En la danza eterna de la música y la poesía, en la resonancia del mantra y en el poder del spoken word, en la presencia imponente de las mujeres artistas, se yergue un monumento a la paz, erigido con los pilares de la armonía, y la compasión.
En la danza eterna de la música y la poesía, en la resonancia del mantra y en el poder del spoken word, en la presencia imponente de las mujeres artistas, se yergue un monumento a la paz, erigido con los pilares de la armonía, y la compasión.