@Eshuertajavier
Uno de los volcanes más activos de México es el Popocatépetl, volcán cuyo nombre proviene de los vocablos del náhuatl popocakni (humeante) y Tepetl (montaña) que significa montaña que humea. Es llamado así por los habitantes cercanos a este volcán. Este nombre es uno de los tantos que recibió según la clasificación taxonómica de los pueblos originarios en sus diversas fases evolutivas mostradas en los códices: Talleriano–remensis, Vaticano(A). y Códice Huamantla respectivamente, en donde destacan: Xiuhtépetl (montaña de lava), Xalliquéhuac (arena que se levanta) y Popocatepetl nombre con el que hasta hoy es conocido. Sus apelativos indígenas, son probablemente un indicador de las fases de actividad plasmada en estos códices, en los que destaca el ideograma del ollin o movimiento, el cual muchas veces es interpretado como tremores o temblores, y por algunos otros antropólogos como Manlio Barbosa (Doctor en antropología social por la BUAP) como un constante movimiento o un constante cambio.

Muchas generaciones han pasado desde que el volcán fuera nombrado de estas formas, rodeado de leyendas, como las que inspiraran a artistas como Jesús Helguera, autor de” La leyenda de los Volcanes”, entre otros. Estas historias se extienden en el imaginario colectivo hasta tiempos modernos donde el “coloso” es “bautizado” con el nombre de “Gregorio Chino Popocatépetl” o simplemente “Don Goyo”. Pobladores de la zona aseguran que el apodo se debe a una leyenda local que cuenta del espíritu materializado del volcán que apareciera a principios del nuevo milenio a los habitantes de Santiago Xalitzintla, (poblado del estado de puebla cercano al volcán), principalmente a sus “tiemperos” o personas con el don de controlar o ver los fenómenos naturales, para prevenirles de catástrofes o simplemente de tranquilizarlos, cada vez que la montaña aumenta su actividad. Otra versión apunta que quienes habitan cerca del volcán llamaron Gregorio, que significa guardián, al Popocatépetl en honor a San Gregorio Magno.
Al menos 25 millones de personas habitan alrededor de este volcán, cuya actividad hasta estos días ha sido de manera intermitente, debido a una constante formación y destrucción de domos de lava en su interior. Actividad eruptiva entre la que destaca como una de las más violentas, la del 18 de diciembre del año 2000, cuya fumarola y cenizas lograron alcanzar estados circunvecinos como Veracruz y otros no tanto como Querétaro, arrojando rocas incandescentes de hasta un metro de diámetro. Ese suceso causo la evacuación de 41.000 habitantes de comunidades cercanas a un radio de 31 kilómetros del volcán, quienes fueron en menor cantidad llevadas a albergues debido a la confianza de que “Don Goyo”, no les haría daño, según fuentes de ese año en el Centro Nacional de Protección a Desastres, CENAPRED.
Flujos balísticos y piroclásticos, así como lava y aludes de lodo formados por el derretimiento de la capa de hielo, tremores, y ceniza, entre otros materiales volcánicos, fueron la constante de riesgo de varias entidades entre las que destacan Morelos, Puebla, Estado de México, ciudad de México y Tlaxcala. Hoy día el Volcán ha mostrado nuevamente su poderío no sólo a los habitantes circundantes sino también a otros tantos que pareciera ser se habían olvidado del peligro que representa el vecinazgo con una mole efervescente, cuyo poder de destrucción arrasaría con pueblos circundantes a su paso, causando afectaciones serias en la comunicación con otros estados y países debido al corte de circulación aérea, entre otros problemas.
Es por eso que las autoridades de los estados circunvecinos, así como a nivel nacional, recomiendan que, si vives en alguna de estos lugares cercanos al volcán, usa cubre bocas o mascarilla, lentes, evita hacer actividades al aire libre, y de no poder evitarlo, usar ropa que cubra los brazos y cuerpo para evitar algún daño u alergia que pudiese causar la ceniza, así como estar alertas a los constantes cambios del semáforo de prevención del CENAPRED. Es importante prestar la debida atención a las indicaciones de las autoridades, en caso de una emergencia mayor, pues como cuenta el dicho entre los habitantes de las comunidades cercanas: “a Don Goyo no se le debe de tener temor, se le debe tener respeto”.
Aquí te compartimos un enlace de la CENAPRED que puedes consultar:
https://www.gob.mx/cenapred/articulos/conoce-algunas-recomendaciones-ante-la-caida-de-ceniza-volcanica
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