Aprende lo Básico de la Promoción Cultural

Ra’al Ki Victorieux

Comparto un concepto de producción cultural que es resultado tanto de teoría en el área, como de la experiencia en la gestión cultural, ya sea con presentaciones escénicas, literarias, de artes visuales, organización de ciclos de conferencias, ediciones de páginas web, libros, proyectos educativos, musicales o de audio experimental. Me he dedicado a la promotoría cultural desde 1990. Al abordar la gestión cultural es útil contar con una metodología que permite tener mayor claridad en la planeación, desarrollo y conclusión de diversos proyectos. Independiente del género artístico, la metodología facilita lograr las metas y objetivos. Por ejemplo: que el producto o servicio artístico se distribuya y logre ser consumido por un público específico, que el ciclo de inversión se cierre con el de ganancias ya sean económicas o en términos de éxito de crítica especializada, mediático o de reconocimiento profesional. Desde el punto de vista de un gestor, la creación artística no es en sí misma un proceso terminado, ya que las obras que son guardadas bajo llave, en el ropero o debajo de la cama, o en los anaqueles de la utopía y los sueños no concretados, no logran cerrar su ciclo; la inserción en el tejido y la psicología social, lo que incluye la distribución y el consumo. Una Producción Cultural eficiente por lo tanto involucra dos áreas: Creación Artística y Gestión o Promoción Cultural.

Aprende lo Básico de la Promoción Cultural

La creación artística puede ser de autoría individual o colectiva. Los documentos resultados de la creación (objetos, libros, imágenes, videos, etc.), terminarán siendo parte de fondos o colecciones especializadas. Tanto instituciones como particulares gustan de coleccionar signos de la historia estética, fragmentos del patrimonio cultural. Así encontramos que diversos grupos se dedican a la adquisición y conservación de fotografías, textos especializados, biografía, hemerografía, reunida con determinado objetivo, ya sea alrededor de un protagonista, una temática, género o suceso. Algunos profesionales se especializan en la forma de organizar, clasificar, valuar, asegurar y conservar de la mejor manera tales bienes. No siempre el creador se encuentra pensando a largo plazo, y en la mayoría de las ocasiones desconoce el paradero final de los objetos y procesos de su autoría. Sus motivaciones suelen estar ligadas a una necesidad expresiva, a la manifestación de cierta ideología, identidad personal o social. ¿Cómo definir la fuerza que impulsa a los creadores? Tanto los estudiosos de la creatividad, de la mercadotecnia, y la teoría del arte, realizan ensayos para tratar de conceptualizar ¿qué es lo que motiva al ser creativo, cuál es la idea, la necesidad de reflexionar y compartir, de trascender a través del arte? Lo cierto es que la suma de las creaciones que se suceden en una nación, con el paso del tiempo configuran la cultura y el patrimonio de tal territorio, lo que no sólo delimita una identidad compartida entre connacionales, sino también permite tener una estética única y especial a presentar en un contexto internacional.

La gestión o promoción cultural suele desarrollarse por un equipo de trabajo, el cual atiende cuatro grandes áreas de trabajo:

  1. Programación y desarrollo de públicos. Implica desde conceptualizar el plan, ver que sea ejecutado, probablemente a través de juntas de producción y estrategias de cada área, que permiten supervisar y orientar la implementación del plan. Esta área se plantea la necesidad de identificar un público específico, y crear puentes entre la oferta del producto o servicio cultural creado y las necesidades culturales de dicho público o nicho de mercado, que mientras más específicamente logremos definir, será mejor. Esto es nuestro primer cruce de identidades. A partir de estos cruces se plantea el D.A. (Desarrollo de públicos, por sus siglas en inglés), tácticas y estrategias para generar relaciones de mutuo aprecio a través de valores e identidades compartidas entre el o los creadores y el o los públicos.
  2. Administración. Está área atiende lo relativo a recursos humanos, materiales, y financieros. Es importante contar con una puntual declaración de aquello con lo que se cuenta así como de las necesidades. También es vital bogar por un orden legal y contable, tomando en cuenta lo fiscal y la propiedad intelectual. A partir de encuestas y estadísticas, sabemos que casi el 70% de los creadores no registra ninguna de sus obras, y entre el 30% restante el registro de los derechos de autor es realizado de forma esporádica, errática. Un ínfimo porcentaje de creadores pertenece a sus sociedades autorales, y estás se encuentran aún con cierto rezago legal frente a las nuevas tecnologías y los géneros de inter y multidisciplina artística. Esta situación se agrava cuando las escuelas profesionales carecen de materias en propiedad intelectual, lo que nos explica por qué muchos creativos ven con recelo la firma de convenios que implican normas autorales, financieras o fiscales. Lograr beneficios y orden legal, fiscal y financiero, es uno de los retos que enfrenta esta área, y deberá manejarse con tacto y diplomacia a fin de lograr la colaboración de los involucrados.
  3. Gestión. La labor de los gestores es obtener los recursos necesarios: materiales, humanos y financieros. Entre sus estrategias se encuentran: el programa de voluntarios, patrocinio, donaciones, eventos de recaudación de fondos, eventos especiales, becas, ventas, membresías, convenios de colaboración, etc. Es importante tener una planeación de cuánto se espera ganar, que esto cubra la inversión y permita al proyecto estar lo más lejos posible de los números rojos, y con el número más alto posible de beneficios.
  4. Difusión. Realizar diversas actividades con el objetivo de llegar a las audiencias indicadas. Esto incluye: crear una imagen del proyecto, diseño de publicidad, estrategia de marketing, presencia en los medios de comunicación -prensa escrita, radio, televisión-, manejo de redes sociales. La imagen visual del proyecto es una propuesta de identidad que debe ser congruente con la necesidad y los deseos de las audiencias a fin de lograr éxito.
  5. Documentación. La adecuada atención a estas cuatro áreas de gestión nos permitirá insertar la creación en un círculo eficiente de distribución y consumo. Tal actividad genera el «archivo de gestión», o de producción, es decir, los informes con los procesos y resultados de cada área, clasificados de acuerdo con el organigrama -responsabilidades del personal-, cronograma -calendario y fechas límite-, y evaluación -nivel de proactividad, habilidad en la resolución de conflictos, grado de éxito. El director y su equipo deben revisar tal archivo y sintetizar lo más importante, a fin de generar una memoria pública (si se pretende publicar las luces del proyecto), y un documento público o privado (de acuerdo a los intereses y las políticas de la organización), que facilita la evaluación y el aprendizaje de la experiencia.

Gracias. Bendiciones de Amor, Gracia y Trascendencia

Espero que esta lectura te haya resultado interesante. Te agradezco un like, comentar y compartir. Hasta pronto.

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Ra’al Ki Victorieux

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