Ra’al Ki Victorieux
Confieso que he tratado de escuchar la música de moda, pero me resulta demasiado disruptiva. Sorry Saweetie et all. Aunque esté de moda, las apologías a los vicios en voz femenina no son canto de sirenas para mí. Cuando necesito concentrarme y crear, tampoco es que la música clásica sea «la vieja confiable«, aunque tengo una debilidad personal por Wagner. Actualmente soy fan de Ghibli y de los mantras, manifestaciones de la creatividad asiática, tanto históricas como contemporáneas, ambas dulces para el espíritu.
Cada vez es más común hablar del respeto entre los seres humanos, y de las formas en que podemos promoverlo cada día. He estado pensando que si bien las mujeres la hemos tenido más fácil en occidente (no tan fácil, como ya saben), seguramente sí más que las hermanas de oriente. Es entonces entendible observar como Anastasiia Lenna, pasó de reina de belleza a soldado tomando las armas ante la invasión rusa en Ucrania, y algunas manifestaciones de la sensibilidad oriental por hombres, como en el caso del anime y de BTS. Estos cantantes juveniles se han manifestado abiertamente a favor de una sana autoestima y en contra del bullying, en la letra de sus canciones. Es decir, hay mujeres que cada vez se sienten más cómodas siguiendo sus pasiones, sin considerar si estas son femeninas o no, así como también encontramos varones quienes, en contacto con su sensibilidad y su alma, nos regalan muestras de arte con ternura y belleza, sin limitarse por la pregunta de si eso es varonil o no.
No se trata de dividirnos por género… Se trata de apoyarnos todos como humanidad. Para la paz, la solidaridad, la verdadera fraternidad, es necesario que encontremos una armonía entre las partes femeninas y masculinas de nuestro ser, de forma de permitirnos ser libres, y también respetar la libertad, el alma, y la naturaleza de los demás.
Bendiciones de Amor, Gracia y Trascendencia
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Atma Unum 