Ra’al Ki Victorieux
Una película mexicana en blanco y negro, con historia romántica es «Mi Preferida«, de 1950, dirigida por el Charro Urueta. Fue estelarizada por Martha Roth, Antonio Badu y Sara García. De una forma coloquial y graciosa, esta obra nos cuenta cómo una pareja se conoce y experimentan un «amor a primera vista»… un amor mexicano profundo como el cielo azul, el mar del pacífico, entre un charro mexicano, Enrique, hijo de doña Sara, y Rosita, una joven estadounidense, hija del próspero minero Sr. Johnson.
El obstáculo para el romance se presenta primero en forma de una banda de ladrones que los secuestran para robarles el vehículo con mercancía y además intentar cobrar rescate. Después, resulta que Barbara, la madre de la novia considera que su hija no puede casarse con una persona que no pertenece a la misma clase social, ni tiene el mismo tipo de sangre. El padre asegura que él no puede prohibir a su hija ver a su amor, porque él cree en la libertad y es demócrata. Enrique asegura que: «-yo valgo por mi trabajo y por mis pantalones.» El futuro suegro reprende a su esposa: «-eso de distinto tipo de personas es idea nazi.» A fin de resolver el conflicto, los aliados de la pareja se las ingenian para vencer al matón del pueblo, y convencer a la futura suegra.

Sara García es recordada como una de las grandes actrices, participó en alrededor de 150 películas, además de una decena de telenovelas y dos documentales en los que figura como ella misma. Fue la décimo primera hija de Isidoro García Ruiz y Felipa Hidalgo Rodríguez, dos españoles originarios de Andalucía; fue la única hija sobreviviente, pues los 10 primeros habían fallecido. La novia «gringa» es interpretada por Martha Roth; una actriz mexicana de origen Italiano que trabajó en la época de oro del cine mexicano. El galán de esta película cobra vida gracias a Antonio Badu (Antonio Namnum Nahes); popular actor y cantante mexicano de origen libanés, conocido también como “El emir de la canción».
Es interesante como a través del teatro se pone en escena el conflicto entre identidades nacionales, particularmente entre mexicanos y estadounidenses. Cuando se realizó esta película, apenas habían transcurrido cinco años del fin de la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945), por lo que es entendible la vigencia de esta temática, así como la presencia de personas de otras nacionalidades (España, Italia, Líbano), en México.
Al final del filme se realiza una fiesta, en la cual tocan músicos invitados. Una de estas bandas es «Los Xochimilcas«, formada por Martin Armenta, Francisco Gómez, César Sosa, y Antonio Caudillo, quienes presentan música híbrida, que fusiona géneros como cha cha cha, cumbia, danzón, blues, swing, jazz, rock, y más. Los músicos aparecen con atuendos indígenas, y un exagerado maquillaje, mientras interpretan sus instrumentos y cantan, gesticulan, bailan y crean un estilo cómico y ocurrente.
Si bien esta película es una obra ligera y cómica, el hablar de racismo, de identidad nacional, es un tema complejo aún a la fecha. Probablemente entre broma y broma, podemos crear un camino para una mayor fraternidad entre las personas, y por ende, entre las naciones.
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