han demostrado. Existe evidencia contradictoria con respecto a si el aloe vera es efectivo como tratamiento para heridas o quemaduras. Existe cierta evidencia de que el uso tópico de productos de aloe podría aliviar los síntomas de ciertos trastornos de la piel, como la psoriasis, herpes, el acné o las erupciones cutáneas. El gel de aloe vera se usa comercialmente como ingrediente en yogures, bebidas y algunos postres.
Basado en la tradición y en algunas teorías científicas, se suele usar Aloe vera para tratar alopecia, infecciones bacterianas y fúngicas de la piel, heridas crónicas en las piernas, infecciones parasitarias, lupus eritematoso sistémico, artritis y tic doloroso. Sin embargo no se han probado exhaustivamente en humanos, y no siempre se ha probado la seguridad y la eficacia.
En algunos lugares popularmente suele llamarse Aloe vera a las variedades: Aloe chinensis y Aloe maculata. Si bien las dos últimas pueden tener propiedades medicinales similares, a nivel farmacéutico es importante una correcta identificación de la especie ya que son diferentes.
Actualmente, hay más de doscientos cincuenta variedades reconocidas de Aloe, de las cuales, solamente cuatro tienen características curativas o medicinales significativas. Pese a que las variedades Arborescens, Maculata y Chinensis son variedades distintas, muchas personas se refieren a ellas como Aloe Vera.
Uso histórico
El uso del aloe vera como planta medicinal tiene una historia muy larga, se ha utilizado con fines medicinales en varias culturas durante milenios: Grecia, Egipto, India, México, Japón y China. Se remonta a la época del antiguo Egipto hace 6000 años, de donde se han conservado sus representaciones en los muros de piedra del Valle de los Reyes. Tradicionalmente se ha usado aloe vera para tratar empíricamente una amplia lista de trastornos y dolencias, como problemas de la piel (heridas, quemaduras y psoriasis), estreñimiento, úlceras externas e internas, hiperlipidemia, diabetes y lupus eritematoso.
Una de las aplicaciones farmacéuticas más antiguamente registrada se puede encontrar en una tablilla sumeria de arcilla del siglo XXI a. C., pero hay informes de dibujos de la planta en las paredes de templos egipcios desde el IV milenio a. C. Griegos y egipcios lo utilizaban para embalsamar a sus muertos. Las reinas egipcias Nefertiti y Cleopatra lo usaron como parte de sus regímenes de belleza regulares. También hay citas al Aloe vera en la Biblia, siendo una de las más significativas la de Juan 19.39. También está escrito en el Códice Juliana Anicia de 512 CE.41 El escritor médico más antiguo en registrar el uso terapéutico del aloe es Dioscórides, un médico griego del siglo I d. C. Alejandro Magno y Cristóbal Colón lo usaron para tratar las heridas de los soldados.
38 Después de todo esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. 39 También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras. 40 Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos. 41 Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno. 42 Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.
Juan 19 Jesús es sepultado
La primera referencia al aloe vera en inglés fue una traducción de John Goodyer en 1655 d. C. del tratado médico De Materia Medica de Dioscórides. La barbaloína un compuesto del aloe vera fue aislado en 1851 por T. y H. Smith de Blandfield Chemical Works en Edimburgo. A principios del siglo XIX, el aloe vera se usaba como laxante en los Estados Unidos, pero a mediados de la década de 1930 se produjo un punto de inflexión cuando se utilizó con éxito para tratar la dermatitis por radiación crónica y grave.
Composición nutricional
El Aloe vera se caracteriza por poseer diversos componentes nutricionales, muchos de ellos esenciales para el correcto mantenimiento del equilibrio interno del cuerpo como son las vitaminas, minerales, aminoácidos y algunas enzimas.
El Aloe vera cuenta con vitaminas y minerales que se consideran antioxidantes. Algunos micronutrientes que podemos encontrar en la planta son vitaminas A, C, D y las del complejo B (B1, B2, B6, B7, B9) y a los minerales magnesio, manganeso, calcio, hierro, cloro, fósforo, sodio y zinc. Se ha puesto en evidencia (Sadoyu, et. Al, 2021) que el Aloe vera posee siete de nueve aminoácidos esenciales, dentro de los cuales podemos encontrar a la fenilalanina, leucina, lisina, metionina, isoleucina, treonina y valina.
Utilización como cosmético y medicinal
Esta especie ha sido cultivada desde tiempos antiguos por su uso medicinal.
La medicina tradicional herbolaria puede ser definida como el uso de diversos tipos de plantas y extractos de hierbas como método para tratar diversas patologías. Esta práctica es considerada parte de la medicina complementaria y con el paso de los años, la población ha tomado mayor interés a las propiedades curativas de las plantas y los beneficios que estas pueden traer sobre la salud del paciente.
Por su parte, la fitomedicina puede ofrecer diversas sustancias como vitaminas, minerales, compuestos fenólicos como taninos y flavonoides, las cuales actúan en pro de la salud del paciente debido a sus actividades biológicas antiinflamatorias, antibacterianas, antifúngicas, antioxidantes y fotoprotectoras.
En cosmética se usa cada vez más. La mayoría de los fabricantes responsables extraen y purifican los extractos, evitando el látex de la planta, conocido como aloína. Actualmente, está muy extendido su uso directo mediante procedimientos domésticos muy rudimentarios, dando lugar a irritación (dermatitis, eccema) o reacciones alérgicas (urticaria), cuando no se ha limpiado el gel de Aloe de forma adecuada.
El aloe vera se usa en los tejidos faciales donde se promociona como humectante y antiirritante para reducir el roce de la nariz. Las empresas de cosméticos suelen agregar savia u otros derivados del aloe vera a productos como maquillaje, pañuelos, humectantes, jabones, protectores solares, incienso, crema de afeitar o champús. Una revisión de la literatura académica señala que su inclusión en muchos productos de higiene se debe a su “efecto emoliente hidratante”.
De ella se obtienen dos productos:
- Gel, que es la porción mucilaginosa del parénquima tisular o mesófilo situado en el centro de las hojas. De esta pulpa se extrae un gel brillante y amargo. Debe eliminarse la piel para evitar la oxidación, que le daría un color oscuro. Para conservarlo en buenas condiciones debe estabilizarse el material recién obtenido y preservarlo de la contaminación bacteriana y fúngica.
- Acíbar, es el zumo que resulta de la incisión de las hojas, es un sólido cristalino de color marrón y muy amargo. Se localiza en las células pericíclicas situadas cerca de los haces conductores inmediatamente por debajo de la epidermis, entre el parénquima clorofílico y el mucilaginoso. En general, se obtiene dejando fluir el líquido que sale de las hojas cortadas transversalmente en un recipiente. El olor es característico y fuerte.
Resumen de las propiedades generales
Es importante consultar un herbolario experimentado que señale la planta que brinda propiedades curativas, la dosis y el modo de uso apropiado para cada caso. Existe lo que llaman “una planta macho” y una “planta hembra”, y sus usos son diversos.
- Es inmunoestimulante; sus minerales y aminoácidos fortalecen el sistema inmunológico y nos protege de infecciones oportunistas.
- Ayuda a las afecciones de los ojos.
- Es el alimento que más hierro tiene después de las almejas y los berberechos.
- Al ingerir la sábila podemos recibir sus beneficios como antioxidante, depurativa y laxante.
- Sana el sistema digestivo: alivia desórdenes intestinales como el estreñimiento, colon irritable, gastritis y reflujo, además de funcionar como antiviral, antibacteriano y aliviar infecciones parasitarias. Actúa como antidisentérico, laxante y antihemorroidal.
- Contribuye a disminuir dolores debidos a golpes, esguinces, luxaciones, o dolencias musculares, artríticas y reumáticas. Trata los tics dolorosos y el lupus eritematoso. Es benéfica aplicada en articulaciones, tendones y músculos.
- Alivia padecimientos bronquiales.
- Sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas permiten aliviar el dolor y la inflamación de la piel: Cicatrizante, calma diversas afecciones cutáneas como quemaduras menores, heridas, congelación, erupciones, psoriasis, verrugas, callosidades, piel seca, el acné, el eccema, la tiña.
- Sus propiedades antisépticas y antibacterianas le permiten combatir infecciones bacterianas y fúngicas de la piel: micosis, pie de atleta, acné, picaduras de insectos y algunos tipos de herpes.
- Regenera la piel gracias a sus vitaminas A y C, así como por sus aminoácidos y antraquinonas.
- Coletérica: activa la producción de la bilis como función hepática
- Contiene cromo, magnesio y manganeso, lo que nivela el azúcar en la sangre.
- Efecto anti-hiperglucémico, por lo que asiste en el tratamiento de la diabetes tipo II.
- Propiedades cosméticas: humectante, desinfectante, fortalece el cabello, trata la alopecia.
- En baño de asiento, puede ayudar a la sanación sexual, ya que purifica, relaja y renueva la energía.
Uso en baño de asiento
Pon a hervir agua con la hierba amarga que hayas elegido, después que suelte el hervor, apaga el fuego. Espera a que no esté muy caliente, y coloca la olla bajo una silla con un orificio que permita que te sientes desnuda y recibas los vapores del agua. Si no tienes una silla para este tipo de baño, puedes poner la olla o una cubeta en la que has vertido el agua caliente con el manojo de hierba, dentro de la taza del escusado, y sentarte. Cubre tu cuerpo con una toalla grande que permita que los vapores queden dentro de la tela.
Uso cutáneo
Lo ideal es usar plantas de entre 3 y 5 años, ya que entonces sus hojas están maduras y han desarrollado sus propiedades. Espera 2 o 3 días después de haber regado el aloe para cortar las hojas, así el gel estará más concentrado. Escoge las hojas más grandes y maduras, de la parte interior de la planta y las más próximas a la tierra.
Las hojas deben ser cortadas por la base, cerca del tallo. Para cortarlas basta con hacer una pequeña incisión en el nacimiento de la hoja y hacer un giro circular en torno al tallo, sin causar de este modo, daño alguno a la planta. Una vez recolectadas, las hojas son lavadas y fileteadas. La epidermis debe eliminarse, ya que contiene aloína, una sustancia tóxica.
Se puede aplicar en forma de cataplasma la hoja o penca, con una hendidura a lo largo, sobre las quemaduras, heridas, piel seca, infecciones, o picaduras.
Para elaborar ungüento, abra varias hojas de sábila para obtener gran cantidad de pulpa. Se cuece hasta formar una pasta espesa y se guarda en frascos limpios y en un lugar fresco. Se utiliza sobre la piel, igual que las hojas.
Preparación en infusión o vaporización
Añadir cuatro cucharadas de pulpa a tres litros de agua hirviendo para preparar vaporizaciones para la congestión bronquial.
Para hacer jugo, se diluye una cucharada sopera de pulpa en medio vaso de aga y se toma de una a res veces al día antes de las comidas.
Consumo doméstico
El Aloe vera puede ser consumido como infusión acompañado de otros ingredientes que potencian su sabor como lo son la miel, el jengibre o la canela. También puede acompañar las bebidas frutales, como jugos, licuados y yogur, ya que brinda textura.
Contraindicaciones
- No se recomienda su consumo oral a mujeres embarazadas ni a personas con hemorroides, ya que los glúcidos de la antraquinona que contiene la planta son purgantes.
- El excesivo uso de las hojas puede causar vómito.
- La piel de la penca es tóxica al ingerirla.
Toxicidad
Como todo, el abuso de una sustancia puede resultar tóxico, por lo que es importante un consumo moderado. Sin embargo, algunas personas también suponen que las denuncias de la toxicidad del Aloe se han dado en la industria farmacéutica para desprestigiar las prácticas naturistas.
El uso del gel de aloe vera tópico no está asociado con efectos secundarios significativos. El gel sin procesamiento industrial puede contener impurezas, ácidos o sustancias que usados por periodos prolongados de tiempo podría causar lesiones en la piel. La mayoría de los fabricantes procesan el gel de Aloe evitando los extractos irritantes (principalmente el látex), sin embargo, de forma casera o en terapias alternativas se utiliza el gel directamente de la planta, sin procesar o mal procesado, produciéndose en ocasiones una importante reacción alérgica sobre la piel.
Para las personas con alergias al aloe vera, las reacciones en la piel pueden incluir dermatitis de contacto con enrojecimiento y picazón leves, fotosensibilidad, dificultad para respirar o hinchazón de la cara, los labios, la lengua o la garganta. El gel de aloe vera no procesado usado sobre la piel lastimada, en dosis inexactas, podría ser contraproducente, así como su uso en menores de 12 años.
La ingestión oral de aloe vera es potencialmente tóxica, y puede causar calambres abdominales y diarrea, lo que a su vez puede disminuir la absorción de los medicamentos. La aloína, un compuesto que se encuentra en el látex semilíquido de algunas especies de aloe, fue el ingrediente común en los productos laxantes de venta libre en los Estados Unidos hasta 2002, cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos lo prohibió porque los fabricantes no proporcionaron los datos de seguridad necesarios.
Aunque la toxicidad puede ser menor cuando la aloína se elimina mediante el procesamiento, el aloe vera ingerido en grandes cantidades puede inducir efectos secundarios, como dolor abdominal, diarrea o hepatitis. La ingestión crónica de aloe (dosis de 1 gramo por día) puede causar efectos adversos, como hematuria, pérdida de peso y trastornos cardíacos o renales. No se recomienda el aloe oral durante el embarazo debido a la estimulación teórica de las contracciones uterinas, y en las madres que amamantan, en ocasiones puede causar malestar gastrointestinal en el lactante. El látex de sábila sin procesar contiene sustancias químicas que, aparentemente, pueden causar cáncer, y el látex de sábila procesado puede tener compuestos que provocan cáncer. El extracto de hoja entera de aloe vera ha sido clasificado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer como un posible carcinógeno humano (Grupo 2B), junto con otros productos naturales.
El extracto de hoja de aloe vera no decolorado ingerido por vía oral fue incluido en la lista de la Oficina de Evaluación de Riesgos para la Salud Ambiental del estado de California de Estados Unidos entre “sustancias químicas conocidas por el estado como causantes de cáncer o toxicidad reproductiva”. Los productos de aloe ingeridos pueden tener interacciones adversas con medicamentos recetados, como los que se usan para tratar coágulos de sangre, diabetes, enfermedades cardíacas y agentes reductores de potasio (como la digoxina) y diuréticos, entre otros.
El poder espiritual del Aloe
Se le atribuye el poder de purificar el alma, de fomentar la prosperidad y alejar envidias, por lo que es frecuente su uso en rituales chamánicos debido a su gran poder energético.
En el Feng Shui, se cree que la sábila genera energía positiva y protectora, y que atrae la buena suerte y la abundancia. En la antigüedad, los egipcios la consideraban una planta sagrada y la llamaban la planta de la inmortalidad.
En América Central y del Sur, se considera protector de las casas y los negocios, por lo que se acostumbra tener una planta, normalmente al lado derecho, para ahuyentar a los malos espíritus. En ocasiones además, se rodean sus hojas con un lazo rojo, para atraer fortuna en dinero y amor. Si la tenemos en una maceta, conforme crezca mejorará nuestra buena suerte, por el contrario, si sus hojas se rompen o marchitan, significa que nos envían deseos dañinos y la planta da su vida por nosotros, para protegernos. Si se marchita es que ha absorbido una mala energía. Para proteger la planta, también se pueden poner ajos alrededor. La planta bloquea la energía negativa que nos envían de lejos, o de las visitas que llegan al hogar. También se pueden colocar en ventanas y balcones.
Otro de sus usos es colocarla cerca de la oficina donde están las computadoras y modem, para reducir el daño de las radiaciones emitidas. Al estar en el área del trabajo puede ayudarnos a abrir los caminos para cumplir los objetivos y lograr el éxito.
En el mundo mesoamericano es común realizar rituales purificadores, como la limpia, el baño de temazcal, el sahumerio o el soplo. En estos, las plantas actúan como vector de comunicación entre los distintos niveles del universo (inframundo, superficie de la tierra y el cosmos). Protegen al oficiante contra las energías dañinas, y restablecen el equilibrio perdido entre las distintas entidades anímicas. Para los mexica, el ritual de limpia se encuentra bajo el amparo de la diosa Tlazoltéotl quien es representada con un ramo de flores entre las manos. En la herbolaria nativa es común limpiar al enfermo con un ramo de ruda y sábila para alejarle maleficios, así como pasarle el humo de la quema del copal.
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